La bodega alta-ampurdanés donde las ovejas pueden los viñedos y las gallinas fertilizan el suelo
La Vinyeta, en Mollet de Peralalda, gana el Premio a la Innovación Tecnológica Agroalimentaria del departamento de Agricultura de la Generalitat de Catalunya
GeronaEntre Mollet de Peralada y Masarac, en el Alt Empordà, en una masía rodeada de campos y viñedos, se encuentra una de las bodegas más visitadas y mejor valoradas de las comarcas gerundenses. Es La Vinyeta, una pequeña explotación familiar que, además de preparar de forma tradicional y ecológica su propio vino, también elabora quesos, aceite, miel y organiza un montón de actividades de enoturismo pensadas para todos los públicos. Cada año pasan cerca de 14.000 visitantes, en actividades como visitas guiadas, servicio de alojamiento, catas personalizadas, desayunos, picnics, salidas bajo las estrellas, conciertos y recitales de poesía entre viñedos. La sostenibilidad y el aprovechamiento circular de todos los residuos son el sello identitario del funcionamiento de la bodega La Vinyeta, unos rasgos que le han hecho merecedor de varios reconocimientos. El último, el Premio a la Innovación Tecnológica Agroalimentaria (PITA) a mejor empresa agraria, que otorga el lunes 10 de marzo el departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Catalunya.
Economía circular y eficiencia energética
El proyecto de La Vinyeta, que gestionan desde 2002 Marta Pedra y Josep Serra, combina los procedimientos tradicionales para elaborar vinos y productos caseros con prácticas modernas y tecnologías avanzadas con el objetivo de reducir el impacto ambiental del negocio, convirtiendo los residuos que habitualmente son un problema en recursos para nuevos procedimientos. Por ejemplo, los restos de la prensada de la uva se utilizan para alimentar a las gallinas, que producen huevos de muy buena calidad, y el estiércol de las gallinas, a su vez, se utilizan para fertilizar los olivos de los que sacan el aceite. Además, las colmenas de abejas dan miel y ayudan a la polinización, mientras que los rebaños de ovejas, que los abastecen de la lana y la leche de los quesos, cuando pastan, ayudan a gestionar las cubiertas vegetales de los viñedos y los olivos y fertilizan el suelo. Y el rechazo de la elaboración del queso, el suero de la leche llamado suero, Serra y Pedra, que son ingenieros agrónomos de formación, lo usan para aplicarlo en los viñedos y prevenir los hongos.
"Para nosotros esta distinción del departamento es un gran reconocimiento, porque no sólo premia a empresas del sector del vino, sino de todo el espectro agroalimentario, que en nuestro país es un sector muy potente e innovador", explica Josep Serra. La Vinyeta, de hecho, forma parte del cluster Innovi de innovación en el mundo del vino y participa en diferentes proyectos de investigación de universidades e instituciones como la Universidad de Girona o el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA).
Igualmente, más allá de la reutilización de los residuos, La Vinyeta también se preocupa por la eficiencia energética, con una instalación de placas solares que les permite generar un 80% de la energía eléctrica, y actualmente está trabajando en un sistema de depuración de aguas grises para utilizarlas para la acequia. También apuesta por un control biológico de las plagas y están construyendo una torre de nidificación de cernícalo pequeño.
Los vinos maridan con aceites, quesos y embutidos
Al querer aplicar un modelo circular, Marta Pedra y Josep Serra han abierto, inevitablemente, el abanico de productos hechos en casa, con una despensa de aceites, quesos, mieles, hortalizas y huevos que complementan y enriquecen la oferta y la actividad enoturística de los visitantes, sin necesidad de comprar demasiados alimentos fuera. Además, los padres de Josep Serra son carniceros, así que los embutidos también están hechos de primera mano. De uva cultivan trece variedades, todas ellas autóctonas, que permiten diversas combinaciones y un catálogo de vinos muy diverso. Ahora mismo tienen una quincena de vinos y licores en ediciones más o menos limitadas, que se pueden comprar en la bodega in situ, en tiendas especializadas o en restaurantes de la comarca. Lo último que han sacado al mercado es el Álbum, un vino tinto de cariñena, de 35 €: "Hicemos la vendimia a la manera tradicional, pisando las uvas con los pies en medio de la viña. Entonces lo dejamos fermentar espontáneamente en recipientes cerámicos que son copias de dulce servimos para futuras elaboraciones en la bodega. El objetivo es encontrar a nuestra masa madre", relata Josep Serra, que continúa: "Creíamos que el vino resultante sería rústico y salvaje, pero es todo lo contrario; es finito, elegante, con aromas de hierbas del Mediterráneo y fruta licorosa".
En cuanto a los olivos, Pedra y Serra cultivan las variedades ampurdanesas de argudell y corivell, que, combinados, dan un aceite muy intenso de aroma, potentes de gusto, aromático, ligeramente picante y un punto dulce.
Enoturismo como oportunidad para darse a conocer
Marta Pedra y Josep Serra compraron esta finca en el 2002, justo cuando todavía estudiaban, a un propietario de la zona. Primero empezó como una actividad complementaria que realizaban entre semana, y que combinaban con los estudios, hasta que, en 2006, se pasaron a dedicar a tiempo completo y abrieron la bodega oficialmente. Desde entonces, ha ido creciendo progresivamente hasta la actualidad, ampliando la oferta de productos de la tienda y también el catálogo de actividades de enoturismo, que ahora ocupan gran parte del día a día del negocio. Tienen una treintena de propuestas, como packs o cheques regalo, fijos durante el año, además de algunas de temporada, como las calçotades de estos meses, y reciben tanto parejas y familias con niños como grupos numerosos de amigos. "El enoturismo nos ayuda a transmitir nuestro mensaje para que la gente nos conozca, vea el paisaje de donde salen los vinos y, cuando se topen más adelante con nuestras botellas en una tienda o en una carta de restaurante, nos recuerden, nos recomienden y compren nuestros productos", concluye Serra.