Hallazgo único en el Mediterráneo dentro de las ánforas de uno de los barcos romanos hundidos en Les Formigues

Los arqueólogos descubren resina de estepa negra, con la que se revestían los depósitos de conserva

ARA
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Arqueòlegs durante el hallazgo en el Mediterráneo.

BarcelonaLos arqueólogos han hecho un hallazgo único dentro de las ánforas del segundo barco romano hundido en las islas Formigues, descubierto en 2016 a 50 metros de profundidad. En el interior de algunas han encontrado resina de estepa negra. Este arbusto aromático era muy apreciado en la antigüedad para hacer perfumes y medicinas. Pero hasta ahora nunca se había documentado el uso para revestir el interior de ánforas que se llenaban con salsas o pescado en salazón: se solía usar resina de pino. No es la única novedad. Los arqueólogos también han descubierto la popa del barco y han visto cómo el yacimiento es mucho más grande de lo que creían.

El fondo marino de la zona, en el Baix Empordà, atesora dos barcos de época romana: el primero, bautizado como Formigues I , transportaba vino y fecha de mediados del siglo I a. C. El segundo, Formigues II, se localizó en 2016. La búsqueda ha sido complicada debido a la profundidad. Según explica al ACN la responsable del Centre d'Arqueologia Subaquàtica de Catalunya (CASC), Rut Geli, "la profundidad hace que el trabajo sea lento, porque se dispone de poco tiempo; además, esta zona de la costa está muy expuesta al viento, al oleaje y a corrientes fuertes". Geli subraya que el Formigues II es "un yacimiento excepcional", porque conserva tanto el cargamento de ánforas como la madera del barco. De hecho, la arqueóloga concreta que el grado de expolio que ha sufrido la costa catalana –y estos restos tampoco son una excepción– no había permitido encontrar un barco romano tan bien conservado.

Fecha del último cuarto del siglo I a. C., la época del emperador Augusto. Era un barco de carga que transportaba salazones y salsas de pescado (garum) procedentes de Bética, el actual Andalucía. Seguramente, el puerto de destino era el de Arlés o el de Narbona, desde donde salían las diferentes rutas de cabotaje.

Los barcos de Les Formigues se han convertido en el primer yacimiento subacuático de la Península en donde se excava con metodología científica; el trabajo del arqueólogo es el misma que se haría si la excavación fuera en tierra firme. Además, durante la campaña, los arqueólogos han descubierto que el yacimiento era mucho más grande de lo que se imaginaban. Han numerado 197 ánforas, pero han destapado muchas más.

Hallazgos en las ánforas.

Una cantera de ruedas de molino en Perelló

Durante esta campaña, el CASC también ha hecho prospecciones arqueológicas en el litoral. Con el barco Thetis se han centrado en las Terres de l'Ebre y el Alt Empordà. Han inventariado y documentado posibles restos subacuáticos y han comprobado el estado en el que se encontraban algunos yacimientos ya conocidos después de los temporales Gloria y Filomena.

Cabe destacar el descubrimiento de una cantera de ruedas de molino situada en el litoral de Perelló (Baix Ebre). Está a muy poca profundidad y, de hecho, la descubrió un ciudadano, Antoni Boyer, que ha informado a las autoridades.

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