Las 338 víctimas del 17-A, “las grandes olvidadas”

El tribunal condena a 53 y 46 años de prisión a los principales acusados por los atentados terroristas

Los atentados del 17-A causaron una grande y emotiva respuesta ciudadana, como este mosaico espontáneo a la Rambla.

BarcelonaLas víctimas del 17-A –de las dos explosiones de Alcanar, el atropello en la Rambla de Barcelona y el ataque en Cambrils– “han sido las grandes olvidadas durante la instrucción”, afirma la sentencia redactada por el magistrado de la Audiencia Nacional Félix Alfonso Guevara. Lo han intentado paliar “reconociéndoles la legitimación para personarse en el proceso”, dice, dándoles “como mínimo su derecho a la verdad” y a ser reconocidas como víctimas del terrorismo. Y sobre todo las tiene en cuenta en el texto, de 1.018 páginas, que condena a Mohamed Houli, Driss Oukabir y Saïd ben Iazza a 53, 46 y 8 años de prisión respectivamente. La extensa sentencia cita, uno por uno, todos los afectados física y psicológicamente que se han identificado y permite sacar por primera vez una cifra clara: el 17-A causó 338 víctimas.

Los párrafos en los que Guevara admite que las víctimas han sido “las grandes olvidadas” son uno de los pocos en los que la sentencia de 1.018 páginas se sale del tono general telegráfico, testimonial y extremadamente exhaustivo. El texto recuerda que el juez que llevó la investigación consideró que a ninguno de los tres terroristas supervivientes del 17-A se lo podía juzgar por los “hechos ocurridos en Barcelona y Cambrils” porque no estuvieron implicados y que, por lo tanto, solo se los podía acusar por la explosión de Alcanar. Pero insiste en que las víctimas “merecen el reconocimiento que esta condición conlleva, además de la compensación económica por vía administrativa y la todavía más esencial derecho a la memoria histórica”.

Guevara, con el apoyo de los otros dos magistrados de la sala, carga contra el trabajo del juez instructor, al que culpa de una tramitación que “ha carecido de sistemática, impidiendo saber el verdadero número de personas lesionadas en los diferentes escenarios”. Pero él mismo coge el toro por los cuernos y hace una lista completa, con nombres y apellidos, lesiones y consecuencias.

Recuento de afectados

Aparte de los 14 asesinatos que cometió Younes Abouyaaqoub con el atropello múltiple de la Rambla, Guevara cuenta 176 lesionados más, ya sea directamente por la embestida de la furgoneta o por el alud humano que provocó. Y enumera 82 perjudicados más con estrés postraumático. Solo en la Rambla, 272 víctimas. Hay que añadir las de la fuga de Abouyaaqoub: el joven de Vilafranca del Penedès al que mató para robarle el coche, los dos agentes y la sargento de los Mossos que embistió para saltarse un control, y los dos hijos de la sargento, que sufrieron consecuencias psicológicas.

El ataque de Cambrils dejó 25 víctimas, incluyendo una mortal, atropellada por los terroristas; 12 heridos -contando una policía- directamente por los atacantes o en la fuga, y 12 personas más con secuelas psicológicas, cuatro de las cuales mossos. Entre las víctimas no se cuentan los atacantes: Houssaine Abouyaaqoub, los hermanos Mohamed y Omar Hichamy, Said Aalla ni Moussa Oukabir, muertos a disparos por los policías.

La explosión de Alcanar del día 16 lesionó a 13 personas que estaban al lado del chalé y la segunda explosión, durante la retirada del escombro, hirió a 21 más –2 de los cuales bomberos y 13, mossos–. El magistrado también cuenta como afectado psicológicamente a uno de los policías heridos. Son 35 víctimas, a pesar de que el tribunal solo reconoce a 29, en la condena. Son los heridos que tuvieron que recibir tratamiento con medicamentos: 11 de la primera explosión y 18 de la segunda. Por eso la sentencia es por 29 delitos de lesiones por imprudencia, porque la explosión fue “por la falta absoluta de pericia” de los terroristas. Entre las víctimas no se cuenta a ninguno de los terroristas afectados: Abdelbaki es-Satty y Youssef Aalla, que murieron, y Mohamed Houli Chemlal, que quedó herido.

Más dura que la Fiscalía

La sentencia compra casi toda la tesis de la Fiscalía, a pesar de que discrepa en un punto porque responsabiliza a Houli y Oukabir de los 29 heridos reconocidos en Alcanar. Esto hace que añada 14 años y medio de prisión a cada uno y la condena final supere la petición de la Fiscalía: 53 años para Houli y 46 para Oukabir. También los obliga a indemnizar a los afectados de Alcanar por lesiones o secuelas, pero las víctimas no están contentas con la sentencia y algunas quieren recurrir.

La pena no es igual para Houli y Oukabir porque aunque a los dos los hacen responsables de los mismos delitos –pertenecer a una organización terrorista, tenencia de explosivos, voluntad de causar estragos terroristas y 29 lesiones por imprudencia–, el tribunal ve “evidente” la diferencia. Dice que tanto uno como el otro formaban parte de la célula de Ripoll y les impone 12 años de prisión a cada uno por este delito, pero en cambio la pena por los explosivos y los estragos es superior para Chemlal por haber tenido más implicación en la compra de los precursores para fabricar TATP y de las bombonas de butano.

Mohamed Houli, Driss Oukabir y Saïd ben Iazza en el juicio por los atentados del 17-A.

Igualmente, la sentencia apunta que el cumplimiento efectivo de la condena de los dos no superará los 20 años de prisión –y ya llevan casi cuatro de preventiva–. Pero Guevara no se cree las versiones exculpatorias de Houli y Oukabir ni tampoco aplica los atenuantes que pedía el superviviente de la explosión de Alcanar, que alegaba que había aportado información en sus declaraciones. De Oukabir, de quien se habían generado más dudas, la Audiencia Nacional recuerda que alquiló la furgoneta del atentado de la Rambla y da credibilidad a los tres testigos protegidos que lo implicaban en el grupo.

El tribunal considera que “se evidencia” el radicalismo de Oukabir con las conversaciones que mantenía con su pareja y su hermano Moussa –uno de los abatidos en Cambrils–, por las buscas que había hecho en internet y por una llamada con los móviles “conspirativos ” de la célula. En el caso de Houli, Guevara asegura que son “múltiples y abundantes” las actividades y pruebas que lo implican. En cuanto al tercer y último condenado, Iazza, la pena es por colaborar con la organización terrorista, por haberles dejado su documentación y una furgoneta. Según la sentencia, sabía que “formaban un grupo radical”.

1.
Mohamed Houli Chemlal
Mohamed Houli Chemlal durant la primera sessió del judici a l'Audiència Nacional

La condena más alta del 17-A es para Houli, el superviviente de la explosión de Alcanar. La sentencia no tiene ninguna duda de que formaba parte de la célula terrorista de Ripoll, que tuvo una participación “directa” y que estaba radicalizado.

2.
Driss Oukabir
Driss Oukabir durant la primera sessió del judici a l'Audiència Nacional

Oukabir alquiló la furgoneta del atentado de la Rambla y el tribunal dice que “se demuestra” su pertenencia al grupo, que queda acreditado su “radicalismo” y también recoge la “disconformidad” que mostró en los últimos momentos.

3.
Saïd ben Iazza
Saïd ben Iazza

A diferencia de los otros dos condenados, a Iazza, que prestó la documentación y una furgoneta para comprar material explosivo, se le aplica colaboración con organización terrorista. Los jueces piensan que era “consciente” del plan.

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