Cine

La denuncia de la violencia machista que han visto 5 millones de italianos

'Siempre nos quedará mañana' es el debut como directora de la actriz y guionista Paola Cortellesi

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Fotograma de 'Siempre nos quedará mañana'

BarcelonaCinco millones de espectadores, casi uno de cada diez italianos, han visto en el cine Siempre nos quedará mañana, el debut en la dirección de la actriz Paola Cortellesi, también guionista y protagonista de una película ya en cartel que viaja a la Italia de posguerra que previamente filmaron Rossellini o De Sica, pero con una mirada más contemporánea y marcada por las preocupaciones de nuestro tiempo. Cortellesi interpreta a Delia, una madre de tres hijos humillada constantemente por la sofocante misoginia del marido. Las palizas a la mujer son tan habituales que se convierten en una especie de coreografía de la violencia, normalizada hasta el punto de que la primera bofetada del día puede caer antes de levantarse de la cama ("Buenos días, querido", tiene sólo tiempo de decir Delia antes de recibir una cleca).

Cortellesi, que la semana pasada presentó el filme en el BCN Film Fest, rodó la película impulsada por el deseo de "hacer justicia con las mujeres que nadie recuerda, las que han guardado silencio". Nada que ver, pues, con los personajes femeninos poderosos y con empuje del neorrealismo que interpretaba Anna Magnani. "Magnani era mayor, y seguro que su presencia estimuló a muchas mujeres, pero la mayoría no eran así –dice Cortellesi–. La mayoría aprendieron de sus madres a callar, obedecer y cuidar de la familia. Era una vida de abuso, y una cultura tóxica que sigue presente en Italia. Basta con ver las noticias sobre violencia machista y feminicidios, o de chicos de veinticinco años que no aceptan que los abandonen, porque siguen confundiendo amor con posesión".

La actriz y directora Paola Cortellesi en el Hotel Casa Fuster

Aunque el espíritu del neorrealismo y de autores como Ettore Scola planea siempre por Siempre nos quedará mañana, Cortellesi logra empapar la película de contemporaneidad. El momento clave es cuando, tras el prólogo que presenta la familia protagonista, la pantalla cambia de formato y el rock'n'roll áspero y visceral de Jon Spencer Blues Explosion rompe la ilusión de estar viendo a un pastiche rosselliniano. "Soy un poco tramposa, y quería hacerme mía la película –reconoce Cortellesi–. Y como decía, habla del pasado pero es un tema muy actual. Pero tampoco le di muchas vueltas. Es la ventaja de la primera película, eres libre de hacer lo que quieras.

Ejercer un derecho primordial

Que la historia de Siempre nos quedará mañana transcurra en 1946, con una Italia muy tocada por la reciente Segunda Guerra Mundial y subordinada al ejército estadounidense, tiene un motivo de fondo: es el año en que las mujeres italianas pudieron votar por primera vez en unas elecciones. Para Cortellesi el marco temporal era clave porque buscaba "un derecho fundamental que esta mujer pudiera ejercer". "Imagina la emoción que sintieron estas mujeres la primera vez que el Estado contó con ellas –dice–. Para ellas, el Estado era más importante que los maridos. Solo había algo más importante que el Estado , y era el Papa". Cortellesi no quería a Delia fuera rescatada al final por un hombre, «ni siquiera un buen hombre como Nino, su viejo amor», sino que «recuperara la dignidad ella misma ejerciendo un derecho primordial, quizá el más importante». BK_SALTO_LINEA~ Antes de debutar como directora, Cortellesi tenía cerca de treinta años de experiencia como actriz y diez también como guionista de comedia. algo desconcertados. "Les decía que quería hacer una película muy popular, pero que la haría en blanco y negro y sobre la violencia a las mujeres, cosas que ellos no creían que la gente quisiera ver". filme sería popular, pero que no tendría tanto éxito. Sólo se lo explica, dice, por la necesidad social de abordar el problema de la violencia machista. película –dice–. Asistí a proyecciones y fui testigo. La gente siente la necesidad de hablar de ello, sale con ganas de cambiar el mundo y, sobre todo las chicas, de ejercer su libertad". Ella misma piensa seguir siendo el cine que le gusta y no obsesionarse en repetir el éxito. "Mi plan es hacer una segunda película muy mala y una tercera muy buena –dice, con pícara–. La segunda nunca podrá igualar la primera, es imposible, así me lo juego todo con la tercera".

Trailer de 'Siempre nos quedará mañana'
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