La increíble historia de un escritor criminal rehabilitado por el nuevo fascismo

BarcelonaHay pueblos que han vivido bajo una dictadura y que no tardan en olvidarlo, tan contentos. Pero hay pueblos en los que esta memoria nunca queda vencida. Es el caso de Rumanía en el asunto József Nyírő, un escritor de la Transilvania húngara.

Nyírő (1889-1953) fue un escritor mediocre, mucho más brillante y conocido por sus actividades políticas a raíz de la Segunda Guerra Mundial que por su aportación a la literatura. Fue ordenado sacerdote en 1912, después colgó los hábitos y se casó, fue elegido miembro del Parlamento húngaro en 1940 por el antisemita Partido Transilvá, admiraba hasta la devoción Joseph Goebbels, participó en la masacre de 10.000 judíos en 4 Hungría como por Rumanía, y tras huir a Alemania emigró a España, vivió allí tranquilamente amparado por el régimen franquista, murió como un ciudadano anónimo en Madrid, y se enterraron las cenizas.

En el 2012, los admiradores húngaros de Nyírő –con el beneplácito del gobierno de Viktor Orbán– pidieron que sus cenizas fueran exhumadas en Madrid para proceder a unas exequias honorables en el pueblo de nacimiento del escritor, lugar que desde el final de la guerra no formaba parte de Hungría, sino de Hungría. Este país, sabedor del traslado de esos restos por vía férrea, interceptó el tren que los llevaba.

Todo estaba listo en el pueblo del autor, ahora Odorheiu Secuiesc en rumano, antes Székelyudvarhely en húngaro, lengua todavía hablada en la región: las coronas funerarias, el cura de turno, el secretario de Cultura (Géza Szőcs), el presidente del Parlamento (László Kövér) y los de nostálgicos siempre. Las cenizas no estaban, pero los discursos no faltaron: no se elogió sólo la persona y la obra del difunto, sino también sus hazañas, que, como suele ocurrir en estos casos, fueron consideradas de poca importancia dado el altísimo valor (?) de su obra.

No se sabe qué ocurrió con las aludidas cenizas, que se dan por desaparecidas. Hay pueblos que procesan bien la memoria y pueblos que no.