Higos, pasión roja que tiene más nombres que días que se come

"Cada día en el jardín me vengo de mañana"
junto a la fuente, con higos de las de cuello de dama.
Y me besa el aire, sin ningún ruido ni ninguna llama,
y ahora tomo un higo, ahora tomo un sorbito."

'Los frutos sabrosos'. Josep Carner (1928)

Cada tierra hace el higo. Es la frase hecha inventada (inspirada en cada tierra hace su guerra), que va como anillo al dedo para explicar las mil y una variedades de higos de los Països Catalans. Hay tres muy destacadas. La primera es la higaflor, la temprana de la higuera. Algunos también le llaman bacora. No todas las variedades de higueras hacen figaflor y, cuando lo hacen, suele ser hacia el mes de julio. La segunda es la blanca, que tiene la piel verde, forma de peonza y se suele comer entera. Y la tercera, la más preciada, la que nos recuerda que estamos en septiembre, el cuello de dama, la primera dama. Es gorda y carnosa. Recibe este nombre por la forma del cuello, por el que cuelga de la higuera. Es la que más destaca de la población de Alguaire. Y puede tener tanto la piel negra como blanca. Quizás porque tenemos tanta variedad de higos, tenemos una paremiología tan rica, y es que hay tantas frases hechas con higos como estados de ánimo personales. Ahora mismo, no pesamos higos porque no estamos por higos sino por pasas, nueces e higos, que son buenas amigas. ¡Buen provecho!

Propiedades

Los higos son un alimento muy nutritivo, que aporta calcio de muy buena disponibilidad y también fibra, que es muy interesante para la salud intestinal. El calcio que aportan los higos al organismo es aún más importante cuando son secos, es decir, cuando pierden el agua y se convierten en frutos secos.

Cómo consumirlas

Frescas

Se trata de una fruta delicada que es necesario consumir pronto. No se conserva más de tres días en el frigorífico, pero se aconseja sacarlas un rato antes para disfrutar plenamente de su sabor. Poner en ensaladas, comer con jamón o pasar a la plancha, vuelta y vuelta, unos segundos.

Cocidas

Como frescas no aguantan mucho, es una buena idea hacer mermelada, preparar un chutney o confitarlas en almíbar.

Secas

Una vez secas, los higos pueden alargar su conservación hasta un año (en la nevera). Sin embargo, hay que tener en cuenta que al perder el agua aumenta la concentración de azúcares y de fibra vegetal, lo que las convierte en un alimento más calórico que los higos frescos.

Algunos dichos

• La higa para ser buena debe tener tres señales: agrietada, secallona y picada por los gorriones
• Marchito como un higo
• Pesar higos
• Medio higo, media uva
• Las piernas le hacen higo
• Esto son higos de otro costal
• A buena hora llueven higos
• Ser un figaflor
• Dar higos por linternas
• Bajar de la higuera
• Por Santa Magdalena, la higuera está llena
• Por San Miguel las higas son miel

Algunas variedades

Recogidas por Jordi Font Negre en la web galgoni.com