La odisea por recuperar el icono olímpico de Enric Miralles y Carme Pinós

BarcelonaLas instalaciones de tiro con arco de los Juegos Olímpicos de Barcelona, de Enric Miralles y Carme Pinós, son una de las obras más icónicas de la arquitectura catalana y española de las últimas décadas y, al mismo tiempo, un caso paradigmático del camino pendiente para que las administraciones valoren plenamente la arquitectura contemporánea y, en su caso, patrimonializarla. A raíz del derrumbe que se produjo en el Carmel en el 2005, la empresa pública GISA derribó en el 2008 uno de los dos pabellones del edificio, el de competición, durante las obras para realizar un nuevo túnel de maniobras de la L5 del metro, y con el compromiso de reconstruirlo. Compromiso, hasta ahora, incumplido.

Según ha podido saber el ARA, el departamento de Territorio sí que podría cumplirlo coincidiendo con las obras de un edificio de consultas externas del Hospital Universitari Vall d'Hebron y la edificación de la nueva sede de la Agencia de Salud Pública de Barcelona en el solar cercano de la Losa del Vall d'Hebron, lo que permitiría ahorrar recursos. Aún así, todavía hay mucho trabajo por delante. "Hasta que no se concrete la modificación del Plan General Metropolitano de la Teixonera y la Losa del Vall d'Hebron, que corresponde al Ayuntamiento de Barcelona, ​​no sabremos ni el papel del Incasòl, ni el espacio que ocupará ni el presupuesto de la reconstrucción", advierten fuentes de Territori. "En el momento que esto ocurra, estudiaremos los pasos a dar. De momento, lo único cerrado por nuestra parte es la construcción del CAP", explican las mismas fuentes.

El planeamiento urbanístico de la Llosa del Vall d'Hebron fue aprobado en marzo y la cesión del solar para poder empezar a planificar las obras podría estar terminada "antes de que acabe el año", según fuentes municipales. Está previsto que el nuevo edificio de consultas externas esté operativo en 2027, así que si las obras del edificio del tiro con arco –que costarían unos 3,7 millones de euros– se llevaran a cabo coincidirían con la Capitalidad mundial del 'Arquitectura de Barcelona en el 2026. “Como ciudad, ¿no podemos recuperar el campo de tiro de Miralles y Pinós, y más con una capitalidad mundial de la arquitectura a la vista?”, plantea el arquitecto Josep Maria Boronat, presidente de la Agrupación de Arquitectos para la Defensa y la Intervención en el Patrimonio Arquitectónico (AADIPA) del COAC. "Hacerlo durante la capitalidad mundial de la arquitectura enviaría un mensaje muy potente", subraya.

Un edificio en ruinas y otro degradado

Las características piezas de hormigón del edificio de competición siguen degradándose en un solar cercano, al igual que el edificio existente, el de entrenamiento, mutilado y lleno de pintadas. "Es realmente desesperante, porque ningún organismo ha expresado voluntad firme de reconstruirlo, sólo ha habido palabras y buenas intenciones", lamentan desde el estudio de Carme Pinós. Para la también arquitecta y socia de Enric Miralles Benedetta Tagliabue, el menosprecio del complejo tiene que ver con la temporalidad de los Juegos Olímpicos. “Las instalaciones de tiro con arco ganaron premios como el Ciudad de Barcelona y estaban muy bien consideradas, pero el hecho de que se construyeran para un evento como los Juegos Olímpicos hizo que después tuvieran que cambiar sus usos, y no funcionó”, lamenta Tagliabue. “El edificio de competición quizás no se hubiera derribado si hubiera continuado teniendo usuarios, y no sé si la situación del otro es aún peor. ¡Es horrible, está tan vandalizado, tan sucio! ¡No se ha hecho ninguna inversión, y no se limpia!”, subraya.

El mal estado de las instalaciones de tiro con arco vuelve a estar de actualidad porque la Fundación Enric Miralles acogió durante las Semanas de Arquitectura un encuentro entre el director de la cordobesaFundación Arquitectura Contemporánea, Carlos Anaya, y Benedetta Taglibue para reflexionar sobre la protección de la arquitectura contemporánea y presentar el programa Arca de la institución andaluza. “A menudo descubrimos que se ha perdido una obra relevante y no se puede hacer nada, y con el programa Arca queremos dar impulso a la conservación de abajo hacia arriba, es decir, empoderar a la ciudadanía en vez de pedir declaraciones de bien de interés cultural (BIC)”, afirma Anaya. "Hacemos acompañamiento ciudadano y asesoramiento legal desde la comunidad local, y reivindicamos que a través de la actualización de los catálogos patrimoniales sea la ciudadanía quien decida, mediante un debate abierto y transparente, qué elementos deben tener algún tipo de protección", explica . Las instalaciones de tiro con arco encajarían en la línea de trabajo de reconocimiento de obras premiadas y posterior información a los ayuntamientos de las obras en riesgo. “Las instalaciones tienen tanta calidad que se les podría perdonar la vida, como los toros indultados”, remacha Tagliabue citando a la arquitecta Victoria Garriga, antigua colaboradora de Miralles.

El futuro esperanzador del Espacio Bertelsmann

Coincidiendo con el encuentro, la Fundación Enric Miralles acogió una exposición de pequeño formato con documentos de las instalaciones de tiro con arco y de una obra que Miralles hizo en solitario unos años más tarde, la sede social del desaparecido Círculo de Lectores, actualmente conocido como Espacio Bertelsmann. Esta otra obra ha sufrido muchas modificaciones. “La Fundación Bertelsmann había hecho, por su cuenta, cambios en la parte delantera de la sala y en la puerta, y además derrocaron una parte para construir una escalera que más adelante se derribó”, explica Tagliabue. “Ahora tenemos una buena relación y una buena comunicación con la fundación porque su vicepresidente, Francisco Belil, vive en Barcelona y conoció a Enric, y le tiene una grandísima estima. Cuando entró en la fundación empezó a consultarnos sobre cómo adaptar el edificio a las nuevas circunstancias, y sobre cómo mantenerlo, que tampoco es fácil”.

El Espacio Bertelsmann es uno de los últimos edificios de Enric Miralles que se está beneficiando del asesoramiento de su estudio en cuanto a intervenciones o mantenimiento. Antes, Tagliabue y su equipo habían asesorado para la ampliación de la escuela de música de Hamburgo con un auditorio, para la reforma del Ayuntamiento de Utrecht para optimizar su eficiencia energética y por un espacio infantil en la Biblioteca Enric Miralles de Palafolls. "Lo que hacemos no interfiere en el espíritu del edificio", dice Tagliabue. En cuanto al legado del estudio Miralles Pinós, Carme Pinós ha dicho a menudo que ve la intervención en estos edificios como "un acto de responsabilidad". En los últimos años, ha diseñado el crematorio del cementerio de Igualada y, actualmente, está llevando a cabo diferentes reformas y diseñando una escuela de música en el centro cívico de Els Hostalets de Balenyà.