El plátano de los 6 millones de euros

BarcelonaComedian, el plátano pegado a la pared del artista conceptual Maurizio Cattelan, se ha vendido este miércoles por cerca de 6 millones de euros en una subasta en la casa Sotheby's de Nueva York. El comprador, el empresario chino de criptomonedas Justin Sun, recibirá, junto con la pieza de fruta y la cinta adhesiva que la sostiene en la pared, un certificado de autenticidad del plátano, que debe rehacerse más o menos cada siete días (según las recomendaciones del propio artista y de la casa de subastas).

"Esto no es solo una obra de arte; representa un fenómeno cultural, un puente entre los mundos del arte, los memes y la comunidad cripto", ha dicho Justin Sun en una declaración distribuida por Sotheby's. "Además, en los próximos días me comeré personalmente el plátano como parte de esta experiencia artística única, y honraré así su lugar en la historia del arte y la cultura popular", añadió.

La subasta ha reabierto la controversia generada por el artista italiano Maurizio Cattelan cuando presentó Comedian en la feria Art Basel de Miami en 2019, donde tres versiones de la obra se vendieron entre los 100.000 y los 135.000 euros mientras se ponía en marcha el eterno debate sobre si todo era una tomadura de pelo y si todo vale en el mundo del arte. Otro artista, David Datuna, siguió estirando el hilo de la provocación yendo al stand de la galería y comiéndose el plátano. Puede debatirse sobre la supuesta denuncia de la fugacidad del dinero y sobre la crítica a la ambición narcisista de quienes pueden destinar seis millones a comprar una obra. Sin embargo, en un mundo del arte en el que la cotización económica hace ya mucho tiempo que se ha comido el interés artístico, poco recorrido tiene ninguna polémica ante hechos consumados como los de la subasta de Comedian en Nueva York, que enseguida se encaramó más allá del millón de euros hasta alcanzar los 6 millones definitivos. El arte es el mercado, amigo...

"Para mí, Comedian no era una broma, sino un comentario sincero y una reflexión sobre lo que valoramos. En las ferias de arte reinan lo rápido y lo negocio, así que yo podía vender un plátano como otros venden sus cuadros, pero con mis reglas", explica Cattelan en un comunicado recogido por Sotheby's.