A las tortugas Ninja ya no les basta con la pizza
En 'Ninja Turtles: caos mutante', Jeff Rowe y Kyler Spears recuperan con estilo y ternura los icónicos personajes de los noventa
- Dirección: Jeff Rowe y Kyler Spears
- Guion: Seth Rogen, Evan Goldberg y Jeff Rowe
- 99 minutos
- Estados Unidos (2023)
- Animación
A los críticos de cine se nos presupone una mirada clínica, pero sería deshonesto obviar la punzada de nostalgia que quien firma este texto ha experimentado al reencontrarse con las tortugas Ninja. Nacidas en los 80 del siglo pasado en formato cómic, de la mano de Kevin Eastman y Peter Laird, rápidamente se convirtieron en un fenómeno que en Cataluña descubrimos en la década siguiente, cuando TV3 empezó a emitir la serie animada y se estrenaron un par de películas de imagen real. Poco importa que ahora April O'Neil sea una chica de color de los suburbios o que las tortugas graben vídeos alocados con sus móviles, porque los coguionistas Seth Rogen y Evan Goldberg han sabido actualizar su espíritu poniendo el acento en la adolescencia de los personajes.
El maestro desconfía de todo lo que se mueve y sobreprotege a sus ahijados. También hay un abejorro gigante con la voz de Ice Cube, que seguramente se hace llamar Superfly por el músico Curtis Mayfield y tiene ideas más radicales: quiere exterminar a la especie humana. La premisa argumental es bien básica, meramente la excusa para reavivar la franquicia, pero la receta resulta exitosa a base de carisma y humor pícaro. La selección de músicas urbanas (con alguno hit revivido de los 90) y una inspirada animación de trazo alternativo, que parte de esbozos juveniles de Jeff Rowe, uno de los codirectores, le otorgan un toque de distinción a esta aventura nocturna para toda la familia.