"Soy de Cornellà y mi abuelo era pastor, pensaba que no me iban a coger para hacer de Milena Busquets"

BarcelonaMarina Salas (Cornellà de Llobregat, 1988) fue sin demasiadas esperanzas en el casting de la película También esto ocurrirá, la adaptación de la novela de Milena Busquets que se estrena este viernes. El papel principal, alter ego de la autora, es la hija de una gran editora (Esther Tusquets fue la madre de Busquets) que ha crecido en un ambiente privilegiado, rodeada de intelectuales y artistas y pasando los veranos en la casa familiar de Cadaqués. de Milena Busquets". Y, sin embargo, su trabajo complejo y creíble es uno de los mejores activos del filme. "Las distancias se salvan empatizando y dejando atrás los prejuicios –añade–. Al final somos lo mismo: todos morimos, todos cagamos y todos lloramos.

La muerte de la madre es el detonante de una historia sobre las lecciones personales que pueden extraerse del luto, narrada sin perder nunca el contacto con cierta ligereza que, como le recordaba la madre a la protagonista, es "señal de elegancia". Salas lo intenta reflejar en un trabajo interpretativo que quiere "oscilar entre la apatía superficial y la profundidad". "Bajo esta apatía hay un gran dolor del que ella intenta huir –apunta la actriz–. En vez de quedarse en casa llorando y gritando, sintiendo y escondiéndose del mundo, lo que hace es salir de fiesta, bailar, bañarse en el mar y follar con amantes. Es una huida, sí, porque ver la muerte de cerca desesperada". Y mediante ese impulso, entender mejor ciertas cosas de uno mismo. "La pérdida te hace recordar quién eres –dice–. Es lo que le ocurrió a Milena, que a partir de la muerte de la madre asumió que era escritora".

Aunque Busquets no participaba en la película (dirigida por Maria Ripoll), Salas le llamó y quedaron para tomar un café que se prolongó más de dos horas, durante las cuales, según la actriz, no hablaron de temas muy personales. "Charlamos sobre arte, literatura, comida, la vida... Lo que yo quería era estar con ella y compartir un rato", explica Salas, quien subraya que no ha intentado "copiar" a la escritora. "Bueno, quizá la risa, porque tiene una carcajada muy explosiva y particular, pero al final hemos trabajado el personaje separado de Milena –dice Salas–. Yo he interpretado a Blanca [nombre del personaje en el libro y la película], pero Milena tiene tanta fuerza y ​​es tan conocida que es inevitable establecer un vínculo, una especie de seducción".

Escenas de sexo, mejor entre amigos

Tras ganar el premio de la Unión de Actores y Actrices española por el papel en la serie Yo, adicto (también basado en una persona real, amiga del creador de la serie Javi Giner) ya punto de estrenar la película de Ivan Morales Desayuno conmigo (su primer trabajo en catalán para el cine), Salas vive un momento profesional dulce que ha querido compartir con ella su amigo Carlos Cuevas, que en También esto ocurrirá interpreta a uno de los amantes de la protagonista. De hecho, la amistad entre los actores hizo que prescindieran de la coordinación de intimidad para las escenas de sexo. "Renunciamos nosotros, pero es muy importante que exista –subraya Cuevas–. La coordinación de intimidad nos ha salvado la vida, a los actores, y ha cambiado el cine". Salas está de acuerdo: "Carlos y yo somos tan colegas que no lo necesitábamos, pero en general son escenas incómodas porque estás muy expuesto, y hay que tener más conciencia de los cuerpos y respeto".

A Cuevas no le importó que su papel fuera pequeño. Últimamente, explica, está intentando reorientar su carrera hacia el cine: "Prefiero hacer personajes secundarios como éste, el deEl 47 o La abadesa, que protagonizar series que no me interpelen". Tampoco le importa interpretar un personaje de un universo privilegiado que, como Salas, le resulta lejano; al contrario, es un estímulo. "Estoy tomando decisiones que me alejen de lo que soy más conocido, que quizás es el universo Merlín, para demostrar que tengo un abanico de registros como actor –explica–. No sólo la gente de casa buena puede hacer personajes de casa buena, y no sólo la gente de familias humildes puede hacer personajes humildes; nuestro trabajo es ponernos máscaras. Yo a Cadaqués he ido dos veces y no tengo casa ni amigos que los tengan, pero sí tengo la capacidad de imaginármelo".