"Fui muy celosa hasta que aprendí a confiar en mí"
La historia de amor de la presentadora, bailarina y creadora de contenido Nadine Romero
Una noche del 2017, la bailarina y presentadora Nadine Romero entró con sus alumnas de baile en una discoteca de Manresa. Romero empezó a bailar muy joven, así que todas tenían más o menos la misma edad. Ella, 21. "Aquella noche yo no quería salir y esa noche conocí el amor de mi vida", explica Romero, ocho años después. El amor de su vida es Óscar, con quien se casará el próximo año.
La noche que se conocieron él se le acercó después de verla bailar y le preguntó si podía invitarla a una cerveza. "Vale, pero si invitas también a mi hermana", le dijo Romero, que confiesa que le gusta mucho "mandar", así que lo hace siempre que puede. De Óscar de hace ocho años, por ejemplo, recuerda que le pareció muy guapo, pero que iba "muy mal vestido". "Hace poco por fin he conseguido que se despojara de la sudadera horrible que llevaba ese día", explica, risueña.
Ya desde el principio de la relación, Romero tenía muy claro que quería estar con Óscar y sólo con Óscar. "Me gustaba mucho, y yo siempre había pensado que el amor sería difícil para mí, que debería conformarme con alguien que no me gustara mucho. Siempre me he visto guapa, pero más gordita que mis amigas, y eso me hacía sentir inferior". Con el tiempo, aceptó que todos los cuerpos son bellos y ganó confianza en sí misma. "Fui muy celosa hasta que aprendí a confiar en mí. Al principio no me gustaba que mis chicos tuvieran amigas, pero era porque me sentía insegura. Ahora confío en mí, y Óscar siempre me ha hecho sentir segura". Aún así, cuando era más joven asegura que era habitual que los demás chicos con los que había sido intentaran provocarle celos, "porque tenían el amor mal entendido y se pensaban que los celos eran amor".
Para ella, el amor es sobre todo compartir los mismos valores. "Por mucho que te guste alguien, si no comparte valores, irá mal". Óscar y ella tenían claro que querrían casarse y tener hijos. "Somos muy familiares, y de hecho las familias de ambos se parecen muchísimo", explica la bailarina.
En verano del año pasado, él le pidió matrimonio en un viaje a Maldivas. "Yo no hablo inglés muy bien, así que lo organizó todo ante mi cara sin que yo me enterara de nada", explica. Le sorprendió con un anillo de diamantes y una cena a la luz de las velas, rodeados de pétalos de rosa. ¡Y atención!: "Será la boda del año", avisa la bailarina.