El veto al opio que puede hacer cambiar la heroína por el fentanilo

BarcelonaCambiar la heroína por el fentanilo. Es solo una posibilidad, pero la propia ONU ha hecho una advertencia: los mercados de drogas pueden variar. La razón, la reducción del 95% de la producción de opio en Afganistán. Los agricultores afganos han pasado de producir 6.200 toneladas de adormidera –la planta de donde se obtiene el opio y posteriormente la heroína o la morfina– a 333 toneladas el año pasado tras el veto de los talibanes en el cultivo de esta planta.

El descenso drástico en la producción de opio en Afganistán, que abastecía al 80% de los consumidores de opiáceos de todo el mundo, puede suponer una sustitución de productos dentro del mercado de la droga europea. "Una reducción puede dar lugar a un desplazamiento de la producción a otros países, a una disminución general del consumo de opiáceos o a la sustitución de la heroína por sustancias incluso más nocivas como el fentanilo u otros opioides sintéticos", alerta al AHORA Salomé Flores Sierra, jefe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. La experta reclama un seguimiento exhaustivo de lo que pueda ocurrir durante los próximos meses porque los opioides sintéticos son "baratos, potentes y fácilmente accesibles" a través de internet: son fáciles de distribuir porque ocupan poco espacio, tienen una gran potencia adictiva y los cárteles de la droga pueden llegar a ganar hasta 300 veces el coste de producción. La experiencia de Estados Unidos, donde el fentanilo superó a la heroína en los principales mercados, es un aviso, advierte Flores Sierra.

El fentanilo y la heroína forman parte ambos de la familia de los opioides, pero el primero tiene una potencia 50 veces superior. En Estados Unidos y Canadá está causando decenas de miles de muertos. La heroína es semi-sintética, necesita el opio, mientras que el fentanilo, conocido como la droga zombi, se crea íntegramente en los laboratorios, a partir de compuestos químicos –llamados precursores– que provienen sobre todo de China e India. En Cataluña, el fentanilo como droga ha llegado, pero en pequeñas cantidades, mientras que en el ámbito médico es un fármaco muy utilizado. Los Mossos d'Esquadra, de hecho, todavía no han realizado ninguna operación contra una mafia que distribuya ni prácticamente se ha decomisado. Sin embargo, está, ya que en el Raval hay narcopisos donde se vende y en 2021, por ejemplo, las autoridades mexicanas intervinieron una embarcación con fentanilo que iba al puerto de Barcelona.

Un año de margen

Esta hipotética sustitución de productos en ningún caso sería inmediata. Podría empezar a intuirse a finales del 2024, según el director general de Engergy Control, Claudio Vidal, cuando podría haber un desabastecimiento de opio en los mercados. "Hay unas redes de distribución muy establecidas de heroína y eso nos ha protegido. Por eso somos tajantes para decir que la situación de Estados Unidos no es reproducible en el ámbito de Europa", puntualiza Vidal.

El análisis coincide con las prospecciones de la ONU. "Los datos de incautaciones anteriores han demostrado que los opiáceos originarios de Afganistán pueden tardar entre un año y un año y medio en llegar a los países de destino [...], se puede esperar que cualquier cambio drástico se observe dentro del mismo año en Oriente Próximo y el suroeste de Asia, y un año después en Europa", destaca Flores Sierra.

El contexto actual favorece la entrada de nuevos productos. Los cárteles mexicanos son los que dominan el mercado mundial del fentanilo. Lo sintetizan ellos mismos con productos provenientes de Asia. Y los cárteles, según Vidal, están ya instalados en Europa, sobre todo en los Países Bajos, de la mano de grupos criminales autóctonos. "Los cárteles aprovechan las infraestructuras que ya había de producción de drogas sintéticas –como el MDMA o la anfetamina–, para convertirlos en centros de producción de metanfetamina para llevarlos a Asia. Ahora bien, una vez s 'instalan en Europa, hay un riesgo de que también lo hagan con el fentanilo', dice el director general de Energy Control.

Según los autores del informe anual de la ONU sobre el opio al Afganistán, todavía existen reservas suficientes de este producto. En 2000 los talibanes también prohibieron el cultivo de las adormideras. Fue algo más de un año de veto: el descenso fue de un 90% de producción. Sin embargo, el mercado no se resintió porque la producción se reactivó rápidamente cuando los talibanes fueron derribados del poder en 2001.

De momento, la prohibición del cultivo en abril de 2022 ha hecho reducir los ingresos de los agricultores locales: de 1.360 millones de dólares a 110 millones. Los campos de opio se han sustituido por cereales, sobre todo trigo.