El radar suculento

De cocinar en grandes casas (incluso la de Gerard Piqué y Shakira) a hacerlo para todos los badaloneses

El Esmolet apenas hace unos meses que ha abierto pero ya tiene unos cimientos sólidos gracias al bagaje de sus propietarios

BadalonaEn esta historia pasamos por el Via Veneto, por el restaurante de Martín Berasategui, por el Dry Martini, por el Tramendu, por casa de Gerard Piqué y Shakira y terminamos en Badalona. Hoy os presentamos L'Esmolet, el proyecto de tres cocineros que se han hecho socios para subir el listón de la gastronomía badalonesa.

Son Albert Reverté, Ivan Cruz y Pedro Cárdenas. Reverté es lo que en Badalona se conoce como BTV (una persona de Badalona de toda la vida), por lo que el proyecto fue a parar a un local luminoso de la plaza Ernest Lluch, muy cerca del mar y de la fábrica de Anís del Mono. Reverté conoció a Cárdenas estudiando en el CETT, pero después han coincidido en un montón de casas de nivel. En una toparon con Ivan Cruz, que está enamorado de la cocina y que curra desde los 14 años. Y desde entonces han trabajado juntos siempre que han tenido ocasión. Curiosamente, aunque Cruz ha participado en las aberturas de al menos tres restaurantes (uno de ellos Casa Leopoldo, cuando le cogieron Romain Fornell y Òscar Manresa y donde coincidieron los tres), no tenía claro eso de abrir un negocio propio. Fueron "los niños", como él les llama, ya que son algo más jóvenes, los que le espolearon. Y ahora no puede estar más contento de la decisión. "Nunca imaginé que sería así. Si lo hubiera sabido, lo habría hecho antes", dice. Sabe lo que cuesta poner en marcha un negocio, pero el recibimiento que los vecinos han dado a L'Esmolet ha sido de lo más estimulante. El caso de Pedro Cárdenas es distinto. Estaba haciendo de cocinero privado para el ex jugador del Barça Gerard Piqué, con el que trabajaba desde hacía mucho tiempo y para quien sólo tiene buenas palabras. Sencillamente, tenía ganas de asumir nuevos retos.

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Los tres cocineros se han implicado en el proyecto "hasta el tuétano", como pone en las camisetas que llevan los trabajadores del restaurante. Aquí no hay quinta gama. Todo lo hacen ellos. Y han encontrado a unos comensales que entienden lo que vale esto. Tanto en cuanto al producto de primera calidad como por el tiempo que implica hacértelo todo tú. Postre incluido. En la carta encontraremos varias guiños a la ciudad que los acoge, como la bomba en la badalonesa (con pulpo, patata y alioli), las patatas Corominas o los helados de Can Soler. Y también un postre que solo se puede probar en el menú de mediodía: el tiramisú en la badalonesa, que va empapado de una versión que Anís del Mono ha sacado con sabor a galleta. También han incluido en la carta de vinos dos referencias del Valle de Belén, los maravillosos vinos que se hacen junto a Sant Jeroni de la Murtra.

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Los tres son cocineros de pura cepa y, por tanto, les va el chup-chup. Empezaron con una carta sencilla que han ido perfeccionando paulatinamente. Y, de hecho, pretenden seguir haciéndolo. Me hablan del arroz de pichón y de una royale de foie que añadirán. Y de su cola de vaca, el bikini de berenjena trufado o el rollo de steak tártaro. Y de un proyecto que les hace mucha ilusión: hacia finales de este mes y hasta finales de año, el miércoles será el día que ofrecerán a la hora de comer un menú de escudilla y carne de olla. De hecho, el restaurante es un lugar con una buena carta, pero también con un excelente menú de mediodía a 19 euros que encontrará de martes a viernes. El Esmolet abre de martes a domingo para el almuerzo. Las cenas en horario de invierno son de jueves a sábado.

El Esmolet ha llegado con paso firme para engrosar la oferta gastronómica badalonesa, que tiene como punta de lanza el restaurante Almarge, de la calle León. El establecimiento de la sumiller Marta Sánchez Rombouts y del cocinero Germán Cipriano Fernández, por cierto, acaba de estrenar un menú degustación que es un paseo por su carta de temporada, que es buena todo el año, pero que sobresale cuando llega el otoño. Larga vida a los proyectos badaloneses.

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