Tres cosas útiles y tres inútiles que se regalan cuando tienes un hijo

Barcelona"En casa hemos sido implacables y muchos de los utensilios que podríamos considerar inútiles no han llegado ni a entrar". Oriol es así de contundente. Acaba de ser padre de su segundo hijo y reconoce que él y su pareja han llevado a raya a todos los amigos y conocidos para evitar llenarse de trastos que se quedan sin utilizar. "El mundo de los gadgets neonatales es un gran generador de inutilidades", explica. Pese a esa actitud algo se les ha escapado y, por ejemplo, recuerda que les sorprendieron con un escurridor de biberones. "En casa no tenemos ni escurreplatos, que los ponemos sobre un trapo, ¡imagínate si tengo que utilizar un trasto lleno de varas para colocar los biberones mojados!" Y aún añade que a lo sumo han combinado dos biberones, pero que, en general, con uno que lavan después de utilizarlo tienen más que suficiente. Los esterilizadores, calentadores y otras "mandangas" sí les han frenado a tiempo, dice Oriol. Viven en una casa de 75 metros cuadrados, lo que también les ha supuesto algún problema: con la primera hija les regalaron un oso de peluche de un metro y medio de altura. "¿En qué momento te ha parecido buena idea ese regalo?", cuestiona con humor.

Sea por tradición, por la alegría que se quiere compartir o por convención, la llegada de un bebé a la familia no sólo va acompañada de ilusión, de miedo, de felicidad, de nervios, de sueño ... y de regalos. El sector lo sabe y se aprovecha de una situación de desconocimiento por parte de los padres tempranos que se ve contrastada con la cantidad de inventos, objetos y aparatos que se venden en las aplicaciones de segunda mano.

Elegir qué comprar no siempre es fácil. El presupuesto limita su elección, pero ésta también está, a menudo, condicionada por la experiencia de cada uno. Lo que a un bebé (y una familia) le puede resultar imprescindible, a otros hogares queda por estrenar. Es lo que ocurre con las hamacas, cunas e incluso cochecitos, que aunque parece un producto sin el que no puedes vivir, hay hogares en los que acaba siendo un mero objeto de decoración. "Los bebés quieren estar enganchados y dónde deben estar es en brazos de sus padres", dice la matrona Laia Casadevall, que argumenta que "es diferente lo que necesitamos los humanos y lo que empuja a la sociedad, que quiere madres productivas tan pronto como sea ​​posible". Por eso, explica, se intenta sustituir su cuerpo por aparatos, artilugios o utensilios que hagan "niños desapegados". Cree que es mucho mejor regalar un sistema de portamento ergonómico –sobre todo destaca que es necesario que así sea para evitar lesiones a los bebés– o una barandilla para colocar en la cama de los padres y evitar caídas.

"Todo es mucho más simple de lo que imaginamos y no hacen falta demasiadas inversiones", añade la matrona. "Si miramos la esencia –añade Casadevall–, lo que necesita un bebé es nuestro cuerpo y no vale dinero, pero no interesa al consumismo". De todas las compras que se hacen en esta época, lo único que calificaría de imprescindible es la sillita del coche. En ese caso invertiría por seguridad, con un modelo a contramarcha y que dure a lo largo del tiempo.

Precisamente, las sillitas de coche son uno de los productos con más I+D del sector de la puericultura. Los modelos han ido en pro de la seguridad y también la comodidad de bebés, niños y familias. "Esto es bueno –dice Neus Soler, profesora colaboradora de los estudios de economía y empresa de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) y jefe del grupo i2TIC–. Las marcas dan alternativas para generar mejores experiencias". Soler reconoce que el marketing se critica a menudo por crear necesidades, pero desde su punto de vista, las marcas permiten que se evolucione. Lo compara con los móviles y la "democratización" que se ha producido desde que aparecieron como producto para ejecutivos y la facilidad de comunicación que han aportado.

Las listas, el modelo de negocio de los nacimientos

Las marcas identifican necesidades y las cubren con sus productos para generar beneficios. En la sociedad actual, con familias estresadas, las tiendas ofrecen la alternativa a elegir productos: la propia tienda te señala qué vas a necesitar y facilita la elección a tus familiares y amigos mientras te lo gestiona todo. Las listas de nacimiento son cada vez más populares y facilitan la vida tanto a los futuros padres como a su entorno.

Anna y Marc fueron padres el pasado abril. Habían optado por hacer un documento con el que creían que sería prioritario como el cochecito –escogieron el único modelo que los cabía en el ascensor–, la sillita de coche o la trona. "El documento nos ayudó a ordenar el caos mental que teníamos", dice Anna. Por último, este documento se convirtió en la lista de una tienda donde les asesoraron y pudieron ver los productos. Lo decidieron por cuestiones prácticas: los paquetes salían todos del mismo sitio, podían conseguir algún descuento y podían compartir la lista con familiares y amigos que les pedían qué necesitaban. "Hemos estado bastante prudentes a la hora de comprar o pedir y te diría que prácticamente todo lo que hemos comprado nos ha hecho servicio", reconoce Anna, que además ha quedado sorprendida de la generosidad de su alrededor, que le ha ofrecido muchas de las cosas que necesitaban dobladas para tener en casa a sus abuelos. De momento sólo se arrepienten de haber comprado una cuna convertible en sofá. "Fue un regalo de Marc y me emocionó –explica Anna–, pero no lo hemos utilizado porque Tanit necesitaba contacto". A pesar de seguir una lista, a Anna también le han sorprendido con regalos originales. El padre de Tanit le regaló sesiones de recuperación de suelo pélvico y una pareja de amigos les llenó la nevera a la vuelta del hospital.

El papel del marketing

Soler explica que las marcas se aprovechan de la ignorancia y la inexperiencia de los padres para obtener un beneficio, pero recuerda que en las empresas éste es el objetivo. En este sector, destaca la dificultad, por parte de las marcas, de obtener productos que puedan tener una vertiente funcional y otra emocional, es decir, es necesario que para que un producto tenga éxito sea funcional –sirva para algo – y al mismo tiempo pueda despertar cierta emoción a quien le regala.

El marketing se encarga de hacer una comunicación persuasiva y destaca el rasgo diferencial de cada producto mientras omite el resto. Soler cree que para evitar caer "a la trampa de comprar inutilidades" hay que hacer compras "racionales y planificadas", al igual que cuando se va al supermercado lo mejor es ir con una lista de lo que hace falta en la nevera, fijar el presupuesto y estudiar todas las opciones posibles. Soler recuerda también que las familias tienen cada vez menos hijos y, en cambio, la ilusión es cada vez mayor. Esto, en el caso de los padres tempranos, les juega en su contra.