Raimon: "Con Espriu nos amamos mucho"
El cantautor recuerda al autor de 'La piel de toro' en la última jornada del simposio internacional
Barcelona"De los clásicos catalanes, lo más traducido es Mercè Rodoreda, después viene Ramon Llull, y el tercero es Salvador Espriu. Ha tenido y todavía tiene una gran influencia en muchos lugares del mundo", comentaba el poeta y profesor universitario Jaume Subirana poco antes de la mesa redonda dedicada al autor de La piel de toro en la Universidad de Barcelona (UB) en el marco del tercer Simposio Internacional Salvador Espriu, celebrado tanto en la UB como en la Pompeu Fabra y en la Autónoma. Han participado el poeta y editor Ramon Balasch y dos cantautores, Raimon y Pau Alabajos, moderados por una de las impulsoras de la cita académica, la profesora Maria Moreno i Domènech.
"A finales de los setenta me convertí en secretario de Espriu. Él me iba dando en sobres todos los textos ensayísticos que había ido escribiendo. Al cabo de mucho tiempo, integraron el libro póstumo Ocnos y el parado susto (2013)", ha explicado Balasch, que en los años setenta fundó Libros del Mall. "Sinera no es Arenys de Mar: no lo digo yo, sino el propio Espriu, pero nadie le ha hecho caso –ha comentado–. Sinera es, en realidad, la Barcelona de las cenizas. Sigue la ciudad de las bombas que había bautizado años atrás Joan Maragall". Balasch ha recordado que una de las cosas que más molestaba a Espriu era la "banalización" de su literatura comparando insistentemente a Sinera con Arenys. También ha elogiado un "estudio de orfebrería" escrito por Rosa M. Delor, La cábala y Espriu. Una poética de la luz (2013), que culminó la extensa dedicación del ensayista y crítica a estudiar la vinculación de la poesía espriuana con la hermética tradición mística del judaísmo.
Un libro que ha emocionado generaciones
"Yo a Espriu le leí mucho cuando estaba en Valencia, a principios de los sesenta. Posiblemente fue Joan Fuster quien me lo recomendó –ha dicho Raimon–. Cuando ya tenía una lectura fuerte de su obra puse música a Canciones de la rueda del tiempo [1967], me dieron el teléfono de Espriu y hablé con él. Lo primero que me dijo fue: «¿Es el señor Raimon? Lo admiro profundamente». Empezamos muy bien". A partir de ahí ambos tejieron una relación de amistad muy profunda. el autor y amigo a lo largo de su trayectoria, escribió el prólogo de la traducción al francés de La piel de toro, libro que desde su aparición en 1960 no ha dejado de "emocionar a generaciones, y sigue haciéndolo".
En 2013, año del centenario del nacimiento de Salvador Espriu, Pau Alabajos musicó por primera vez un poema de Espriu, el número 46 de La piel de toro. "A veces es necesario y forzoso, / que un hombre muera por un pueblo, / pero nunca debe morir todo un pueblo / por un hombre solo: / recuerda siempre esto, Sepharad", comienza el poema. "Teniendo en cuenta la situación política que vivíamos entonces, me parecía una buena manera de conectar pasado y presente -ha dicho Alabajos-. Hay vasos comunicantes entre el franquismo y los fantasmas y monstruos del fascismo actuales", ha añadido. En uno de sus proyectos más recientes, Versos en la vietnamita (Rebel, 2025), Alabajos ha musicado conjuntamente con Cesk Freixas el poema 38 del libro, del que ha citado un fragmento: "Intentaremos levantar en la arena / el palacio peligroso de nuestros sueños". Lo ha relacionado con el proceso de independencia que culminó con el referéndum del 1 de octubre del 2017. "Espriu nunca fue independentista: siempre tuvo mucho cuidado con la política, porque tenía el recuerdo bien presente de la guerra, pero al mismo tiempo se dejó utilizar por todo tipo de causas de la época, socialistas y comunistas, que se ha vivido La piel de toro", ha dicho Balasch.