Las universidades deben devolver el sueldo que descontaron a los investigadores María Zambrano para pagar la seguridad social
El Tribunal Supremo falla a favor de los investigadores que cobran la mitad del salario prometido por el programa de ayudas estatal
BarcelonaÍntegra. Ésta es la palabra que faltaba en la convocatoria del programa de captación de talento internacional María Zambrano y que hizo que el millar de investigadores llegados a universidades de toda España se encontraran con que el sueldo que recibirían cada mes sería exactamente la mitad de lo prometido una vez instalados en el Estado. En la redacción de este programa de ayudas se fijaban 4.000 euros brutos mensuales por investigador, pero se daba libertad absoluta a las universidades para que establecieran la relación laboral que consideraran con ellos. La inmensa mayoría optaron por realizar contratos en los que descontaban la cuota patronal empresarial, el dinero que paga el empresario a la seguridad social para paro, Fogasa y formación, del dinero que Castells había anunciado como parte de las nóminas. El resultado es que el salario que recibían los investigadores era un 32% menor respecto al prometido –de los 4.000 euros, acabaron recibiendo 2.200 netos–, lo que empujó a algunos investigadores a llevar el caso a los tribunales. Ahora el Tribunal Supremo les ha dado la razón.
El llamamiento para otorgar las ayudas del programa María Zambrano fue un éxito y se adjudicaron 1.103 a toda España. Muchos de ellos habían renunciado a posiciones y nóminas mucho más elevadas en el extranjero. Sin embargo, pronto algunos se dieron cuenta de que había cosas que chirriaban. Por ejemplo, el hecho de que se descontara una cuota empresarial de su sueldo. Muchos de los investigadores consideraron que ese movimiento era ilegal y llevaron el caso a los juzgados, que acabaron dictaminando a su favor. Aunque las universidades recorrieron el caso, finalmente el Tribunal Supremo acaba de dictar de nuevo en favor de los científicos. Así, la sentencia definitiva establece que las universidades no podían descontar la cuota patronal del sueldo de los investigadores y que debe devolverles. Esto supone que cada centro tendrá que pagar unos 1.000 euros por trabajador y mes.
Quim Salvi, rector de la Universidad de Girona y presidente de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP), considera que ha habido un "malentendido". Explica que, cuando se recibe una convocatoria de financiación, se incluye todo el gasto asociado a la plaza. "Todas las universidades catalanas lo entendimos por igual y así lo hemos aplicado. Y el ministerio no nos ha dicho lo contrario", defiende.
"Me gustaba, pero no llegábamos a finales de mes"
La mayoría de los Zambrano descubrieron que su sueldo se veía reducido a la mitad al cobrar su primera nómina. La situación, con ese sueldo, se hizo para muchos insostenibles. Es el caso del ingeniero electrónico peruano Renzo Fabián, de 40 años, investigador en energías renovables, que se vendió la casa en Brasil, dejó un trabajo fijo y se trasladó con su mujer y su hijo a Barcelona para trabajar en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). "El trabajo me gustaba, pero no llegábamos a finales de mes ni haciendo grandes esfuerzos. No tenía ningún sentido. Barcelona es una ciudad cara y 2.200 es un sueldo justo", explica Fabián, que ahora goza de una posición permanente como investigador en los Países Bajos.