Lo pequeño que era...

Paula Leitón: "Gracias al trabajo que he hecho con mi cuerpo he ganado el oro olímpico"

La campeona olímpica, después de realizar un ciclo superior de deportes, estudia educación primaria en la UNIR para ser profesora

Paula Leitón en una fotografía de cuando era pequeña.
20/05/2025
3 min

Paula Leitón (Terrassa, 2000) es jugadora de waterpolo del CN ​​Sabadell. Con la selección ha ganado la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y la de oro en los de París 2024.

Fue a la escuela pública del barrio, Pere Viver de Terrassa, frente a su casa. Y ya muy pequeña la asignatura que más le gustaba era educación física. "Tenía una profesora muy guay, que todavía está ahí, y creo que aquí me enganché al deporte", explica. De hecho, desde los dos años que entró en una piscina y ya no ha salido adelante. "Siempre he sido muy gorda y el médico le recomendó a mi madre que me iniciara en un deporte. Primero hice natación y con siete años pasé a waterpolo".

Leitón, que mide un metro y noventa centímetros de altura, recuerda que de pequeña ya iba al lado de la profesora y era como ella, porque siempre ha sido muy alta. "Siempre lo he visto como algo bueno. Para el waterpolo me ha ido bien, siempre he sido cómoda porque mis padres también son corpulentos, son altos, así que para mí ha sido normal", dice.

Desde que era una niña que combinaba los estudios y el deporte. Entrenaba por las tardes hasta que en segundo de ESO entró en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. "Entonces tenía que madrugar para coger el tren. Teníamos clase por la mañana hasta las once, entrenábamos de 11 a 14,30, comíamos y íbamos a clase otra vez. A las cinco fuimos a casa y yo entrenaba por las tardes en el club", dice. A sus dieciséis años firmó su primer contrato laboral con el Sabadell como profesional de waterpolo. "Hice el bachillerato online para poder compaginarlo con lo que era la primera experiencia a un equipo profesional, que ya entrenaba mañana y tarde", señala.

Actualmente, después de haber realizado un ciclo superior de deportes, estudia educación primaria en la UNIR para ser profesora. "He sido muy consciente de que de este deporte se puede vivir mientras juegas. Una vez deje de jugar necesitaré tener una salida laboral porque, si no, no podré vivir de nada. Desde pequeña mis padres han sido claros con este tema", asegura.

La disciplina del deporte

El waterpolo fue una novedad en la familia. "La madre limpia a hacienda y mi padre está prejubilado. Era encofrador. Descubrieron el waterpolo conmigo y se han vuelto unos fans incondicionales", asegura. Su hermano, dos años menor, es cocinero. "Él hacía baloncesto y uno iba a verlo a él y al otro a mí. Mis padres han hecho un sacrificio muy grande de muchas horas de acompañarme partido tras partido".

Con quince años, Leitón acudió al Campeonato Mundial de Kazán ya los dieciséis, en las Olimpiadas de Río de Janeiro. "Me encontré. Fue en el momento en que Andrea Blas, por un tema de lesión, salió del equipo y entonces entré yo."

En cuanto a la vida social, el deportista asegura que sus amistades, actualmente, son del mundo del deporte, compañeras del equipo o del CAR. "En Primaria mis compañeros a la salida de la escuela jugaban. Yo era muy disciplinada y tenía muy claro que debía ir a entrenar".

Tras cumplir su sueño y proclamarse campeona olímpica con la selección de waterpolo, Paula Leitón tuvo que sentir insultos y críticas en su cuerpo. La catalana hizo frente a la grasofobia con pedagogía. "Nadie se espera que ocurra esto en el momento más bonito de la carrera. Verbalizar lo que me pasó no sólo creo que me ha ayudado a mí, sino que ha ayudado a muchas personas."

"El trabajo que yo he hecho con mi cuerpo, mi fuerza, es lo que me ha permitido competir a alto nivel y estar en la posición que es la boya y que requiere un estado físico que es diferente al de la lanzadera. Hubo un tiempo en el que estaba más delgada y la gente me elogiaba. ¿Pero yo me preguntaba: «Está yo me preguntaba: «Está yo me preguntaba: «Está yo me preguntaba: «Está yo me preguntaba: Y me dije: «Tengo que estar bien para poder ser la mejor en waterpolo, pues a trabajar», asegura.

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