¿Qué pasa después de que a una vecina de Gràcia la echen del piso donde vivía?
El premio BBVA Sant Joan apuesta por Alba Gómez Gabriel, que ha escrito 'Yo soy la última Plaza', una primera novela sobre los efectos de la gentrificación
BarcelonaUna finca de la plaza del Sol del barrio barcelonés de Gràcia es el motor de los conflictos de Yo soy la última Plaza, con la que Alba Gómez Gabriel ha ganado el 44º premio BBVA Sant Joan, dotado con 35.000 euros. "¿Qué pasa cuando el sitio que habitamos se vuelve hostil?", reconoce Gómez que se pidió hace ocho años, cuando empezó a trabajar en la novela. "Es la primera que publico, pero no la primera que escribo", admite la periodista, nacida en Barcelona en 1983.
El personaje principal que se le ocurrió para el libro fue Bel, que conoce "todos los portales , árboles e imperfecciones" de la plaza del Sol después de que la hayan echado de la Finca Groga, donde vivió hasta hace unos meses. Instalada en un hotel en obras, espía a sus antiguos vecinos, entre ellos un catedrático a punto de jubilarse al que se le ha muerto la mujer hace poco, una pareja que pasa por un momento difícil, una joven que se afana por liberarse del lastre de la familia y la propietaria del inmueble. También hay un nuevo inquilino que se instala en uno de los bancos de la plaza y que hace noche en la azotea de la Finca Groga. "Ambiento la novela en la plaza del Sol pero podría ser otras muchas plazas de Barcelona o incluso de otras ciudades –explica Alba Gómez–. Es el símbolo de un lugar que pierde la genuinidad y que se gentrifica". Entre los referentes de la autora, que también es licenciada en teoría de la literatura y literatura comparada, se encuentra Ali Smith, Jeanette Winterson y John Berger: "Era Berger quien decía que es muy difícil retratar algo sin simplificarlo ni devolverlo grotesco –sigue–. Mi intención ha sido aportar una mirada social desde la emoción".
Una autora interesada en los márgenes
El interés por las personas que acaban viviendo abandonadas al margen de la sociedad ha motivado parte del periodismo que Alba Gómez Gabriel ha practicado en medios como la Directa y Nube. Esa preocupación también se encuentra en el centro de la novela. "Parte de mi trabajo ha consistido en humanizar a personas que la ciudad deshumaniza –afirma–. Durante todo el proceso de escritura de Yo soy la última Plaza me he dado cuenta de que poco o mucho todos somos vulnerables en distinto grado y medida". Aunque considere que su texto no es "de denuncia ni panfletario", la "mirada literaria" de la autora "no es neutral": " Intento reflejar lo que está pasando en Barcelona, pero no explico lo que creo que debería pasar. Aún así, el problema de la vivienda es cada vez más grave".
No es la primera vez que el premio BBVA Sant Joan, que tiene más de cuatro décadas de historia, incorpora una nueva voz al panorama literario catalán . En 2013 pasó con Àlvar Caixal y Las semillas del silencio –desde entonces no ha publicado nada más–, pero la primera apuesta por una voz no consolidada fue en 1982, cuando le recibió Margarida Aritzeta por Un febrero en la piel, su primera novela, y en 1985 reconoció una rara ancianos de las letras catalanas, Antoni Turull (1933-1990), con La torre Bernadot. Entre la amplia nómina de ganadores del Sant Joan se encuentran Vicenç Villatoro, Olga Xirinacs, Toni Sala, Vicenç Pagès Jordà, Najat El Hachmi, Baltasar Porcel, Valentí Puig y Carme Riera.