El regreso de Pamela Anderson, la última 'pin-up'
La actriz, en un insólito registro dramático, realiza un trabajo conmovedor en 'The last showgirl'
- Dirección: Gia Coppola. Guión: Kate Gersten.
- 86 minutos
- Estados Unidos (2024)
- Con Pamela Anderson, Jamie Lee Curtis, Dave Bautista y Kiernan Shipka
Es difícil pensar en una actriz distinta de Pamela Anderson para el rol de Shelly Gardner, la veterana corista de un show de Las Vegas que, después de décadas en funcionamiento, está a punto de bajar el telón. Anderson y Shelly no son la misma persona, pero el guión del último largometraje de Gia Coppola, limpia de Francis, parece construido en torno a la imagen pública de la rubia más famosa de la década de los noventa, y genera un fértil diálogo entre el personaje de ficción y la actriz que le encarna. Si la Shelly, una showgirl legendaria, simboliza una Las Vegas ya desaparecida (la de las plumas, las lentejuelas y los espectáculos de títulos afrancesados y falsamente sofisticados), Pamela es la última pin-up, el desvanecido icono sexual de una era pretérita caracterizada por unas dinámicas de género hoy en día cuestionables.
Coppola apunta esa tensión a la discusión entre Shelly y su hija adolescente, que no entiende cómo su madre puede haber dedicado su vida a un simple "espectáculo de nudo", pero el filme se desvía de esa idea para trazar un empático y melancólico retrato coral de una comunidad artística en ; un conjunto de personajes atrapados en un simulacro permanente a los que dotan de una dolorosa humanidad a unos intérpretes en estado de gracia: Anderson, conmovedora en un insólito registro dramático, pero también un irreconocible Dave Bautista y una Jamie Lee Curtis que parece no tener miedo a nada.
El estilo impresionista de la cineasta, que desgraciadamente le impide profundizar en algunos temas, acaba consiguiendo esbozar la personalidad de su protagonista, una mujer para la que el escenario es más real que la propia vida. Es aquí donde la actriz (Anderson) y el personaje (Shelly) vuelven a encontrarse: en esa ambivalencia entre el auténtico ser humano y la elaborada fantasía plasmada sobre un escenario, en una serie de televisión o en el desplegable central de la revista Playboy.