La literatura de la felicidad
'Moonfleet', de John Meade Falkner, es una obra maestra del relato de aventuras, hasta ahora inédita en catalán
'Moonfleet'
- John Meade Falkner
- El círculo de Viena
- Traducción de Marc Donat
- 320 páginas / 23 euros
La anécdota es conocida. Robert Louis Stevenson afirmó: "Moonfleet es la novela que siempre hubiera querido escribir, pero lo único que pude hacer es La isla del tesoro". En realidad, ambas son obras maestras del relato de aventuras y, como tales han hecho soñar a millones de jóvenes desde que se han publicado. Habiendo leído los dos títulos, puedo dar fe de que contienen páginas magníficas y están informadas por una sabiduría narrativa muy notable.
Moonfleet lo tiene todo por ser una narración excitante y estimulante: la leyenda de un tesoro escondido (un diamante tan grande como el huevo de una paloma), una maldición, un grupo de contrabandistas, un viejo cementerio marino, una cripta misteriosa. .. Con todo esto (que ahora hemos visto reproducido tantas veces, pero hay que prestar atención en el original) John Meade Falkner (1858-1932) construye una historia con gran sentido novelesco. La peripecia está narrada en primera persona por un jovencito de 15 años, John Trenchard. Éste, como el Jim Hawkins de La isla del tesoro, inaugura quizás el advenimiento de un público nuevo y también de un sujeto literario: el adolescente. Antes de que se inventara esta etapa tan especial de la vida, se pasaba directamente de la infancia a la adultez. A estas alturas, tal y como la vida adulta se ha vuelto más inalcanzable a efectos prácticos, muchos viven encaterinados en una adolescencia inacabable...
Un final dramático de la adolescencia
Lo que ocurre es que personajes como Trenchard o Hawkins pasan por la adolescencia –o son expulsados– de forma brusca. Precisamente lo que se cuenta en Moonfleet oa La isla del tesoro, las intensas vivencias de los protagonistas, es lo que conduce a un final dramático del breve período adolescente. Lo que les ocurre a Jim ya John –la convivencia con los piratas o los contrabandistas y los secretos que comparten– les convierte en hombres ipso facto.
Incluso el idilio iniciático de John Trenchard con Grace debe superar la prueba de fuego de los diez años de cárcel a la que es condenado el novio por intentar recuperar el diamante que ya era suyo. Pero al final todo acabará bien, y Grace y John pueden vivir juntos y criar a una familia, en un happy end de manual. Así reflexiona Falkner en las últimas páginas de su novela: "¿Qué hombre se sentaría a escribir una historia que acabara con su propia derrota?"
Estas curiosas palabras sólo revelan que Moonfleet pertenece a la clase de libros que bivaquean por el lado soleado de la vida, donde el bien y el mal están separados por una línea gruesa, donde la esperanza acaba triunfando, donde la valentía es recompensada y donde un final condigno termina coronando una vida de lucha constante y esfuerzo tortuoso. La literatura de la felicidad.