Va de libros

Jordi Puntí recomienda leer "un retrato de la vida en Nueva York"

Este verano el escritor ha recuperado 'Noches de insomnio', de Elizabeth Hardwick

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El escritor Jordi Puntí.

BarcelonaEl escritor Jordi Puntí vivió una temporada en Nueva York gracias a una beca Cullman que le permitió realizar una residencia en la biblioteca pública de la ciudad. Allí empezó a escribir Confete, la novela con la que ha ganado elPremio Sant Jordi 2024. Aunque hace casi diez años que se instaló de nuevo en Barcelona, ​​de vez en cuando todavía regresa a Estados Unidos, sobre todo a través de lecturas. Este verano, por ejemplo, ha releído Noches de insomnio de Elizabeth Hardwick, publicado en catalán por la editorial Flâneur con traducción de Dolors Udina. "Es una recopilación de prosas fragmentarias que constituyen un retrato de la vida en Nueva York", dice Puntí, quien considera que "no es un libro largo, pero sí denso, y que crea una cierta adicción".

Aunque Elizabeth Hardwick (1916-2007) "publicó bastante poco" (un par de novelas, aparte de esta recopilación), fue "una figura primordial en el mundo de la intelectualidad de Nueva York de los años 70 y 80, amiga de Susan Sontag y Mary McCarthy". "Fue sobre todo una autora de artículos, de crítica literaria, que publicaba en la New York Review of Books, y de alguna manera esto se transmite también en esta recopilación", añade Puntí. A Noches de insomnio la autora "habla tanto de su adolescencia en un pueblo de Kentucky como de la llegada como estudiante a Nueva York y de sus primeros pasos viviendo en un hotel en el que también vivía Billie Holiday".

"Es una escritora que combina muy bien la parte lírica con la parte puramente descriptiva; me fascina su capacidad de contar cosas con pocas palabras, de crear atmósferas y de fijar escenas preciosas de una manera casi fotográfica –según Puntí – No sé si es exactamente un libro de verano, porque es de lectura lenta. oído cuando lees otro fragmento en la página 80".

Hardwick estuvo casada con el poeta Robert Lowell, pero cuando escribió este libro "se habían separado de forma bastante dramática, y evita hablar de él". "En cambio, sí hace una defensa de la amistad, de las amigas, de la gente con la que convive desde un punto de vista cultural", explica Puntí, quien cree que, en algunos momentos, Hardwick puede hacer pensar en Vivian Gornick.

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