Sucesos

Resuelven el misterio de la trágica muerte del jugador de rugby australiano en la Sala Apolo de Barcelona

Salió por una puerta de emergencia a la terraza de evacuación, saltó un muro de metro y medio y cayó al vacío

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Liam Hampson en una imagen de archivo jugando a rugby

BarcelonaEl miércoles a mediodía un grupo de trabajadores de la Sala Apolo oyeron el sonido de un teléfono. Comprobaron que no era de ninguno de ellos. Buscaron y buscaron y, en una especie de patio de luces de difícil acceso, escondido bajo unos tubos de ventilación de obra, encontraron un cadáver. El móvil que sonaba era el suyo. Llamaba uno de sus amigos o familiares que hacía casi 40 horas que lo buscaba. Incluso publicaron un anuncio en Facebook anunciando su desaparición. Se llamaba Liam Hampson, tenía 24 años y era un jugador de rugby semiprofesional australiano. Los trabajadores llamaron a los Mossos, que han iniciado una investigación. Todo apuntaba a que este misterioso y trágico suceso había sido un accidente, y las cámaras de seguridad lo confirman.

Según fuentes conocedoras de los hechos, en vez de bajar por las escaleras que conducen de la sala principal a los lavabos, salió por una puerta de emergencia. Esto lo llevó a una sala muy pequeña con otra puerta de emergencia. La abrió y salió a la terraza de evacuación. Si hubiera seguido el camino, que estaba iluminado, habría ido hasta las escaleras de emergencia y todo habría acabado bien. Pero paró un momento para orinar y vio que no podía salir por la misma puerta. Tenía un muro de metro y medio al lado y lo saltó. Una pared que precisamente tiene como objetivo proteger de un vacío de entre 10 y 15 metros. Pero saltó al vacío y su cuerpo quedó justo debajo de un entramado de tubos. Todo ha quedado perfectamente grabado. En total, la sala de fiestas tiene unas 180 cámaras.

'Crowdfunding'

Todo el grupo de amigos menos Hampson se marcharon de la discoteca hacia las 4.30 horas. Hacía pocas horas que habían llegado a Barcelona. Estaban de ruta por Europa aprovechando un periodo de vacaciones en la liga australiana de rugby. Él jugaba con los Redcliffe Dolphins, un club de una ciudad muy cerca de Brisbane. El domingo había ido a ver el PSG - Olympique de Marsella en el Parque de los Príncipes con una camiseta de Leo Messi. La semana pasada había navegado en barco por la costa Amalfitana y unos días antes había estado bebiendo cerveza en el Oktoberfest de Múnich.

Su grupo de amigos, consternados por su muerte, ha abierto una campaña de microfinanciación para llevar su cuerpo sin vida a Australia. "Como todos sabemos, Liam era un alma preciosa que reunió a la gente con su amor, sabiduría y chistes. Fue un talento excepcional dentro y fuera del campo", escribe la nota de la campaña. En 10 horas han recaudado 72.448 dólares. Ahora ya no se pueden hacer donaciones. Primero se tendrá que hacer la autopsia en Barcelona y después el cuerpo ya se podrá trasladar a Brisbane.

La familia, "destrozada"

En una publicación en su cuenta de Facebook, el padre del jugador, Brett Hampson, describe que la familia está "destrozada" por la muerte de su hijo. "Tenemos el corazón roto. Liam tenía un corazón de oro y era un hijo, hermano, nieto, tío y amigo muy querido. Las palabras no pueden expresar nuestro dolor", afirma. El mundo del rugby australiano también está de luto. La trágica noticia la recogen los principales diarios nacionales y la Queensland Rugby League, la liga en la que jugaba Hampson, también ha lamentado los hechos. "Era un miembro muy querido y respetado", ha afirmado el consejero delegado de la competición, Rohan Sawyer.

También la dirección de la Sala Apolo se ha mostrado "enormemente conmocionada" por "el imprevisible accidente" y ha hecho llegar su pésame a los familiares y amigos del jugador. "Son momentos tristes y muy dolorosos", aseguran. Se han puesto a disposición de los Mossos para "cualquier asunto".

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