"Nos estamos volviendo locos": detectan por primera vez heroína en píldoras proveniente de Colombia
La Policía Nacional detiene a cinco personas e interviene en Madrid ocho kilos de esta droga que buscaba 'seducir' sobre todo a los jóvenes
Barcelona"Nos estamos volviendo locos", afirma un mando de la Policía Nacional para expresar la dificultad cada vez mayor de perseguir los cárteles de la droga. En un mundo globalizado y cambiante, el tráfico de drogas supera también las fronteras e innova constantemente en las formas de mover sus tentáculos. Tradicionalmente, la heroína ha venido en forma de polvo o en masa de Afganistán —se calcula que abastece al 80% de los consumidores de opiáceos de todo el mundo— por una ruta terrestre que pasa por Turquía. Pero todo esto está cambiando, como demuestra el último hallazgo en Madrid. Por primera vez, se ha encontrado heroína en pastillas en Europa y en el mundo proveniente de Colombia.
Este viernes, la Policía Nacional ha informado de que ha interceptado ocho kilos de heroína repartida en miles de pastillas y han detenido a cinco personas en un aparcamiento de un centro comercial del sur de Madrid. Es un formato nuevo y pionero: la heroína en pastillas debe diluirse para inyectar la droga, que es como se consume habitualmente. Este formato responde sólo a una "estrategia de marketing", explica Alberto Morales, comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes de la Unidad contra el Tráfico de Droga y el Crimen Organizado (UDYCO).
Este formato está pensado para "atraer al público joven". Además, las pastillas tenían la imagen gráfica de una calavera, que es también marketing, para que les recuerde a marcas que tienen este logotipo, como una popular cadena de tiendas de ropa. Todo formaba parte de un estudio de mercado, de una especie de test, para ver cómo recibía al público este nuevo formato. Y parte de los destinatarios eran catalanes: en las intervenciones telefónicas, los investigados admitían que uno de los destinos de la droga era Barcelona. Una vez en la calle, cada píldora habría valido entre ocho y diez euros.
Pero la heroína venía de Colombia. Es el debut de una nueva ruta hasta ahora poco identificada, que es frecuente en la cocaína, pero no en la heroína; y ahora parece que ambas siguen el mismo recorrido. Según fuentes policiales, se está investigando si las pastillas se cocinaron en México, donde los cárteles se reparten los laboratorios de drogas y fabrican sustancias tan temidas como el fentanilo. De hecho, las mismas fuentes avisan de que cada vez más los cárteles colombianos están "al servicio" de los mejicanos. También la policía colombiana ha alertado últimamente de que cada vez detectan más "emisarios" mexicanos que operan en Colombia. Todo ello hace que la tarea policial sea más difícil: ya hay cocaína que viene de Turquía y heroína de Colombia, cuando tradicionalmente había sido al revés. Cada vez domina más la tendencia del "crime as a service y de la desaparición de las fronteras" cuando hablamos de drogas, afirma el comisario Morales.
Droga en aviones
La droga que se ha intervenido ahora habría llegado a España por aire, oculta en algún equipaje que aterrizó en el aeropuerto de Barajas. Sin embargo, en ese momento hacía tiempo que había empezado la investigación de la Policía Nacional, en colaboración con la DEA norteamericana y la policía colombiana. Todo empezó en un local de kebab de Madrid. En ese local, un ciudadano turco mantenía reuniones constantes. Era un hombre "conocidísimo por la policía", según Morales. De hecho, llevaba pocos meses en libertad tras cumplir una condena de 18 años de cárcel por tráfico de drogas.
Desde que había salido tenía una actitud sospechosa: nunca utilizaba el móvil y siempre que iba a alguna de las reuniones en el kebab empleaba técnicas de contravigilancia, como ir haciendo paradas para asegurarse de que nadie le seguía. Además llevaba gafas de sol y gorras para esconder la cara. Tampoco se desplazaba en su coche, sino que lo hacía en transporte público o en vehículos de alquiler con conductor. Siempre iba acompañado de otro compatriota. En paralelo, la policía empezó a identificar a los participantes de las reuniones. Dos de ellos eran dos hombres dominicanos que, más tarde, serían presuntamente los responsables de organizar el viaje en avión de la droga y recogerla en el aeropuerto. El entramado lo cerraba un hombre colombiano que era supuestamente el enlace con el cártel del que salía la heroína. En las reuniones, sin embargo, el turco llevaba la "voz cantante".
Una vez tuvieron el mapa completo, la policía decidió intervenir. Durante noviembre, los agentes se personaron en el párking del centro comercial en pleno intercambio de droga, que se realizó a plena luz del día. Intervinieron los ocho kilos de heroína, que estaban en una bolsa de gimnasio, y detuvieron a los responsables. Tres de los cinco investigados han entrado en prisión de forma provisional por una causa dirigida por la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional y el juzgado de instrucción número 17 de Madrid. La policía cree que este primer envío fue una prueba y que estaban negociando otras. La investigación, pues, sigue, también porque han bloqueado 100.000 euros en criptomonedas y están siguiendo el recorrido del dinero.