El análisis de Antoni Bassas: 'Consignas políticas y la dura realidad de los trabajadores'
Las negociaciones con autónomos, patronal y sindicatos acaban de empezar. O ponen sentido común o enviarán a mucha gente a la economía sumergida oa pensar que en este país ser emprendedor no tiene sentido y que es mejor ser funcionario
Es sólo una foto, pero es más que una foto:
El rey de Inglaterra, Carlos III, saludando al presidente de la Generalitat, Salvador Illa. Fue ayer, en Londres, en el curso de una jornada sobre economía biocircular patrocinada por la corona británica. Aparte de este momento, fuentes del Govern dijeron que ambos se encontraron en un aparte a puerta cerrada. No habíamos visto nada parecido desde Jordi Pujol recibiendo a Isabel II en el Palau de la Generalitat, en 1988. Cuando tienes un estado detrás, con embajadores que piden a favor, como es el caso de Isla, encuentros como éste o audiencias del Papa como el de hace 15 días son más fáciles. Es una forma hábil, gráfica, de continuar con la historia de la normalización política, que no es tal si tenemos en cuenta que el poder judicial encargado de aplicar la ley de amnistía se ha declarado en rebeldía.
El discurso político, pues, va a la suya: Feijóo pincha Sánchez por la corrupción en el partido socialista, Sánchez pincha Feijóo por la desautorización constante que significan las posiciones de Ayuso (ahora contra el aborto), Sánchez se aprovecha de la hostilidad de Trump, que dice que castigará a España con aranceles si no destina a España con aranceles comprando armamento americano), y el todavía presidente valenciano Mazón ve cómo no paran de salir mentiras suyas sobre todo lo que llegó a decir la tarde que la dana y el abandono de funciones de su gobierno se llevaron la vida de 229 valencianos.
Al fondo de toda esta intensidad declarativa, estratégica, pensada para fijar los temas de conversación pública que nos interesan y desviar a los que no nos interesan, está la dura realidad cotidiana.
El gobierno español quiere subir las cuotas de los autónomos. No es una cebolla que le haya pasado por la cabeza, se trata de la reforma del sistema que los partidos aprobaron en el 2022 y que debe empezar a aplicarse el año que viene y hasta el 2028. Ejemplo de un efecto: autónomos que cobren menos de 670 euros tendrán que pagar 217 de cuota. Ya se ve que es desproporcionado y que hará que mucha gente no quieran ser autónomos porque no saldrán los números. Ya sabemos que si hay que pagar las pensiones es necesario que los trabajadores coticen, pero la carga sobre el trabajador, autónomo y en una nómina, profundiza en el efecto de trabajadores pobres, que soportan, en términos relativos, una mayor presión fiscal que otros grupos. Las negociaciones con autónomos, patronal y sindicatos acaban de empezar. O ponen sentido común o enviarán a mucha gente a la economía sumergida oa pensar que en este país ser emprendedor no tiene sentido y que es mejor ser funcionario.
Buenos días.