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Por fin hay 'booktokers' que hablan catalán

BookTokCat es el 'hashtag' de TikTok que agrupa los vídeos en catalán sobre literatura

Las principales booktokers catalanas
Natalia Avellan
06/08/2024
3 min

BarcelonaNo puede afirmarse que los jóvenes no leen. Con el hashtag #BookTok, miles de usuarios de todo el mundo utilizan la red social de moda, TikTok, como club de lectura. Las recomendaciones de libros, que tradicionalmente venían de la crítica literaria y del boca-oreja, se realizan ahora a través del boca-pantalla. El fenómeno se extendió primero a los países anglosajones, pero al fin el catalán se ha hecho un hueco en la comunidad literaria digital.

Hacía tiempo que Instagram y YouTube iban llenos de reseñas de bookstagramers y booktubers, pero en el 2020, cuando las descargas de TikTok se multiplicaron a raíz del confinamiento, la aplicación se convirtió en el punto de encuentro para los jóvenes y generó su propio nicho de críticos literarios. En los últimos años, los vídeos de reseñas de libros han ido escalando hasta posicionarse entre los contenidos más virales. Y, a pesar de la corta duración de las piezas, de entre quince y treinta segundos, booktokers juegan con una amplia variedad de formatos: representaciones de escenas, rankings, parodias o lecturas de fragmentos, entre otros. Además recomiendan una gran diversidad de autores, desde la revisión de los clásicos hasta el descubrimiento de voces emergentes.

Divulgadoras pioneras

Una de las pioneras en la creación de contenidos literarios en catalán en TikTok –donde en los últimos años se han popularizado los hashtags BookTokCat y BookTokCatalunya– es Marta Sangrà (@mardellibres), con 3.600 seguidores en TikTok (también está en YouTube con 1.700 suscriptores). Sangrà (Barcelona, ​​1997) se dio cuenta de que en sus estantes sólo había obras en castellano y decidió proponerse un reto personal: leer únicamente libros en catalán durante todo un año. "Para hacerlo más serio, quise publicarlo en las redes, y así empecé", explica Sangrà. La joven recalca que su "pequeña comunidad" de TikTok podría crecer exponencialmente si se dirigiera al público hispanohablante, pero no es su objetivo. "TikTok ha llegado a un punto muy interesante, porque la gente no debe justificar si hace contenido en catalán, simplemente existe. Por ejemplo, la lengua antes era la marca personal que me identificaba; ahora ya no. Se está normalizando entre los jóvenes el contenido digital en catalán", asegura Sangrà.

Algunas cuentas priorizan los contenidos de literatura en TikTok, como aniapuesta (5.800 seguidores), nuriaribass (5.000), Blanca_n7 (2.600), Lasaraholmes (1.200) y Contracubierta (824). Otros, como Carla Clavera (@carlaclavera), cuelgan todo tipo de contenido personal y estilo de vida, y de vez en cuando incluyen una reseña de los libros que han leído. Clavera (Sant Cugat, 1997) empezó colgando vídeos en castellano en las redes sociales, pero reconoce sentirse impostada y cometiendo faltas. Más adelante cambió a su lengua materna y se dio cuenta de que había un público lector muy fiel a Cataluña. "Si mi contenido fuese en castellano, no necesariamente tendría más visualizaciones. Hacerlo en catalán también te diferencia del resto, porque ya hay muchísima gente que habla de libros en castellano en TikTok", opina Clavera, que tiene casi 27.000 seguidores en TikTok y también es Instagram con cerca de 20.000 seguidores.

Las editoriales catalanas ponen el ojo en las redes

Los hábitos de consumo están cada vez más condicionados por las tendencias en las redes. Un ejemplo es la frase que se ha popularizado recientemente entre los jóvenes: "TikTok me ha hecho". Los usuarios culpabilizan a la aplicación de generarles necesidades que no tenían antes. Por este motivo, más allá de potenciar el hábito de lectura, las opiniones de los booktokers también repercuten de forma directa en las ventas. Los jóvenes ya van a las librerías buscando a aquel autor viral que han descubierto gracias a la etiqueta BookTok y pueden acabar posicionándolo entre los más vendidos. "Durante la primavera del año pasado, hubo un boom en Cataluña con la recomendación del libro Mañana, mañana y mañana, de Gabrielle Zevin. El libro es bueno, pero se generó tanta expectativa en las redes que todo el mundo iba a comprarlo. Ahora está ocurriendo lo mismo con la literatura victoriana", explica Clavera.

Ante esta dinámica, las editoriales catalanas no han dudado en sacar provecho del poder de las redes y envían libros gratuitos a los perfiles con más seguidores a cambio de generar contenido. Lo hace, por ejemplo, el sello editorial catalán Viena, que tiene una comunidad muy fuerte en TikTok, o Univers y La Galera, que se centran más en las publicaciones de Instagram. traducidos al catalán, es determinante que los booktokers también hablen esta lengua para llegar al público objetivo. Después, los creadores de contenido pueden aceptar o rechazar la oferta. "Yo suelo decir bastante que no, porque los libros que me proponen a menudo no encajan con mi perfil", reconoce Sangrà.

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