Todos los tentáculos de los Casuals: "Me pagarás o te secuestro a ti y a toda tu familia"
El ARA reconstruye la investigación de los Mossos que ha desarticulado el grupo criminal vinculado a los Boixos Nois
BarcelonaEsta es una historia de crímenes, drogas y secuestros, pero todo empieza en un partido de fútbol. El 28 de noviembre de 2021 el Espanyol recibía a la Real Sociedad. Las Brigadas Blanquiazules, su sector más radical, estaban haciendo la previa en el bar Los Cazadores. Entró un grupo numeroso de encapuchados y lo destrozaron todo. En abril del 2022, los Mossos d'Esquadra detuvieron a tres hombres por este asalto. Uno se llamaba Francisco, pero todo el mundo lo conoce como Paco el Gordo. La policía le requisó dos teléfonos, los vaciaron y se dieron cuenta de que eso iba mucho más allá: habían topado con los Casuals, un grupo criminal especialmente temido vinculado a los Boixos Nois, los ultras del Barça.
En el 2009 los Mossos ya los desarticularon, y Paco el Gordo ya estaba allí, pero entonces era un minicasual, de los más jóvenes. Ahora habían renacido. Los Mossos encontraron las respuestas en los teléfonos pinchados.
"Llévalo a la casa que tenemos". Es el 15 de noviembre de 2022 y hablan del amigo del cuidador de una plantación de marihuana. Han tenido problemas (todo apunta a una deuda económica) y no la encuentran. Por eso han secuestrado al amigo del cuidador. Lo atan y lo amenazan. "Si no nos ayudas, te mataremos. Somos los Casuals, nadie juega con los Boixos Nois". Esto es un primer aviso, pero hay más: "¿Sabes lo que es ser un gángster? Te cortaremos las dos manos para que te hagan con ellas una oreja". Las conversaciones han ido ayudando a los investigadores de los Mossos a destapar los tentáculos de los Casuals. Ellos no sospechan nada: "¿Te imaginas que nos está siguiendo un equipo de investigación?", comenta uno. "Yo me fijo mucho. No veo nada extraño", contesta el otro.
El secuestro conduce a la policía a una casa de Seva donde Paco el Gordo tiene una plantación de marihuana. "Oye, ¿estás dentro de un coche? Ponen micros de toda la vida. No sé qué estás haciendo", avisa a otro miembro. Lo están grabando. De Seva los Mossos viajan hasta Olesa de Bonesvalls, donde existe otra plantación. "Llámame por WhatsApp, que es más seguro", van diciendo. Parte de la cosecha la entran y la venden en la cárcel de Brians 2.
"Tenemos un canapé"
En marzo del 2023, Paco el Gordo habla de un asalto para robar droga en Barcelona. Se materializa el 10 de marzo en un prostíbulo de Gràcia. Aquella noche recibe una llamada: "Hermano, ha vuelto a pasar, tres en raya. Los niños se han vuelto locos y la han liado gorda". La cosa termina mal. "Tenemos un canapé", dice el interlocutor. Al cabo de unos minutos, los Mossos paran un coche en la Vía Augusta en un control rutinario y encuentran un cadáver envuelto como un canapé. Antes de que los pillen, hay otra llamada: "Le diremos: «Ricardo, venimos porque tenemos un canapé»". Paco responde: "No, que nos echa".
Hablan de Ricardo Mateo, conocido como el Kaiser, que en 2009 era su líder. Aún lo es. Lo condenaron a 13 años de cárcel y estuvo encerrado un tiempo, así como su mano derecha, conocido como Pichín. Esto permitió que crecieran los minicasuals, como Paco el Gordo. Él ascendió, sobre todo, después de amenazar y conseguir que no declararan en el juicio hasta 14 testigos protegidos. Kaiser ya no se ensucia tanto las manos. Por ejemplo, está dentro de un coche, fuera de la casa, el día del secuestro de Moncada. Nunca entra. No va a los robos, pero se lleva una parte: "Ya está. 1.000 euros para ti, 1.000 para mí, 1.000 para cada viejo y 1.000 para el fondo", dice un día uno de sus miembros. Los viejos son el Kaiser y el Pichín. Y el fondo es una caja común. Kaiser gobierna con mano de hierro, demasiado para los suyos, a veces: "Me meto un tiro. Ricardo es demasiada presión, hermano", dice un día Paco.
Sus tácticas no cambian. Utilizan la fuerza (amenazas y secuestros) para obtener droga y controlar locales. Una de las amenazas queda grabada. Habla Paco el Gordo: "Somos los Boixos Nois, maricón. No te equivoques, moro de mierda. Me pagarás o te secuestro a ti y a toda tu familia". Incluso coaccionan a una persona para que compre un Ferrari Testarossa. Ahora se organizan en dos facciones, una en la región metropolitana norte, con Paco el Gordo al frente, y otra en la metropolitana sur, dominada por Johann y Caracortada. Están orgullosos de ser de los Boixos Nois, y no paran de decirlo: "Somos los Boixos Nois, la gente nos tiene miedo", "Tengo una cortina con escudos de los Boixos Nois, una esvástica y cuchillos".
Los otros dos cadáveres
Tras el crimen en un prostíbulo, los Mossos pinchan unas conversaciones de Paco en las que habla del asesinato de Mohamed Gdari, un conocido narcotraficante al que también llaman el Sardina. Lo han matado a tiros en medio de la calle en Badia del Vallès, el pasado 12 de febrero. Los Casuals hablan con todo lujo de detalles y eso hace sospechar a los Mossos que es cosa suya. También investigan otro crimen cometido en Barcelona en las mismas fechas y si estos cadáveres son el "tres en raya" del que hablan el día del crimen de Gràcia. Tras esta larga investigación, el 9 de junio los Mossos arrestan a la plana mayor de los Casuals: 25 detenciones que pasan a ser 33 al cabo de unos días. Falta uno, el Kaiser, Ricardo Mateo. Lo pillan (hace una semana) mientras toma un café en un bar de Platja d'Aro.