Una poeta muy querida en el Empordà que quiere ser conocida en el resto de Cataluña
El Año Montserrat Vayreda reivindicará la figura de la autora coincidiendo con los 100 años de su nacimiento
Barcelona"Avanzo en medio de los versos, que son flores / cortadas en el jardín de la poesía", escribía Montserrat Vayreda (Lledó, 1924 - Figueres, 2006) en Autorretrato, uno de sus poemas más representativos, incluido en el volumen Con el sol en la mano (1978). Su voz, "entendedora, vitalista y esperanzadora", según ha comentado este jueves Izaskun Arretxe, directora de la Institución de las Letras Catalanas (ILC), en la presentación del año institucional dedicado a la autora, es "aún muy querida en el Empordà pero es prácticamente desconocida en el resto del país". ¿Por qué? Arretxe señala dos motivos: "Hace 100 años había menos mujeres que ahora con cámara propia, pero también nos ha costado que las que sí las tenían, como fue el caso de Montserrat, tuvieran el eco que les correspondía".
Comisariado por Anna Maria Velaz i Sicart, filóloga y especialista en la obra de Vayreda, el año dedicado a esta escritora –hija del pintor Joaquim Vayreda– "quiere corregir ese desequilibrio histórico", continúa la directora de la ILC. "El gran objetivo es que se pueda leer más allá de las bibliotecas y librerías de viejo –avanza Velaz–. De momento hay cuatro iniciativas editoriales que corregirán esta carencia". Entre ellas, destaca una nueva edición del poemario Un color para cada amigo, de 1977, en Libros del Siglo, una antología en la Diputación de Girona y una recopilación de inéditos que pondrá en circulación la editorial figuerense Brau. "Querríamos darla a conocer más allá del Empordà, donde todavía le quiere mucho –asegura la comisaria–. Esperamos que pueda llegar a ser una poeta de alcance nacional a través de actos institucionales, exposiciones, recitales de poesía y jornadas académicas".
Vayreda publicó su primer libro de poemas, Entre el tiempo y la eternidad, en 1955, y desde entonces compaginó la creación con el activismo cultural. Destaca el impulso de la Fiesta de la Poesía, en Figueres, en 1956, con la escritora y amiga Carme Guasch, así como la implicación en la supervivencia de los Juegos Florales durante el largo franquismo. Uno de los proyectos literarios más ambiciosos de la autora fueron los seis volúmenes deLos pueblos del Alt Empordà (1978-1981). "Vayreda fue a cada uno de los pueblos y los describió, en prosa y en verso –recuerda Arretxe–. Se suma a la tradición de grandes exploradores del país, como Palmira Jaquetti, Joan Coromines y Josep Maria Espinàs". "Con Montserrat nos conocimos durante años, pero nuestra relación se intensificó en el 2004, mientras preparaba una antología de su obra que publicó la Diputación de Girona en el 2005 –explica Anna Maria Velaz–. Nos encontrábamos en su casa y ella me recitaba algunos de sus poemas, de los que ya se conocían o también inéditos". En el 2006, a los 82 años, Montserrat Vayreda "murió repentinamente", hace memoria la comisaria. Sobre su tumba se puede leer este epitafio: "Doy gracias a Dios por la vida / que me ha hecho vivir en el corazón del Empordà / sea bienaventurada la muerte que me da / si en el reino de los cielos me deja entrar".