Crisis de identidad en una familia de hombres divorciados

Barcelona¿El divorcio es hereditario? En la familia de Peter (Griffin Dunne) lo parece. Sus padres se divorcian después de 65 años casados; su mujer (Rosanna Arquette) quiere divorciarse de él después de 35 años y dos hijos en común, y su hijo mayor (James Norton), un antiguo niño prodigio que trabaja de camarero, celebra el viaje de despedida de soltero con sus amigos aunque su promesa ha decidido anular el compromiso. Lo último que necesita ahora es que Peter se apunte a última hora en el viaje, decidido a reforzar el vínculo con sus hijos, tanto si ellos quieren como si no. Así arranca Ex maridos, la comedia de Noah Pritzker que el viernes llega a la cartelera después de pasar por la Americana y el Festival de San Sebastián. Un psicodrama familiar melancólico y tierno sobre hombres inmaduros que parecen perdidos sin una mujer a su lado.

Pritzker se inspiró en el divorcio de sus padres. "Se dice que eres un niño del divorcio si tus padres se divorcian cuando eres pequeño, pero mis hermanos y yo ya éramos mayores así que, en broma, decíamos que éramos hombres del divorcio", dice el director a través de videoconferencia . "Es una sensación extraña, triste ya la vez humorística, vivir como adulto algo que te hace sentir como un niño. Yo vivía a 4.000 kilómetros de los padres, tenía novia y estaba a punto de formar una familia, pero aun así, experimenté una regresión psicológica; no podía dejar de pensar en el matrimonio de mis padres y de ahí surgió el personaje de Peter, que me parecía más interesante que mi experiencia".

Para interpretarlo, Pritzker pensó en Griffin Dunne, el protagonista de un par de películas icónicas de los años 80: Un hombre lobo americano en Londres (1981) y, sobre todo, ¡Qué noche! [After hours], el alucinado viaje al fondo de la noche neoyorquina que Martin Scorsese rodó en 1985. "Me atrapó la originalidad y la audacia de la película, esa mezcla de tonos del cine de Woody Allen y de ciertas películas francesas por las que me dedico a este oficio –explica Dunne– . Es una película muy divertida, pero a la vez tiene una pulsión melancólica. Para Dunne no fue difícil ponerse en la piel de Peter: él también es padre –de la actriz Hannah Dunne– e hijo de padres divorciados. "Y evidentemente puedo aportar mi experiencia vital al personaje, porque soy mucho mayor que el Noah y he tenido más amantes que él", deja caer, más socarrón que chuleta.

El final del amor

En el trasfondo de esta historia de hombres rotos y relaciones finitas está la pregunta de si un amor que acaba es necesariamente fallido. Pritzker lo compara con escribir un guión. "Incluso si no se acaba convirtiendo en película, es una experiencia muy valiosa", dice el director. "No creo que Peter y su mujer piensen en su relación como un fracaso: el problema es que él es incapaz de asumir los cambios. Su identidad estaba basada en ser marido, hijo y padre y no sabe gestionar que les sus hijos hayan crecido y no lo necesiten". Son "tiempo confusos para los hombres", añade Dunne, quien ve cómo los matrimonios se acortan y "el compromiso y la permanencia de las relaciones son problemas existenciales con los que todos debemos lidiar".

Uno de los atractivos deEx maridos es reencontrar a Griffin Dunne junto a Rosanna Arquette, los dos actores principales de ¡Qué noche!, que ya se habían encontrado en otras películas antes y después de ese emblemático filme. Buenos amigos desde hace años, no necesitan ensayar su relación. “Nos limitamos a reanudarla allí donde la dejamos la última vez –dice Dunne–. Hemos vivido muchas cosas juntos y ambos tenemos un par de matrimonios en la espalda, así que es fácil simular que somos una pareja mayor al final del matrimonio". El actor revela, por cierto, que ¡Qué noche! estuvo a punto de revivir recientemente como serie de Apple con un nuevo reparto: "Era una versión actualizada en la era de las redes en las que el protagonista perdía el teléfono y eso era el comienzo de sus problemas. Teníamos el guión y Scorsese hacía de productor ejecutivo, pero el presidente de Apple lo liquidó porque le parecía estúpido hacer una serie sobre alguien que pierde su móvil".

El sobrino de Joan Didion

¡Qué noche! es, seguramente, la película por la que se recordará siempre a Dunne, pero está más satisfecho del documental que dirigió en el 2017 sobre su tía, la escritora Joan Didion. "Nada me enorgullece tanto como haber hecho la película mientras ella todavía vivía y poder proyectarle en el New York Film Festival, donde recibió la ovación más larga de la historia del festival –dice–. Gracias al documental hubieron de reeditar libros suyos y su público rejuveneció. Una de las imágenes que siempre me acompañarán es del homenaje que le hicieron un año después de morir en la catedral de San Juan, donde están las cenizas de Joan y del su marido y su hija. Fui en metro y en el mismo vagón había 25 o 30 chicas vestidas de negro con libros de Joan que también iban al homenaje porque sentí un cierto orgullo porque tengo la sensación de que el documental fue la puerta de entrada a los libros de Joan para muchos jóvenes".