Hacer sombra en el patio con materiales reciclados
La Escola Rius i Taulet apuesta por acercar la arquitectura sostenible a los alumnos
BarcelonaDe la misma manera que en la escuela se enseña cómo es el cuerpo humano por dentro o cómo están formados los océanos, no hay motivo por el que los alumnos no sepan cómo leer un plano de una vivienda y su orientación solar. O incluso cómo está construido y qué materiales se pueden utilizar. Un poco siguiendo esta filosofía, centros educativos como la Escola Rius y Taulet, situada en el barrio de Gràcia de Barcelona y que forma parte del proyecto Magnet, han decidido apostar por la arquitectura como eje transversal en su pedagogía. Uno de los primeros proyectos que se han realizado en este programa, que se prevé que dure cuatro años, es un taller de construcción con materiales económicos, como el bambú, la madera reciclada y el cartón. ¿El objetivo? Que los alumnos tomen conciencia de la importancia de los materiales y el respeto al medio ambiente, participando activamente en la manipulación y creación de las construcciones.
El taller en cuestión, que se realizó el 12 de junio, fue dirigido por los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) de la asignatura de tecnologías de bajo coste, que en el patio de la escuela mezclaron alumnos de entre I3 y sexto de primaria para trabajar con los materiales reciclados y naturales. Quien también estaba presente era Sandra Bestraten, presidenta de la demarcación de Barcelona del Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) y profesora de los estudiantes de arquitectura que impartían el taller.
"El ejercicio consistía en hacer sombras en el patio de la escuela a partir de diferentes materiales con recursos bajos, sin tener que gastar dinero, como cajas y tubos de cartón, cañas de la orilla del río, mimbre o madera reciclada de palés", explica Bestraten. A partir de aquí, los alumnos aprendían primero a planos y maquetas pequeñas, que progresivamente hacían mayores hasta prácticamente caber dentro. "Cuando pudieron entrar en el interior de la maqueta pudieron entender y vivir de primera mano el concepto de las percepciones", prosigue la presidenta del COAC.
Aprender de forma inmersiva
Durante el taller también se trabajó mucho con la geometría y las diferentes opciones a la hora de unir las piezas de forma ingeniosa: uniendo cañas con pelotas de pádel o residuos de mangueras. "Se trata de aprender a construir de la forma más fácil y sencilla posible", apunta Bestraten, que pudo observar cómo alumnos de edades muy diversas podían resolver bien todos los pasos. "La creatividad se aprende experimentando, no sentado en una silla escuchando, y esto es importante en todas las profesiones", prosigue la profesora. Para ella, los talleres deben ser lo más inmersivos y experimentales posibles: "Es la manera de aprender a resolver problemas e incorporar más soluciones y variables a lo que va surgiendo".
Por su parte, Nieves Larraz, directora de la Escuela Rius i Taulet, se ha mostrado muy satisfecha por el resultado del taller: "Los niños disfrutaron mucho porque no están acostumbrados a trabajar con material reutilizable y de bajo coste como las cañas o el cartón, y eso les estimuló la imaginación". Todo ello sin dejar de lado que durante la jornada también se valoraron cuestiones como la reutilización, el respeto al medio, la educación sostenible y la participación y colaboración entre todos. "Me gustaría repetirlo el próximo año y que también pudieran participar las familias", concluye.
La Escuela Rius i Taulet ha puesto en marcha este curso que ahora acaba este proyecto para promover la arquitectura en alianza con el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC). La escuela forma parte del programa Magnet, alianzas para el éxito educativo, que reúne a 47 centros educativos de toda Cataluña. Un total de 10.000 alumnos de primaria y secundaria han realizado talleres de arquitectura gracias al programa Arquitectura en las Aulas del COAC.