Volver a trabajar después de haber sufrido violencia machista: "El mundo laboral está lleno de relaciones de poder"
Inspección de Trabajo de Cataluña registra 101 denuncias por acoso sexual y discriminación por razón de sexo en 2024
BarcelonaExisten muchas variantes de violencia machista. Algunos son difíciles de reconocer y que, a menudo, se silencian. El trabajo es uno de los ámbitos en los que estas variantes son más frecuentes. Lo corrobora Sandra González, educadora social de la Fundación Formació i Treball: "El mundo está lleno de relaciones de poder, y eso debemos tenerlo claro". Sin embargo, todavía se habla poco y se denuncia menos: Inspección de Trabajo de Cataluña (ITC) sólo tiene constancia de 101 denuncias por acoso sexual y discriminación por razón de sexo en todo el 2024, según datos recogidos por el departamento de Empresa y Trabajo hasta mediados de noviembre.
La violencia machista en el trabajo se manifiesta con pequeños gestos. A veces son tocamientos o insinuaciones verbales que se normalizan y las personas que los reciben se acaban sometiendo de forma involuntaria e inconsciente. González acompaña a mujeres que han sufrido violencia machista, en muchos casos en un contexto laboral, y las orienta para dar uno de los pasos más duros: volver a trabajar en un ámbito en el que, precisamente, los episodios violentos pueden perpetuarse.
Cristina Casas hace un año y medio se dirigió a la fundación después de haber vivido situaciones "desagradables" que le habían hecho perder el rumbo de su vida. Después de un tiempo largo y muy duro emocionalmente, acudió al Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC), donde la orientaron y animaron a seguir un itinerario formativo en la Fundación Formació i Treball. A través del programa Sequoia, la entidad ha acompañado en los últimos dos años a 99 mujeres que han sufrido algún tipo de violencia machista.
Hace ya un tiempo que Cristina acabó la formación front-end, que le permitió complementar sus estudios previos de diseño gráfico y programación web para terminar creando su propio proyecto. Ella identifica el tiempo posterior a la violencia como "un duelo emocional". "Sentía que había estado atada de manos y pies; ahora puedo decidir qué quiero hacer y cómo quiero hacerlo", explica. En este sentido, uno de los dilemas que trató con Sandra era el de plantearse si quería volver a "entrar en ese mundo convencional de la empresa" o si "tenía oportunidades fuera de ese mundo". Fue así como surgió la idea de crear su propio estudio de diseño y web, Rcrear.
A pesar de la ilusión que siente una vez ha pasado por todo el proceso de recuperación, Cristina afirma que "no siempre debemos ser supermujeres y poder con todo", y defiende la importancia de "permitirse llorar" y "escuchar las propias necesidades". "He aprendido a valorar la capacidad de escucha y de aceptación ya no exigirme tener que llegar a ningún sitio concreto , ni en demostrar nada a nadie, ni a mí misma", dice pausadamente y con la voz rota. A pesar de los "miedos y las inseguridades" con que convive, Cristina explica alegremente que quiere continuar con el proyecto y que la ilusión le ayuda a continuar.
Desde el departamento de Empresa i Treball aseguran que es esencial tener la fortaleza para denunciar para que se pueda tener constancia del número real de casos. Cuando Inspección de Trabajo recibe una denuncia, se encarga de proponer a la empresa una sanción, aunque no está obligada a imponerla. Las propuestas de sanciones de 2024 han sumado en total 167.000 euros.
González cree que el hecho de denunciar comporta "exponerse que tu entorno más cercano te juzgue". Por eso, y por la percepción de que denunciar es un proceso lento, que la mayoría no lo hace. "Es más fácil renunciar y cambiar de trabajo que denunciar", asegura.
Aparte de las 101 denuncias por acoso sexual y discriminación por razón de sexo, Inspección de Trabajo también ha registrado este año 169 casos en los que las empresas no tenían un protocolo de acoso sexual, o bien no estaba bien resuelto. Desde el departamento hacen énfasis en la importancia de que éste esté bien definido para detectar adecuadamente la violencia machista en el trabajo. Estas infracciones han supuesto sanciones de 90.000 euros en total.