Tribunales

¿Dónde están los nísperos? Medio millón de euros perdidos con el engaño del nazareno

Un juzgado de Tarragona investiga a dos hombres para engañar a una cooperativa de Alicante

Los nísperos tienen tres piñones en el interior
29/09/2025
3 min

BarcelonaLos nazarenos, vestidos con túnicas y capirotes, son los acompañantes de los pasos de una procesión durante la Semana Santa. Pero también es el nombre que recibe una de las estafas más antiguas y existen varias teorías que lo explican. La estafa del nazareno consiste en un falso empresario que acude a una compañía y realiza pedidos de un producto que tiene salida al mercado. Aunque nunca llega a pagar el pedido, sí acaba vendiendo la mercancía. Algunas teorías dicen que, como después la empresa estafadora recibe una procesión de acreedores, se acabó optando por el nombre de nazareno. Otros aportan que, como la estafa se da por pasos (como los de Semana Santa), el nombre acaba viniendo de aquí. Sea como fuere, sigue siendo una estafa frecuente y lo demuestra un caso reciente: una cooperativa de Alicante, dedicada a la producción de fruta, ha perdido medio millón de euros en nísperos.

Según ha podido saber el ARA, este caso ya está judicializado en los juzgados de Tarragona y hay dos personas investigadas. Todo se remonta al pasado 9 de junio de 2023, cuando el representante de la cooperativa de Alicante presentó una denuncia en la Guardia Civil. Contaba que un hombre se presentó como mediador de tres empresas del mundo de la fruta, "solventes y de reconocimiento internacional", según la denuncia. El contacto fue por teléfono y el hombre quería comprar nísperos. El siguiente contacto fue por correo, enviado por otro hombre, a priori socio del primero, que enviaba los datos fiscales para proceder a la facturación de la fruta. Y no hablamos, precisamente, de unos pocos nísperos: la cooperativa, a petición de los dos presuntos empresarios, realizó 50 envíos terrestres de nísperos, con un valor de más de medio millón de euros.

Las empresas destinatarias de la fruta eras las tres mencionadas por el mediador, pero antes los palés de nísperos hacían una parada logística en Mercabarna, en la zona del puerto de Barcelona. La fruta llegó, pero no la recogió ninguna de las tres empresas mencionadas, sino una diferente. Y el tiempo pasó. Normalmente, las facturas de estos grandes pedidos se pagan a unos días o semanas vista, y cuando pasó ese plazo de tiempo el gerente de la cooperativa vio que no se había efectuado ningún pago.

Lo primero que la asociación hizo fue contactar con las empresas que, a priori, le habían comprado los nísperos, pero su respuesta fue que ni habían hecho este pedido ni sabían quién era el supuesto mediador. Los tres pedidos de nísperos, con la fruta ya enviada, recogida y finalmente perdida, habían ascendido a 515.000 euros. En cuanto la Guardia Civil asumió la investigación, los agentes ya empezaron a hablar de la estafa del nazareno.

La investigación policial

La Guardia Civil se dedicó a seguir el rastro de los teléfonos y los correos electrónicos (que imitaban a los corporativos de las empresas) mediante los cuales los presuntos estafadores contactaron con la cooperativa, así como a la empresa logística que recibió los nísperos en Mercabarna. Detrás de los teléfonos había supuestas identidades falsas y la logística respondió que había sido contratada por otra compañía. Pero, mientras la investigación arrancaba, en paralelo planeaba una pregunta: ¿Dónde estaban los nísperos? La Guardia Civil asegura que, con toda probabilidad, habían sido enviadas y vendidas a Italia, uno de los principales consumidores de esta fruta, ya que existe un barco en el Puerto de Barcelona que enlaza directamente con este país y las empresas implicadas tenían vinculaciones italianas.

Fuentes de la defensa de los investigados apuntan a que la cooperativa no tomó ninguna medida de autoprotección y, por tanto, ponen en duda que existiera un engaño suficiente para ser considerado una estafa. Es decir, añaden que, en este tipo de ventas, la cooperativa contrata a una aseguradora que salvaguarda la operación, más aún si el comprador es una empresa reconocida internacionalmente. Ahora, la defensa de los investigados intenta acreditar que la cooperativa no se preocupó demasiado de dónde estaba enviando la fruta porque sabía que podría cobrar de la aseguradora si no acababan llegando a buen puerto.

Con todo, a partir del estudio de los titulares de las empresas implicadas y los movimientos de recogida de la fruta que se hicieron en Mercabarna –algunos de ellos con un Porsche–, la Guardia Civil encontró a dos presuntos implicados que ahora mismo son los dos hombres investigados judicialmente en Tarragona (la causa pasó a un judo). La policía considera que uno de ellos es el mediador que contactó por teléfono con la cooperativa de Alicante y el otro el que se comunicó por correo con ellos y gestionó in situ el movimiento de la fruta en Mercabarna. La policía se refiere ahora al caso como una estafa profesional, bien preparada y ejecutada por expertos.

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