El juez imputa de un intento de asesinato al acusado de la violación de Igualada
El hombre entra en prisión sin fianza
BarcelonaDe la comisaría a la prisión. El titular del juzgado de instrucción número 4 de Igualada ha decretado prisión sin fianza y comunicada para el hombre de 20 años acusado de la brutal agresión sexual a una menor de 16 a la salida de una discoteca la castanyada del año pasado. El joven ha pasado a disposición judicial este sábado y solo ha contestado a su defensa, después de haber sido dos días detenido en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de la capital de Anoia, donde se acogió a su derecho a no declarar.
La causa judicial contra el joven se abre por agresión sexual y asesinato en grado de tentativa, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Después de una investigación alejada del foco mediático, los Mossos identificaron al sospechoso como el autor de la brutal agresión en el exterior de la discoteca Èpic de Igualada y lo arrestaron el jueves de madrugada. Durante los cinco meses anteriores habían estado trabajando minuciosamente sobre el terreno, buscando cualquier pista que pudiera llenar los vacíos que tenía la víctima, que quedó inconsciente y gravemente herida y presenta lagunas de memoria.
Una vez descartados otros sospechosos, los agentes tuvieron claro que la agresión era obra de un solo hombre y no de la actuación en grupo. Lo habían llegado a creer debido al ensañamiento con la joven, a quien dejó malherida debido a los fuertes golpes que le propició en la cabeza. Un transportista que pasó por el lugar de los hechos creyó que la chica estaba muerta y no fue hasta que llegaron los equipos sanitarios que se dieron cuenta de que respiraba. A raíz de las heridas, la joven tuvo que estar ingresada dos meses en el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues –durante diez días en la unidad de críticos–, se ha tenido que someter a hasta cinco operaciones quirúrgicas y presenta graves secuelas físicas y emocionales.
Registro en el piso
El jueves, agentes de la Unidad de Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos estuvieron casi nueve horas dentro del piso del sospechoso, que compartía con otras personas en el centro de Igualada, a solo dos kilómetros de distancia del punto de la violación. Según ha trascendido, el hombre había agredido sexualmente a su hermana y por este motivo la madre lo echó de casa. El objetivo del cacheo era localizar alguna prenda de ropa que el sospechoso hubiera vestido la noche de la agresión o incluso algún objeto de la víctima que hubiera guardado, puesto que la chica fue encontrada totalmente desnuda y sin ninguna de sus pertenencias personales, pero también el objeto con el que la golpeó, buscando así sumarle el intento de homicidio, como así lo ha entendido el juez. Todo ello se tendrá que enviar a los laboratorios especializados del cuerpo por si, a pesar del tiempo transcurrido, se encuentra algún resto biológico.
Si en todos los casos son importantes las pruebas físicas, en este –bautizado como Nit— todavía más, porque no hay ningún testigo ocular ni registro de cámaras y la menor no ha podido recordar muchos detalles de la noche de la agresión y, por lo tanto, no ha facilitado ninguna descripción de su agresor. Esto habría dado ventaja al ahora detenido, del mismo modo que al principio los Mossos trabajaron con la hipótesis de que se podría tratar de una mandada, de un grupo de hombres, que hubieran atacado a la chica, o trazando los movimientos de amigos u otros hombres que aquella fatídica noche estuvieran por la discoteca. Finalmente fueron descartando y llegaron a un joven con un historial de agresión sexual que aparentemente eligió a su víctima al azar y en solitario.