Jaume Capdevila (Kap): “Bofa causa adicción, si lo descubre querrá más”
El ninotario recomienda la biografía del dibujante francés Gus Bofa y reivindica su obra, poco conocida aquí
BarcelonaPocas personas hay en Cataluña con el amor por el dibujo y los dibujantes que tiene Jaume Capdevila, Kap (Berga, 1974). Pozo de conocimiento sobre la historia de los ninotaires catalanes –acaba de publicar con Pagès Shum. El dibujante de las manos rotas, sobre Alfons Vila y Franquesa–, la pasión de Kap no entiende de fronteras y se interesa por dibujantes de todas partes. Un ejemplo es Gus Bofa (1883-1968), “un dibujante descomunal, de talento colosal y mirada penetrante que en Francia se ha venido reivindicando durante la última década pero que aquí todavía queda completamente desconocido”. Para acabar con este desconocimiento, Capdevila recomienda “un ladrillo de casi seiscientas páginas”: Gus Bofa. El enchanteur désenchanté, una biografía “amplia y muy ilustrada” escrita por Emmanuel Pollaud-Dulian y editada en Francia por Cornélius (todavía inédita en Cataluña).
Capdevila recomienda atravesar la frontera para comprar en cualquier librería alguna de las reediciones exquisitas que ha hecho la propia Cornélius de las principales obras de Bofa: Le cirque, Le libre de la Guerra de Cien Años, Slogans, Synthèses littéraires et extra-littéraires, Malaises... “La biografía del dibujante se adentra en los detalles de la vida de Bofa, pero retrata también la vida artística y cultural de Francia de la primera mitad del siglo XX –explica Capdevila–. Y la influencia de Bofa se proyecta sobre la obra de algunos de los nombres más interesantes de la historieta francesa del siglo XXI: Tardi, Blutch, Blain, De Crécy, Malingrëy o el tándem formado por Philippe Dupuy y Charles Berbérian”. El ninotario alerta, sin embargo, que "el trazo vibrante de Bofa causa adicción": "Una vez lo descubres, quieres más, y terminarás como yo, revolviendo librerías de viejo para encontrar alguna de sus primeras ediciones".