El análisis de Antoni Bassas: 'Netanyahu, del derecho a defenderse a la limpieza étnica'

El lunes Netanyahu grabó un vídeo para explicar a los israelíes por qué dejaba entrar camiones con comida en la Franja de Gaza, y lo dijo claro: le llaman países aliados para decirle que no pueden soportar las imágenes de niños hambrientos.

De hecho, ayer la ONU alertó de que 14.000 bebés pueden morir de hambre en las próximas 48 horas en Gaza debido al bloqueo y los bombardeos. Y ayer mismo una mayoría de países de la UE se mostró a favor de revisar el acuerdo de asociación UE-Israel, formalmente comercial, por no respetar los derechos humanos. Quizás los efectos prácticos que tendrán estos movimientos de Bruselas no sean gran cosa, pero los efectos políticos sí. La política de convertir a Gaza en un vertedero de escombros donde nadie pueda vivir, que ya ha costado más de 50.000 muertos, ha convertido a Netanyahu en un presunto criminal a los ojos del Tribunal Penal Internacional y está convirtiendo a Israel en un país señalado por una parte significativa del mundo.

Ha costado mucho, ha costado que vemos a niños esqueléticos, pero la guerra en Gaza ha roto dos grandes tabúes. Uno, en Israel: el gobierno ha ordenado matar a población civil, con bombas, balas o hambre, a conciencia, a plena luz del día, ante los ojos del mundo. Ya no importa: es más, importa que todo el mundo vea con qué crueldad se venga cuando le atacan (con la inestimable ayuda de Estados Unidos) para que a todo el mundo le pasen las ganas. Y en Europa, lógicamente prudente porque el antisemitismo justificó los campos de exterminio nazis y es algo que el antisemitismo actúa en las calles de Europa, ha decidido que el miedo a reavivar llamas antiguas no puede impedir la censura severa de lo que está haciendo Israel.

Si lo llevamos a España, ya hace tiempo que tenemos una paradoja: el PP y Vox apoyan a Israel (con varios grados de entusiasmo público) y la izquierda hace causa común con los palestinos. Hace 50 años estaba al revés: la dictadura de Franco nunca tuvo relaciones diplomáticas con Israel, el "judaismo" era un delito como la masonería, y Franco era "el amigo del islam". Las embajadas en Madrid y Tel-Aviv se abrieron en democracia. El caso es que ahora el Congreso de los Diputados ha dado el primer paso para aprobar una ley de embargo de armas de Israel (no comprarla) con 176 votos a favor y 171 en contra.

Sin embargo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ya ha dicho que dependerá de cada caso, que no fuera que los militares españoles quedaran desprotegidos. Y el embargo depende de la normativa europea, así que no puede decretarse en solitario.

La derivada a Catalunya de este cambio en el escenario internacional es que la Generalitat cerrará de forma inmediata la oficina de relaciones comerciales en Tel-Aviv, por presión de Comuns y con el apoyo de Esquerra. Con esta decisión, Isla se alinea con Pedro Sánchez, como no podía ser de otra forma, aprovechando los vientos que soplan desde la UE, y contenta a los dos socios de investidura, especialmente Comunes.

Buenos días.