"Mi bisabuela no merecía caer en el olvido"
El Recinto Modernista de Sant Pau acoge la charla del ARA sobre las muertes silenciadas en los psiquiátricos durante la Guerra Civil


BarcelonaMás 2.500 muertes en tres años. Esta cifra estremecedora obliga a preguntarse qué pasó en el psiquiátrico de Sant Boi, pero también en otros centros, durante la Guerra Civil, una incógnita que el ARA intentó resolver a través de un reportaje de investigación de Sílvia Marimon publicado en diciembre de 2024. Este martes la periodista ha moderado una charla sobre esta cuestión en el Recinto Modernista de Sant Pau que ha contado con la participación de historiadores, médicos y familiares afectados, y la asistencia de un centenar de oyentes.
El alto número de muertes en los psiquiátricos durante la guerra ha sido una cuestión silenciada o, al menos, ignorada durante décadas. Antes de la publicación del reportaje del ARA, personas individuales habían empezado a rascar en este capítulo oscuro de la historia reciente de Cataluña. Uno de ellos es Carles Serret, archivero del Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, que destapó la gran mortandad ocurrida entre 1936 y 1939. "Antes de la guerra había una o dos defunciones diarias; en cambio, durante la guerra había casi veinte defunciones diarias", señala Serret. Marimon remarca la importancia del trabajo de Serret, porque cuando ella empezó a trabajar en esta historia se encontró con que no hay prácticamente nada escrito. "Se han realizado muchas investigaciones sobre la Guerra Civil, pero no hay ninguna tesis doctoral sobre este caso, por ejemplo", recuerda. Josep M. Comelles, psiquiatra que ha publicado numerosos estudios sobre salud mental en Cataluña, reconoce que existe poco material.
Las historias silenciadas
Detrás de todos los fallecidos anónimos y sin reconocimiento hay historias personales y familiares como la de Sílvia Martínez, bisnieta de Josepa Puig Rull, fallecida en el Instituto Mental de Sant Andreu. Ella descubrió en el 2023 que su antepasada había fallecido en un psiquiátrico; es decir, 85 años después del fallecimiento. "En la familia siempre se había dicho que mi bisabuela había desaparecido y yo, desde la inocencia de ser una niña pequeña, no lo entendía. Hubo silencio absoluto", recuerda Martínez, que empezó el periplo para descubrir la verdad cuando tenía 20 años y no pudo terminarlo hasta décadas después. "Ella no merecía caer en el olvido", reivindica, sin poder evitar emocionarse.
El enigma en torno a la mortandad a los psiquiátricos durante la guerra es una nueva muestra del estigma asociado a la salud mental. "Mi sensación es que los enfermos mentales eran los últimos de los últimos, nadie pensaba en ellos", reflexiona el médico especialista en historia y medicina Carles Hervàs. La tesis de Hervàs se reafirma cuando Marimon lee varias cartas de internos a los psiquiátricos: se hace un retrato de una escasa y pobre dieta que da idea de la situación dramática que se vivía en los centros.
Sin una certeza sobre qué ocurrió, Marcos Robles, historiador que ha puesto en marcha un proyecto de investigación sobre los psiquiátricos catalanes durante la Guerra Civil tras la publicación del ARA, avanza una posible hipótesis: la falta de recursos y el exceso de internos provocaron un colapso de los psiquiátricos.