En los relatos criminales de la India rural también está todo podrido
'Secretos de un crimen' es un solvente 'neonoir' que retrata la corrupción y el machismo de la sociedad india
- Dirección y guión: Sandhya Suri
- 120 minutos
- Reino Unido, India, Alemania y Francia (2024)
- Con Shahana Goswami, Sunita Rajwar y Sanjay Bishnoi
La cara que pone durante gran parte del metraje de Secretos de un crimen el agente de policía en la India rural Santosh es de estupor. La actriz Shahana Goswami abre los ojos como naranjas frente a las distintas realidades que se encuentra en la investigación del caso de una joven desaparecida. Se cree que el sistema de castas, supuestamente eliminado, continúe tan firmemente implementado en su país. También comprueba con impotencia el machismo sistemático que domina gran parte de las dinámicas de la sociedad en la que vive. Y, por si fuera poco, queda asombrada ante las dinámicas viciadas y la brutalidad de ciertos métodos policiales, muchos de ellos practicados por su jefe, una inspectora que tomaba como modelo inspirador de mujer empoderada.
Todo ello hace que Secretos de un crimen, además de uno neonoir solvente, sea un filme sobre la revelación de los privilegios y la impunidad de unas personas por encima de otras. Es el mismo truco de tantos relatos de género negro: uno whodunnit como excusa para retratar un entorno podrido. Aunque, en este caso, la película de la debutante Sandhya Suri se aleja voluntariamente tanto de los modelos de thriller de Hollywood (y eso que la trama no cae muy lejos de Training day) como, también, de la retórica de la violencia ojo por ojo de Bollywood. Ahora bien, en historias de investigación criminal chocantes, desdramatizadas y con mensaje social como la serie francesa El caso del Sambre sí se acerca.