Regreso a la escuela

Ocho ideas prácticas (con manualidades incluidas) para empezar el curso con calma

El 9 de septiembre los estudiantes de primaria volverán a las aulas

Un ejemplo de cadena para contar los días que quedan para empezar la escuela
Cristina Carbonell
27/08/2024
3 min

Se acerca la vuelta a la escuela. Los niños se despiden de las vacaciones de verano después de más de dos meses de desconexión y pocas rutinas, lo que hace que muchas familias nos preguntemos cómo podemos ayudar a nuestros hijos a afrontar el inicio de un nuevo curso de manera positiva . He aquí ocho ideas que nos permitirán transitar de las vacaciones a la rutina escolar con serenidad.

  • Mostrarnos confiados y tranquilos

Seamos conscientes de nuestro lenguaje y estado de ánimo, porque lo transmitimos a las criaturas. Muestremos confiados, serenos e ilusionados ante esta nueva etapa que comienza. Nuestra calma es su calma.

  • Conectamos y validamos sus emociones

Preguntémosles cómo se sienten, qué piensan de la vuelta a la escuela. Validemos sus emociones, tanto si quieren volver como si no, ofreciéndoles comprensión y cariño. Hágales saber que es normal que nos echen de menos, tengan nervios o lloren. Tienen que saber que les apoyamos y que nos tendrán a su lado cuando nos necesiten. “Entiendo que te cueste separarte de nosotros, lo hemos pasado muy bien, ¿no? En la escuela te espera tu profesor o profesora y tus amigos, con los que seguro también te lo pasarás bien. Y después de merendar te vendré a buscar e iremos juntos a casa”.

  • Anticipamos

A qué clase irá, quién le llevará a la escuela, si se quedará a comer, cuando vendrá a buscarlo… saberlo le dará seguridad. Para quienes se incorporan por primera vez a la escuela puede ser una buena idea pasar por delante los días previos. Anticiparse y hablar con los niños del lugar al que irán y qué harán les ayuda a sentirse seguros. Los cuentos son también una herramienta maravillosa que les permite identificarse con los personajes y descubrir nuevos escenarios.

  • Recuperamos los horarios y rutinas

Es recomendable que unos días antes del inicio de curso empecemos a recuperar de forma progresiva tanto los horarios de sueño como las rutinas. Podemos crear una mesa de rutinas con imágenes. Esto les ayudará a visualizar qué toca hacer en ese momento, sin que lo tengamos que estar recordando continuamente.

Esquema de rutinas
  • Preparamos juntos el material

Una de las cosas que más ilusión les hace es preparar el material escolar. Habrá elementos que podremos aprovechar del curso pasado y otros que tendremos que ir de compras. En cualquier caso, es importante que ellos participen en todo el proceso y se encarguen de prepararlo e ir señalando en la lista de material a aquellos que ya tenemos a punto. De esta forma no sólo los involucramos en los preparativos, sino que además fomentamos su autonomía y responsabilidad.

  • Cuenta atrás

De pequeños los niños y niñas no tienen asimilada la noción temporal. Si les decimos que faltan siete días para empezar la escuela, no lo entenderán, porque es un concepto abstracto. Una propuesta sencilla y visual es crear una cadena simulando una cuenta atrás (tal y como se ve en la fotografía). Por ejemplo, la semana antes preparamos una cadena formada por siete papeles, tantos como días faltan por empezar la escuela. Cada mañana retiraremos un papel. Al ser un material tangible, serán más conscientes del paso del tiempo.

  • Empecemos con buen pie

¡Y por fin llega el gran día! Despertémoslos con tiempo suficiente para desayunar juntos e ir con calma hacia la escuela, sin prisas. Una buena opción es dejar la ropa y la mochila preparadas el día anterior. Al llegar a la escuela es importante que nos despedimos del niño y le recordamos que le iremos a buscar más tarde. No aprovechamos un momento de distracción para irse sin que nos vean, porque se sentirían desubicados y engañados. Aprovechamos el reencuentro de la tarde para disfrutar de un tiempo especial.

  • Paciencia, empatía y amor

El último punto, pero no menos importante: paciencia, empatía y amor. Los cambios de rutinas suelen ir acompañados de nervios y cambios de humor. Habrá niños que se adaptarán antes, otros necesitarán más tiempo. Paciencia, empatía y amor incondicional serán ingredientes clave para acompañarlos en este proceso de forma positiva y respetuosa.

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