El análisis de Antoni Bassas

El análisis de Antoni Bassas: 'Cuando saber catalán sea un deber se acabará el problema'

Las instituciones catalanas, como el Ayuntamiento de Barcelona, ​​tienen la obligación de poner dinero y voluntad política a corregir el desequilibrio entre catalán y castellano y, sobre todo, de asegurarse de que los recién llegados a Cataluña sepan que no pueden ignorar el catalán y, menos aún, reírse de él.

Un momento del espectáculo 'Esas latinas' en la presentación del Informe del Observatorio de las Discriminaciones en Barcelona 2024.
11/07/2025
2 min

La semana acaba con un disparate: ayer corrió el vídeo de un acto del martes del Ayuntamiento de Barcelona en el que se presentaba el informe de las discriminaciones en la ciudad, donde un grupo teatral formado por mujeres de origen hispanoamericano presentaba como una discriminación dramática que les pidieran el conocimiento del catalán y se jodían.

La polémica tiene dos capas. La primera es cómo es posible que a nadie del Ayuntamiento de Barcelona le explotara la cabeza cuando vio que en un acto sobre las discriminaciones en Barcelona se representara un espectáculo contra la discriminación de raza, género, origen y clase… que discriminaba al catalán y sus hablantes. Porque resulta que el Informe del Observatorio de las Discriminaciones de Barcelona 2024 constataba que el racismo, el género, la salud, la orientación LGTBIQ+ y las actitudes contra el uso del catalán son los principales motivos de discriminación en la capital del país.

Por tanto, hay dos posibles hipótesis, ambas fatales: la primera, que el funcionario municipal que contrató este espectáculo no es apto para el trabajo que hace ni el sueldo que cobra porque no ha entendido nada, ni ha revisado nada ni se le ha encendido una luz de alerta ante la evidencia de que, si hay una lengua discriminada en Cataluña, es el catalán el Ayuntamiento); la segunda, por el contrario, que al funcionario ya le está bien que se jodan, del catalán, porque, en el fondo, que sencilla que sería la vida si sólo habláramos castellano, ¿no?

El otro aspecto es el contenido del sketch. Que un grupo de personas latinoamericanas expresen que se sienten oprimidas o frustradas cuando les dicen que hablen en catalán, pues tienen derecho a ello e incluso podemos aceptar que esté basado en alguna escena real. Pero la realidad abrumadoramente mayoritaria es la otra: ¿cuántos pacientes se han encontrado con personal sanitario que no entiende el catalán y que se enciende si alguien les habla en catalán? Y esto es así porque, con la ley en la mano, la única lengua obligatoria es el español.

Luego, por supuesto, están las actitudes personales. Es una triste ironía de la historia que haya descendientes de los colonizados por Castilla, que borró a matadegolla las lenguas que se hablaban en América, que acaben representando sketches lingüísticos que habría podido firmar un guionista de Ciudadanos, reproduciendo el supremacismo lingüístico del "habla en cristiano".

Pedagogía y seducción a favor del catalán, siempre hay que hacerlo, pero ahora sabemos que son recursos que deben utilizar aquellos que no tienen las leyes y ya no digamos el mercado a su lado. Si el catalán fuera tan obligatorio como el castellano terminaría el problema. Y, mientras esto no sea así, las instituciones catalanas, como el Ayuntamiento de Barcelona, ​​tienen la obligación de poner dinero y voluntad política a corregir el desequilibrio entre catalán y castellano y, sobre todo, de asegurarse de que los recién llegados a Catalunya sepan que no pueden ignorar el catalán y, menos aún, reírse.

Buenos días.

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