Violencia machista

La violencia vicaria que se esconde detrás del asesinato de las niñas de Tenerife

Las huellas confirman que el cuerpo localizado en el fondo del mar es el de Olivia, la hermana mayor

Una imagen de archivo del barco oceanográfico que localizó jueves el cuerpo de la pequeña Olivia, de seis años, a mil metros de profundidad
M. R.
11/06/2021
3 min

BacelonaDespués de cuarenta días de búsqueda, el fatal desenlace del caso del Anna y Olivia, las dos niñas de uno y seis años asesinadas en Tenerife, ha conmocionado la sociedad y ha puesto de nuevo el foco en una de las formas de violencia machista más desconocidas pero no menos frecuentes, la violencia vicaria, en la cual el agresor utiliza a los hijos para hacer daño a la pareja. El barco oceanográfico que se incorporó hace una semana a la búsqueda por mar de las niñas localizó este jueves uno de los cuerpos a mil metros de profundidad. Según la agencia Efe, las huellas han confirmado este viernes que se trata de los restos de Olivia, la hermana de seis años. Inicialmente los investigadores tenían todas las hipótesis sobre la mesa, empezando por la posibilidad de que el padre hubiera secuestrado a las pequeñas y se las hubiera llevado con él al extranjero, pero todos los indicios que ha ido recogiendo la Guardia Civil han conducido a los investigadores hasta un desenlace fatal en el mar.

Ahora los esfuerzos se centran en recuperar el cuerpo de Anna y localizar al padre. Todo apunta a que el hombre mató a las hijas y se deshizo de los cuerpos mar adentro antes de quitarse la vida. El 27 de abril las niñas pasaban la tarde con el padre –los dos progenitores se separaron hace un año– en la finca del hombre, que las tenía que llevar de vuelta al domicilio materno a las nueve de la noche. Pero ya no las volvieron a ver. Unas cámaras de seguridad del puerto de Güímar captaron al padre, a solas, cargando varias bolsas a la lancha que tenía amarrada a su propiedad. Según los investigadores, el hombre hizo dos viajes mar adentro y del segundo ya no volvió. La señal de su teléfono móvil se perdió de repente a una milla de distancia del puerto y la embarcación apareció al día siguiente vacía y a la deriva. Este es el punto donde se han centrado todos los esfuerzos de la búsqueda y donde finalmente el barco oceanográfico equipado con un robot submarino consiguió localizar el cuerpo de Olivia a mil metros de profundidad. Según fuentes de la investigación consultadas por Europa Press, estaba dentro de una bolsa atada con una cadena al ancla de la lancha del padre. El día antes ya se había localizado a la misma profundidad una funda nórdica y una bombona de oxígeno que el hombre también podría haber utilizado para deshacerse de los cuerpos.

Una cuarentena de víctimas desde el 2013

Según los datos del ministerio del Interior, 39 menores han muerto en un asesinato machista desde 2013 en España, sin contabilizar todavía el caso de las niñas tinerfeñas. En 36 de los casos analizados por la delegación del gobierno español contra la violencia machista, el verdugo de los niños era su padre biológico.

El progenitor de Anna y Olivia había amenazado varias veces a la madre de las niñas diciendo que se las llevaría y que no las volvería a ver nunca más. La pareja se había separado un año antes y la madre había empezado una nueva relación con otro hombre. Pese a las amenazas, la madre de las niñas no había denunciado a la ex pareja hasta el día de la desaparición. Un patrón que se repite en la estadística del ministerio: solo en el caso de 13 de los 39 menores asesinados en los últimos ocho años había una denuncia previa por maltratos o amenazas.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se ha solidarizado con las concentraciones feministas de esta tarde en contra del alud de casos de violencia de género y, en concreto, también por el crimen de las menores tinerfeñas. Desde Costa Rica, ha lamentado que Vox y el PP hayan "banalizado" y "frivolizado" con las leyes de violencia de género.

Una menor de 17 años, asesinada por su ex novio en Sevilla

En las últimas horas se ha resuelto el caso de otra menor de 17 años en Estepa (Sevilla), desaparecida el 3 de junio. La ex pareja de la chica ha confesado que la asesinó y descuartizó el cuerpo, para deshacerse de él. La pareja tenía un hijo de cuatro meses. Según la agencia Efe, el entorno de la víctima apunta que la joven era víctima de maltratos por parte del asesino confeso, pero que no se atrevió a denunciarlos. Se trata de la decimoctava víctima de la violencia machista en España desde principio de 2021.

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