Bruno Oro: "Nos enamoramos mientras me transformaba en Cristiano Ronaldo”
Actor y cantante
Bruno Oro conoció a su pareja durante el rodaje de Vinagre. “Clàudia era ayudante de maquillaje y vino a retocarme. Aparte de la atracción física, me fijé en ella porque iba a la suya: no me hacía ni puto caso, ¡ni siquiera me miraba!” La actitud seria de la maquilladora lo cautivó y por eso celebró volvérsela a encontrar en el Polònia y en el Crackòvia.
“Después de dos o tres años de ninguneo, en el Crackòvia finalmente empezó a hacerme caso. Ella era la encargada de transformarme en Cristiano Ronaldo, así que teníamos tres cuartos de hora para hablar”, recuerda el artista. Oro rompió el muro de la maquilladora de la única forma que sabía: haciéndola reír. “El humor fue la única arma que usé. La hice reír mucho, mucho. Nos reíamos los dos, y poco a poco la relación pasó del trato profesional a una intimidad mayor”. Doce años después del primer beso, Oro afirma, bromista: “Nunca sabremos si se enamoró de mí o de Cristiano Ronaldo”.
Ahora, el día perfecto de la pareja es siempre cerca del mar: desde que pasaron la pandemia juntos en Cadaqués que viven juntos. “También nos gusta mucho viajar, la cultura, comer… Clàudia es una gran cocinera. Cuando la conocí no sabía mucho y ahora me ha desbancado. A menudo me prohíbe la entrada en la cocina porque está preparando un menú degustación y quiere que sea sorpresa”, explica Oro.
De hecho, un proyecto pendiente de la pareja es emprender una aventura gastronómica juntos: “Nos gustaría abrir un restaurante, quizás lo haremos de aquí a 10 años o quizás no lo haremos nunca, pero la idea está ahí”. También tienen muchos viajes por hacer: “Pasamos un mes en México y algún día nos gustaría hacer una pequeña vuelta al mundo”, dice Oro, que explica que a Clàudia le encanta hacer fotografías y hacer álbumes. “Tengo la suerte de tener imprimidas todas las fotografías de nuestros viajes. Es bonito mirarlos y recordar todos los momentos”.
El secreto número uno de una vida feliz en pareja, defiende el artista, es “el sentido del humor y el hecho de saber reírnos juntos”. “Lo he visto en muchas parejas: pierden el sentido del humor y la capacidad de reírse el uno del otro y entonces todo se va a pique”, reflexiona, y añade: “La pasión se desvanece con los años y queda la amistad y la complicidad, pero lo que realmente mantiene la relación fresca y de alguna manera limpia de traumas y conflictos es la risa: un buen ataque de risa es la mejor medicina”.