Un festival como es debido: "gozo, dolor y gloria" en Espurnes Barroques
Una dirección artística con criterio y sensibilidad consolida la gran cita de música de la Cataluña central
BarcelonaAcostumbrados a programaciones musicales que a menudo son una acumulación de nombres sin suelta ni vuelta, es necesario celebrar efusivamente la existencia del festival Espurnes Barroques. Una dirección artística con criterio y sensibilidad, atenta a todos los detalles y proactiva en vez de reactiva ha convertido al festival en un ejemplo de trabajo bien pensado y bien hecho. Lo corrobora la séptima edición, que se celebrará durante cuatro fines de semana del 11 de mayo al 9 de junio en diferentes lugares de seis comarcas (Bages, Solsonès, Segarra, Anoia y, por primera vez, la Noguera y el Berguedà), casi todos con alguna relación con el barroco, como el santuario del Miracle, el paraninfo de la Universidad de Cervera, la iglesia de Santa Maria de Ponts y el santuario de Coaner.
Participarán músicos como la violinista Lina Tur, el organista Juan de la Rubia, el guitarrista Chicuelo, las sopranos Núria Rial y Alexandra Nowakowski y el director Rinaldo Alessandrini, y formaciones como Cantoría, la Joven Capilla Real de Cataluña, el Pérgamo Ensemble y Vísperas de Arnadí. Es decir, la calidad interpretativa está garantizada, pero el interés del festival es también el diseño del repertorio de los programas, una marca conceptual que demuestra el cuidado con el que trabaja el director artístico del festival, Josep Barcons.
El Espurnes Barroques 2024 tiene como lema Gozo/dolor/gloria, y cada concepto articula los conciertos y actividades de cada fin de semana (y los tres articulan los del cuarto). La elección tiene que ver con los tres ciclos de misterios que despliega la oración cristiana del rosario dedicada a la vida de Jesús de Nazaret. "Son los tres ciclos que, con quince sonatas y uno pasacaglia final, desgranó Heinrich Biber (1644-1704) en las Sonatas del Rosario", explica Barcons. La obra de Biber será interpretada íntegramente el último fin de semana del festival por la violinista Lina Tur y el conjunto Musica Alchemica, ante retablos del Roser: la primera parte el 8 de junio en la iglesia de Santa Maria, en Ponts, y la segunda al día siguiente en la Molsosa: "Estas sonatas tienen una gran dificultad emocional y técnica", recuerda Barcons.BK_SALTO_LINEA~ Además de Lina Tur, otros violinistas abordarán las piezas de Biber, pero en programas sorprendentes impulsados por el festival, por ejemplo, Ignacio Ramal hará las sonatas de júbilo el 12 de mayo en la iglesia de Sant Sadurní, en Salelles, en un concierto compartido con Juan de la Rubia y el conjunto vocal Concurdu Codronzanesu, que cantarán canciones populares sardas El fin de semana dedicado al dolor, el violín de Marta Ramírez García-Mina, con acompañamiento de viola de gamba, se fusionará con el trío flamenco del guitarrista Chicuelo, el 19 de mayo en la iglesia de Sant Martí de Correà .Y el último ciclo de las Sonatas del Rosario lo interpretará Joel Bardolet con el tiorbista Jeremy Nastasi en un concierto en el que también participará la polifonía catalana de Tornaveus y NOC bajo la dirección de Jaume Ayats. El concierto será en Sant Pere de Matamargó, en Pinós, la Catedral de los campesinos, frente al retablo del Roser de Segimon Pujol.
La fabulosa Orquesta del Milagro
Otro mérito del Espurnes Barroques es la creación de la Orquesta del Milagro, dirigida por Juan de la Rubia y con sede en el santuario del Milagro, en Riner. Se estrenó el año pasado, y ahora regresa, el 1 de junio, con la voz invitada de la soprano Alexandra Nowakowski para ofrecer un programa con la cantata Gloria de Händel, la Música acuática de Telemann y una recuperación patrimonial: un motete de Francesc Valls.
Por el festival también pasarán cinco voces masculinas de la Joven Capilla Real de Cataluña, que cantarán la Misa pro defunctis de Cristóbal de Morales en la cueva de San Ignacio, en Manresa (18 de mayo); el prestigioso Concerto Italiano de Rinaldo Alessandrini, que interpretará madrigales de Monteverdi en el paraninfo de la Universidad de Cervera (8 de junio; dos días antes de hacer lo mismo en el Liceu); la orquesta barroca Vísperas de Arnadí con la soprano Núria Rial, que harán un repertorio alrededor de Bach el 9 de junio en Sant Mateu de Bages, e Il Dolce Conforto de la austríaca Franziska Fleischanderl, que ofrecerá un programa con obras para a salterio como las que se tocaban en los conventos femeninos de Nápoles en el siglo XVIII. Para acoger a Il Dolce Conforto, el festival ha elegido el Konvent, en Cal Rosal (Berguedà), un antiguo convento de monjas reconvertido en imprescindible centro de creación.
Cada concierto y cada actividad del festival tiene una extensión gastronómica pensada expresamente. Por ejemplo, para las integrales de Biber, mermeladas con pasta checa; para el programa de Cristina Segura y el Ensemble Exclamatio sobre traidores de Händel y Vivaldi, monedas de chocolate y un vino del Priorat con nombre de beso, y para la actuación de Núria Rial, creaciones de la pastelería Flor de Neu de Sant Juan de Vilatorrada, el pueblo donde la soprano se inició en la música. El presupuesto total del festival es de unos 315.000 euros (45.000 más que el pasado año), de los que 145.000 provienen de la nueva línea de subvención para festivales de interés agroturístico creada por la Generalitat.