Familia

La edad del primer móvil llega a los convenios de divorcio

La petición se está introduciendo tanto en las separaciones actuales como en las que llevan años firmadas

El teléfono móvil es una de las herramientas que facilita el ejercicio del control de la pareja.
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BarcelonaLa revolución que las familias empezaron en octubre para conseguir que sus hijos o hijas no tengan acceso a su primer móvil hasta los 16 años, ya está repercutiendo en los convenios reguladores de divorcio, el documento que los dos miembros de la pareja pactan de mutuo acuerdo cuando se separan. "Desde hace unos meses, las parejas en proceso de divorcio están tomando conciencia del tema del primer móvil y nos piden que incluyamos en el acuerdo la edad en la que sus primogénitos deben tener el primer dispositivo", explica Mon Tur, abogada y autora del libro Divorcios con amor. De hecho, la compra del primer aparato, según la abogada especialista en derecho civil y de familia Noelia Rebón, es actualmente una de las cuestiones más controvertidas en familias en las que ha habido separación, debido a las consecuencias que puede generar un mal uso del móvil. "Para evitarlo es muy importante regularlo", deja claro.

Hasta ahora, en la mayoría de planes de parentalidad del convenio regulador, que es donde la pareja que se separa acuerda cómo será la hoja de ruta de la crianza de sus hijos o hijas, se solía fijar cuando los menores tendrían acceso a las redes sociales, a las que podrían acceder o, incluso, que los progenitores conocieran sus contraseñas para velar por un buen uso. "Ahora sobre todo se acuerda que cuando empiece la ESO [que es el momento en que hasta ahora se solía regalar el primer dispositivo] aún no tenga un smartphone", concreta Tur.

Controles parentales y autorización para publicar en las redes

Aparte de la edad, también ha incrementado la inclusión en los convenios de una autorización de la otra parte de la pareja para que los hijos puedan salir a las redes sociales, así como el establecimiento de controles parentales en las redes de los menores para saber qué uso lo hacen ya qué contenido acceden. "Hasta ahora no era muy habitual, pero en los últimos meses es una petición que ha aumentado mucho", asegura Rebón. "Se ha puesto muchas veces sobre la mesa que este control puede afectar al derecho a la privacidad y la intimidad de los menores, pero desde mi punto de vista en este caso se priorizan las obligaciones de los padres", deja claro la abogada.

Pero esta preocupación por el uso del móvil y las pantallas no sólo ha repercutido en los convenios de divorcio que se están haciendo actualmente, sino también en los que hace tiempo que se han firmado. "Exparejas han solicitado ya una modificación de las medidas de su sentencia de divorcio para añadir que sus hijos no tengan smartphone hasta los 16 años. Además, me he encontrado un aumento de solicitudes de cambios de custodia porque el integrante de la pareja que la tiene es demasiado tolerante con las pantallas y el otro quiere ponerle límites", explica Adriana Auset, abogada especialista en derecho de familia.

Aunque cada familia es un caso, la solicitud que predomina, según Tur, es que cuando comienza el instituto, entre los 11 y los 12 años, el menor sólo tenga un teléfono que pueda realizar llamadas por si tiene que avisar de algo, pero en ningún caso uno smartphone, y que no sea por lo menos hasta los 14 años cuando tenga acceso al smartphone. "Es la diferencia entre estar comunicado con sus hijos o hijas o que tengan acceso a todo", apunta.

¿Pero qué pasa si la pareja discrepa? "Para que el convenio regulador salga adelante, ambas partes deben ponerse de acuerdo en todas las cláusulas que se incluyen. Y si la de establecer una edad para tener el móvil es un punto fundamental y ninguna de las dos partes no cede será el juez quien lo decidirá", deja claro Rebón. Auset, sin embargo, recuerda que de poco sirve limitar el uso de un teléfono a una edad determinada si los padres no dan ejemplo. "Si los adultos somos los primeros que en la sala de espera del médico miramos el móvil, o cuando estamos en un restaurante, ¿cómo pretender que a los hijos no les atraiga el dispositivo?"

Las familias reclaman un pacto social

Seis de cada diez familias con hijos en primaria coinciden en que la mejor edad para dar el primer móvil es a partir de los 16 años. Sin embargo, ocho de cada diez familias que ya tienen hijos en el instituto reconocen que les compraron el primer dispositivo a los 12 años o incluso antes. Son datos que recoge una encuesta realizada a casi 23.000 familias catalanas para el grupo Adolescencia Lliure de Mòbil, que lucha por retrasar la compra del primer móvil hasta los 16 años. Ante estos resultados contradictorios, la mayoría de familias encuestadas (85%) se han mostrado partidarias de alcanzar un gran pacto social para consensuar el retraso en la compra del primer dispositivo.

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