¿Un café hecho con agua de los canales de Venecia? Sí, gracias
Diller Scofidio + Renfro ganan el León de Oro de la Bienal de Arquitectura con una máquina que hace potable el agua de laguna
VeneciaCon el permiso de la pasta, el café es otro de los iconos del patrimonio gastronómico italiano. Y los italianos, como suele ocurrir en todas partes, son muy críticos cuando viajan y encuentran que fuera no tratan bien sus productos. Ahora no necesitan salir de casa para encontrarse con un buen reto: ¿sería capaces de beberse un café hecho con el agua de un canal? Ahora es posible, y este sábado el proyecto Canal Café ha recibido el León de Oro a la mejor participación en la 19a Bienal de Arquitectura de Venecia. Después de cerca de veinte años, los arquitectos Diller Scofidio + Renfro, junto con Natural Systems Utilities, SODAI, Aaron Betsky y Davide Oldani han logrado culminar la creación de una "ecomáquina" que combina procesos naturales y otros artificiales para hacer potable el agua de los canales.
Para el jurado, Canal Café es "una demostración de cómo Venecia puede ser un laboratorio para especular sobre cómo vivir en el agua, a la vez que ofrece una contribución al espacio público de la ciudad". Asimismo, reconoce la importancia que "la experimentación transdisciplinaria" tiene en la trayectoria de Diller Scofidio + Renfro y un ejemplo de cómo la Bienal puede mantener proyectos de larga duración más allá de los meses que está abierta. Al recoger el premio, Elizabeth Diller lo dedicó a su socio y marido Ricardo Scofidio, fallecido en marzo, y hizo hincapié en el carácter "de equipo" que tiene este experimento y en querer hacer una reflexión sobre el "problema profundo" de la falta de agua, la contaminación, los estragos del turismo, el cambio de riesgo.
El conjunto del palmarés, que incluye algunas menciones especiales, refleja la voluntad del jurado de reconocer las distintas caras –las más tecnológicas y las de distintas latitudes– de la arquitectura actual. El León de Oro al mejor pabellón nacional se lo ha llevado el de Bahréin, cuya comisaria es Andrea Faraguna, al ofrecer "una propuesta viable para condiciones de calor extremo". Para ello, Faraguna ha utilizado "métodos tradicionales de refrigeración pasiva típicos de Oriente Próximo, que recuerdan las torres de viento y los patios sombreados".
Han recibido una mención especial dos de los pabellones que más sonaban como favoritos para llevarse al León de Oro: el primero es el del Vaticano, titulado Obra abierta, que cuenta con la participación de la arquitecta mexicana Tatiana Bilbao, el estudio barcelonés Maio y las comisarias Marina Otero y Giovanna Zabotti. El pabellón consiste en la restauración del antiguo monasterio que le acoge y la instalación de un comedor social y espacios para que los estudiantes del conservatorio de Venecia puedan ensayar. "Para mí la arquitectura es una forma primordial de cuidado, primero en el cuerpo, y después es una plataforma para la interacción social", explica al ARA Tatiana Bilbao. Este proyecto continúa la línea social del Dicasterio de Cultura del Vaticano en la Bienal, como el proyecto que realizaron el año pasado en prisión de mujeres. "La arquitectura y el arte han sido una parte fundamental del trabajo de la iglesia, pero ahora no deben ser unos trabajos espectaculares, sino que la arquitectura debe servir a la comunidad. Nunca pensé que nuestro trabajo coincidiera con lo que decía el papa Francisco", dice Marina Otero. Para el jurado, Obra abierta significa "la creación de un espacio para el intercambio, la negociación y la restauración", así como "un espacio para el intercambio cultural".
El afán del Reino Unido por sanar la relación con Kenia
El otro país que ha recibido una mención especial es Reino Unido. Su pabellón brilló porque plantea una relación con una ex colonia, Kenia, con un afán de "reparación", como dicen los organizadores. El recorrido comienza en la fachada del edificio, cubierta con una nueva piel hecha entre Kenia e India con unas piezas de restos vegetales, barro y vidrio, y continúa en el interior con una retahíla de instalaciones. Entre ellas, destaca la reproducción a escala natural hecha con rotán de una de las cuevas de los esclavos de Shimoni, un sistema de cavidades naturales que sirvieron como celdas para retener a esclavos antes de transportarlos a otros lugares. “Antiguamente estas cuevas estaban conectadas por un corredor escondido que se extendía varios kilómetros hasta las Tres Grandes Cuevas Hermanas, donde los esclavos fugitivos buscaban refugio. Hoy en día buena parte de la red ha quedado enterrada de sedimentos y el trauma del pasado. El objetivo de esta instalación del pabellón británico es “reimaginar un espacio”. desenterrando historias olvidadas de bajo la acumulación de limos y arena". Según el jurado, el proyecto plantea "una nueva relación entre arquitectura y geología".
En cuanto al León de Plata a la mejor participación en la exposición central, los ganadores son Kate Crawford y Vladan Joler por la Calculando imperios: una genealogía de la tecnología y el poder desde 1500, sobre cómo las infraestructuras digitales y sociales han coevolucionado a lo largo de los siglos. El público catalán no hace falta que viaje a Venecia para verla: la arquitecta y comisaria Olga Subirós la ha colocado al comienzo de la exposición del DHub Matter matters. Según el jurado, este diagrama es una herramienta para mejor comprender nuestro presente y construir futuros alternativos".
El jurado ha concedido otras dos menciones especiales en este ámbito: el documental Urbanismo alternativo: los mercados autogestionados de Lagos, de Tosin Oshinowo, porque aportan conocimiento sobre los mercados de objetos de segunda mano, ropa y electrónica usadas en África. "Este premio es para el Sur Global", ha dicho Oshinowo cuando ha recogido el premio. Según el jurado, "estos mercados son elementos clave dentro de un robusto ecosistema que merece ser estudiado por su adaptabilidad circular", y también los considera como "prototipos de innovación". Por último, el jurado ha reconocido al santuario al aire libre Capilla de los elefantes, del arquitecto tailandés Boonserm Premthada, hecho con heces de elefante para celebrar la "convivencia armónica" de humanos y elefantes durante siglos.