Planes en familia

5 sitios para bañarse con la familia más allá de la playa

Os proponemos escapadas a ríos, pozas y pantanos para zambullirse y escapar del calor

San Lorenzo de Montgai
5 min

BarcelonaHay vida más allá de la costa masificada y turística. Cataluña está llena de ríos, pozas y pantanos donde remojarse y poner al abrigo del calor los más pequeños de la casa. Le recomendamos cinco lugares para bañarse con la familia en todo el territorio.

1.
La riera de San Juan: la poza de Saladic y la esclusa de Rubió
Riera de Sant Joan a Monistrol de Calders

Situada en Monistrol de Calders (Moianès), la riera de Sant Joan es un destino ideal para una escapada refrescante cerca de Barcelona. A lo largo de esta riera, que forma el río Calders, encontrará varias zonas de baño perfectas para los niños donde se pueden zambullir sin dejar de hacer pie. Entre estos puntos de aguas claras, hay varias balsas, y la poza de Saladic, un pequeño salto de agua que se forma entre losas de piedra y que suele estar bastante concurrida. Pero no sufra, que algunos de los lugares más espectaculares para el baño de esta ruta están más adelante. Son la balsa que hay de la poza en el Molí d'en Sala, un antiguo molino de harina que ahora dispone de apartamentos de turismo rural y de zona de picnic y barbacoa, y la esclusa de Rubió, un lugar accesible en coche y con mesas de picnic perfectas para tomar un bocado. De hecho, esta esclusa de aguas azules se construyó para hacer llegar el agua que hacía funcionar la muela del molino y para regar los huertos de alrededor. Para llegar a estos paisajes, es necesario emprender una ruta circular de 6 km sin complicaciones y apto para los más pequeños, que comienza junto a la iglesia del pueblo y sigue un sendero paralelo a la riera con un entorno natural con vegetación abundante. Eso sí, ¡ponganse los escarpines y vigile con las rocas mojadas!

2.
La poza de Malatosca, el salto de agua encantado de San Juan de las Abadesas
Gorg de Malatosca a Sant Joan de les Abadesses

Si visita el Ripollès y Sant Joan de les Abadesses, el pueblo más pequeño de la comarca, pero con un rico patrimonio histórico, puede acercarse hasta la poza de Malatosca para ponerse en remojo. A este salto de agua se llega haciendo una caminata de 10 minutos desde el parking que encontrará frente al albergue Ruta del Ferro, antigua estación ferroviaria, situado en el km 9 de la ruta del hierro y del carbón. Si tiene ganas de caminar y conectar con nuestro pasado industrial, este tramo de la vía verde gerundense que va desde Ripoll hasta Ogassa y que sigue el antiguo trazado del ferrocarril, también es apto para niños, ya que mide 18 km y tiene muy poco desnivel. Para ir a la balsa, el camino desde el parking, rodeado de vegetación, está perfectamente señalizado y es fácil de transitar, salvo la bajada a la poza que es algo más empinada. Descender tiene premio: les esperan las aguas azules de la poza (fuerza gélidas, si sois frioleros) y, sobre todo, una calma encantadora. Encantadora y encantada, porque las creencias populares sitúan encuentros de brujas. De hecho, la leyenda cuenta que fue aquí donde una matrona ayudó a parir a una bruja, que le pagó con un puñado de lentejas que la matrona arrojó al río Ter enfurecida. Pero al día siguiente, la matrona se encontró una lenteja que le había quedado enganchada al delantal. Se había convertido en oro.

