El Papa aprueba el primer paso para santificar a Antoni Gaudí

BarcelonaEl papa Francisco aprobó este lunes el decreto en el que reconoce las "virtudes heroicas" del arquitecto Antoni Gaudí, conocido como "el arquitecto de Dios" por su trabajo en el diseño de la Sagrada Família de Barcelona. Francisco, que todavía está convaleciente de una infección respiratoria, recibió el prefecto del Dicasterio para la Causa de Santos, Marcello Semeraro, y firmó algunos decretos, entre los que también están los tres sacerdotes Pietro Giuseppe Triest, Angelo Bughetti y Agostino Cozzolino.

El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado "venerable siervo de Dios'", título que se da a una persona difunta a la que se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica". La segunda etapa es la de beato, y la tercera, la de santo. "Qué alegría saber que el Papa ha firmado el decreto que declara Antoni Gaudí venerable", dice la arquitecta y experta gaudiniana Chiara Curti. "Realmente hacía falta un protector para los arquitectos, pero sobre todo para todos los que desean que su trabajo no sea en vano. La primera biografía de Antoni Gaudí termina con estas palabras: «Gaudí, visto fuera de la fe, siempre será incomprensible». No sólo tenemos un santo más al que mirar, sino también lugares donde la belleza no es un fin en sí".

Asimismo, Curti recuerda el impacto de los edificios de Gaudí en el público: "Quien haya podido admirar al menos una vez la obra de Gaudí se da cuenta de que todo lo que se contempla no es fruto de un pensamiento conceptual, sino de una profunda y constante contemplación de los misterios de la naturaleza a través de los ojos.

Un creciente ascenso espiritual

Según la información publicada por el Dicasterio para las Causas de los Santos, es decir, el organismo de la Santa Sede responsable de gestionar los procesos de beatificación y canonización dentro de la Iglesia, el conocimiento y adhesión de Gaudí a los misterios de la fe cristiana se remonta al mismo año que se licenció, en 1878, y se concretó en los textos Manuscrito de Reus. Más adelante, Gaudí sufrió una grave enfermedad durante la Cuaresma de 1894, causada por un riguroso ayuno que, "pese a poner en peligro su vida, fue a la vez una profunda experiencia espiritual en su búsqueda de Dios".

Asimismo, la vida espiritual de Gaudí dio un giro cuando se quedó solo en 1910 después de la muerte de su padre y su sobrina, y emprendió "un verdadero ascenso espiritual y, rechazando nuevos encargos, se concentró en la construcción del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia". "El Venerable Siervo de Dios consideró que la Sagrada Familia era la misión que Dios le había encomendado. Con esta conciencia, transformó el proyecto neogótico original en algo diferente y original, inspirado en las formas de la naturaleza y rico en simbolismos que expresaban su profunda fe y espiritualidad, influida por los benedictinos, quienes documento hecho público este lunes.

Los autores de la justificación de la designación de Gaudí como venerable recuerdan que sus últimas palabras fueron "¡Dios mío, Dios mío!", y que a su séquito fúnebre asistieron unas 30.000 personas. "Gaudí afrontó los obstáculos y las dificultades con coraje y confianza en Dios. Soportó envidias y celos, así como la amargura de la derrota por obras inacabadas o no realizadas. A pesar de continuar trabajando como arquitecto, se fue retirando progresivamente en sí mismo, en la oración, la lectura de la Biblia, la vida litúrgica os X", dice también el texto.

El camino interior de Gaudí alcanzó la cima en su último periodo, "alimentado por una vida austera, casta, de tipo monástico, centrada en la oración, las penitencias y rigurosos ayunos". "Movido por el anhelo de unión con el Señor, condujo una vida espiritual y moral buena, por encima de lo común, con algunos rasgos de vida mística. Fue un cristiano convencido y practicante [...] La fama de santidad se desarrolló sobre todo en los últimos años de su vida y ha perdurado viva e intensa en el tiempo, no sólo en España, sino también" justificación.