Pillado un ladrón que robaba descalzo en casas de Barcelona (con gente dentro)
Los Mossos detuvieron al hombre el 30 de octubre, y se le acusa de haber cometido hasta 17 delitos
BarcelonaEscalaba patios interiores y fachadas buscando una ventana abierta o una puerta mal cerrada. Trepaba por lugares "inverosímiles". "Parecía mentira que una persona pudiera trepar", recuerda el inspector Jordi Alsina, jefe de la comisaría de Horta-Guinardó de los Mossos d'Esquadra. Una vez conseguido trepar hasta su particular cumbre, se sacaba sigilosamente los zapatos y pisaba descalzo el suelo del piso, con cuidado para tratar de no hacer ruido y no despertar a los propietarios. Después todo iba muy rápido. Si nada le perturbaba, buscaba joyas, móviles, dinero en metálico... Iba apuntando a todos los sitios con una linterna. Poco después, desaparecía con el botín.
Un hombre desconocido cometió al menos 17 robos en casas del barrio del Carmel de Barcelona en algo más de un mes. Varias cámaras interiores le captaron, y el método se repetía, pero la persona, aparentemente, cambiaba. Primero tenía el pelo largo, después teñido de rojo, después rapado... Todo resultó una técnica escapista. Solía actuar de noche, cuando las familias dormían. Tras semanas de investigación, los Mossos pudieron identificar a un hombre por todos estos hechos.
Finalmente, el pasado 30 de octubre detuvieron a un hombre de 37 años por 17 robos que –cinco de ellos en grado de tentativa–, un robo con violencia en un domicilio y otro en la vía pública, una violación de domicilio, un hurto y una estafa con tarjeta de crédito, tal y como ha hecho público este lunes la policía catalana. El arrestado era un viejo conocido de policía –ya acumulaba 19 detenciones– y ya ha entrado en prisión.
"Lo hacía para despistarnos"
De hecho, el día que le pillaron volvía a cometer dos robos. Los inquilinos despertaron en sólo una ocasión, y derivó en una pelea –es el robo con violencia que se le imputa–. Las cámaras de seguridad de los domicilios y de las calles han sido claves para su identificación. Ahora bien, los Mossos avisan de que ha sido difícil, ya que después de los robos se hacía derrumbado. Se cambiaba el cabello y la ropa, pero también de domicilio. "Lo hacía para despistarnos", comenta el inspector Alsina. El arrestado aprovechaba sus vínculos con pequeños delincuentes o conocidos por pernoctar en pisos o locales ocupados, lo que dificultó a los investigadores su captura.
La actividad delincuencial frenética del detenido hizo que las diversas unidades de la comisaría de Horta-Guinardó, incluida la de Seguridad Ciudadana y agentes de paisano, pusieran en marcha un dispositivo en la calle Sigüenza hasta que consiguieron ubicar al investigado en un domicilio. Le detuvieron el día 30 después de que varios vecinos alertaran al 112 sobre robos en la zona. En el operativo de detención también participó el ARRO. En total, se calcula que se llevó unos 10.000 euros en efectivo, además de los objetos de valor.