Trece asesinatos machistas en sólo medio año en Cataluña

BarcelonaEste lunes a la misma hora, las plazas del Ayuntamiento de Sabadell y de Salou han convocado un minuto de silencio para denunciar a los dos últimos asesinatos machistas en Catalunya en un fin de semana que reafirma el 2024 como un año trágico. En apenas medio año, trece mujeres han sido asesinadas por las parejas o exparejas; las dos últimas, una mujer de 76 años y otra en la treintena. Los asesinos ya han sido detenidos. Estos trece casos prácticamente igualan a los de todo el año pasado (14) en todo el país y, además, superan a los cometidos en el mismo periodo, entre enero y junio: hubo 9. Si además se tienen en cuenta los niños víctimas de la violencia vicaria o mujeres asesinadas por otros familiares o personas del entorno, como los hijos –tal y como hace el departamento de Igualdad–, el número de crímenes machistas aumenta hasta 18. En total, y desde que se tienen registros, los asesinos machistas han dejado a 148 víctimas en Catalunya, entre las que cuatro niños.

Ahora bien, si en los siete primeros meses del año ha habido un repunte de asesinatos, nada hace temer que el año acabe con unos datos mucho más altos. Aunque coincidieron en el tiempo varios casos, la directora general para la erradicación de las violencias machistas del departamento de Igualdad, Laia Rosich, subraya que las cifras de feminicidios no son ningún elemento para determinar si existe un cambio de tendencia. Aunque uno solo ya es inadmisible y que detrás de cada asesinato hay un drama personal y familiar, 8, 11 o 14 casos per se no permiten realizar un análisis estadístico o epidemiológico, indica el catedrático de psicología de la UB especializado en violencia machista Antonio Andrés Pueyo. "Podemos estar ante una concentración de casos que después no tengan continuidad", plantea.

En el resto de España, este fin de semana se han cometido tres crímenes machistas, dos en la Comunidad Valenciana y uno en Madrid. En total, este año se han conocido 26 asesinatos, 1.270 desde 2003. Este lunes, tras confirmarse los cinco feminicidios –dos en Catalunya y tres en el resto del Estado–, la ministra de Igualdad, Ana Redondo , ha apuntado que los meses de verano son especialmente negativos para la violencia machista: "Quizás porque hay más relación, más convivencia, también por la climatología, que a veces complica determinadas actitudes y genera situaciones más violentas, los meses de verano son especialmente peligrosos para las mujeres”.

En cambio, a diferencia del resto del Estado, de los datos históricos se desprende que en Cataluña los veranos no son especialmente los peores meses en cuanto a la incidencia de los asesinatos machistas. Por el contrario, suele serlo en enero, después de las vacaciones navideñas. Sin embargo, las expertas recuerdan que los asesinatos son el último paso de la violencia machista. Tanto Rosich como la abogada Nati Veraguas, directora de la entidad Mujeres con Empuje de Igualada, coinciden en que la mayor conciencia de la sociedad y de las propias víctimas en identificar qué es una agresión permite que aflore una violencia que durante años se mantenía oculta.

Esfuerzo de 20 años

Ambas expertas señalan que la lucha contra las agresiones comenzó hace sólo veinte años en Catalunya y eliminarla es "una carrera de fondo, un maratón" porque la violencia machista es un "hecho estructural", arraigado en el patriarcado. Para el catedrático Pueyo, es necesario mirar con una perspectiva histórica los datos: "Los feminicidios están disminuyendo porque se ha hecho un esfuerzo enorme en políticas públicas que funcionan". Por eso, concluye que "hay que continuar con la prevención".

Para explicar la violencia machista no puede señalarse una única causa sino que en una agresión física o un asesinato se dan una suma de factores. Entre estos factores desencadenantes, está la intensidad de la convivencia en períodos festivos; el embarazo porque la mujer se centra básicamente en el bebé, y sobre todo cuando la mujer anuncia que quiere acabar con su relación. Aunque Rosich valora que cada vez las mujeres denuncian más, los datos del departamento de Igualdad constatan que entre las asesinadas menos del 20% habían denunciado. "Es mentira que las mujeres denuncian alegremente, y alrededor del 70% de las mujeres que atendemos a la asociación no lo han hecho ni lo harán durante el proceso de recuperación", apunta la responsable de Dones amb Empenta, que promueve programas propios apoyo a víctimas y gestiona servicios públicos de atención.

Entre los motivos para no denunciar al agresor se encuentra la desconfianza en el sistema, porque las mujeres temen que una vez hecha la denuncia queden desprotegidas, pero también hay que tener en cuenta que "es un proceso muy doloroso en el que se mezclan las emociones", apunta Veraguas. Además, Rosich también destaca el hecho de que Cataluña sea la comunidad donde los tribunales imponen menos medidas de alejamiento del maltratador y, en cambio, valora el plan para que las denunciantes tengan desde el primer momento asesoramiento jurídico para que el juez tenga más elementos para valorar si decreta medidas de protección.