3.
Las aguas calmadas del pantano de Sant Llorenç de Montgai en Ponent
Sant Llorenç de Montgai

Ni tostarse en una playa desértica ni enfriarte en una poza de montaña: los embalses ofrecen el equilibrio de un paisaje sombrío donde refugiarse del calor y aguas más templadas. En medio del Montsec, en la comarca del Noguera, se sitúa Sant Llorenç de Montgai, un pueblo erigido a orillas del pantano homónimo regado con aguas del río Segre y que pertenece al municipio de Camarasa. Rodeado de bosque de ribera (sauces, chopos y plataneros), es un entorno tranquilo para pasear, también para zambullirse y realizar actividades acuáticas como ir en kayak. Además, es Reserva Natural de Fauna Salvaje y se puede ver una amplia variedad de aves acuáticas gracias a que mantiene un alto nivel de agua constante. Si echa mirada larga, se podrá perder en las vistas privilegiadas de montañas escarpadas, entre las que encontrará la pared del Oso, las sierras del Mont-roig y Monteró o la característica cresta Coma de Gelis. Como ya habrá podido imaginar, es destino emblemático para escaladores. Y si te apetece caminar, hay una ruta circular alrededor del pantano de dos horas y media de duración que le permitirá no perderse nada y que es apta para los más pequeños. Además, guarda una sorpresa prehistórica, ya que pasa por el yacimiento arqueológico de la Roca dels Bous, en el que se han documentado empleos neandertales de hace más de 50.000 años.

3.
El pantano de Sant Antoni, un oasis en el Pallars Jussà
Pantà de Sant Antoni a Tremp

En el Pallars Jussà hay muchos rincones con encanto, como el pantano de Sant Antoni, un gran oasis para conectar con la naturaleza situado cerca de Tremp, entre montañas prepirenaicas. Con más de 9 km² y más de 11 km de longitud, el embalse es considerado la superficie de agua dulce en mayor profundidad de Cataluña. La presa se sitúa en el municipio de Talarn y se extiende por La Pobla de Segur, Salàs de Pallars, Cuenca de Dalt e Isona y Conca Dellà. Es ideal para refrescarse en familia porque es de fácil acceso y tiene varias áreas habilitadas para el baño y para hacer picnic, y no suele haber aglomeraciones. Además, hay muchas sombras y sus aguas son perfectas para practicar deportes náuticos como kayak, pádel surf, vela o esquí acuático. Si las aguas del embalse están muy bajas, se puede ver emerger la punta del campanario de la ermita de Sant Antoni de Susterris, sumergida a raíz de la construcción del pantano entre 1913 y 1916. No es una playa, pero hay un chiringuito donde podrá hacer parada. Es el chiringuito de La Pobla, situado cerca de La Pobla de Segur siguiendo la carretera de Aramunt. Si desea disfrutar de la inmensidad de este paraje, también puede hacer una ruta circular de 17 km en bicicleta desde la Pobla de Segur hasta el pueblo de Aramunt Vell (Cuenca de Dalt), con vistas al pantano y zonas de sombra para descansar.

5.
Gorgs para elegir en las Planes de Hostoles
El Gorg del Molí dels Murris, a les Planes d'Hostoles.

¿Busca un lugar fresco para escapar del calor? En las Planes de Hostoles, en el corazón de la Garrotxa, encontrará pozas para elegir y remover. Se trata del espacio natural del río Brugent, que actualmente está regulado y es necesario reservar previamente la entrada de pago para adultos y gratuita para niños a través de la web del Ayuntamiento. Sin embargo, y aunque las pozas suelen estar concurridas, vale mucho la pena ir (y si se puede, pronto). Puede aparcar en el parking de la sala polivalente, situado en el centro del pueblo, y caminar por la vía verde del Carrilet, un camino que sigue el antiguo trazado ferroviario entre Olot y Girona. La ruta está perfectamente señalizada y pronto encontrará la poza de Can Poeti y, si continúa, llegará a la poza de Santa Margarida, uno de los más impresionantes. Si desea ir más allá, encontrará la poza del Molí dels Murris, pero esto ya le comportará un camino de 40 minutos. Otra opción es aparcar en el parking habilitado cerca del cementerio del pueblo, desde donde –atravesando la carretera– podrá caminar hasta la poza de la Plana. Las aguas cristalinas invitan a zambullirse con seguridad, pero vigila los pies que el camino pasa por lugares donde remonta el río y puede resbalar.

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