La ingente labor internacional de la Generalitat republicana
El Archivo Nacional de Cataluña muestra documentación y fotografías de la diplomacia y la propaganda durante la Guerra Civil
BarcelonaEn septiembre de 1936, dos meses después del estallido de la Guerra Civil, el cónsul alemán escribía una carta a la Generalitat republicana pidiendo la liberación de dos ciudadanos alemanes acusados de espionaje sin olvidar mencionar que, recientemente, Alemania había soltado a dos españoles. Los dos ciudadanos alemanes, que estaban en la Modelo, fueron liberados. Sin embargo, en una carta, la Generalitat republicana expresaba su extrañeza ante el hecho de que ambos alegaban que estaban haciendo una excursión por el Pirineo pero no llevaban documentación y tomaban fotografías de las fortificaciones. Es tan sólo un ejemplo de toda la documentación, en parte inédita, que muestra los esfuerzos que hizo la Generalitat republicana en materia de relaciones exteriores durante la Guerra Civil, y que puede verse en el Archivo Nacional de Cataluña.
Hasta el 30 de enero, en la sede del Archivo Nacional de Cataluña, en Sant Cugat del Vallès, la exposición La presencia internacional de la Generalidad de Cataluña (1936-1939) enseña a través de la documentación cómo se tejió una red de agentes y actividades en el mundo, formada por delegaciones e impulsada principalmente desde el Comisariado de Propaganda y el departamento de Economía. "A partir del 18 de julio de 1936 hubo violencia en las calles de Barcelona, pero también debemos recordar que la Generalitat republicana salvó a más de 40.000 personas, un esfuerzo que el bando sublevado nunca hizo. Más bien al contrario, ejecutaba", señala el comisario de la exposición, Manel Manonelles.
La evacuación de más de 40.000 personas
Precisamente, una de las fotografías muestra cómo un grupo de personas embarcan en el puerto de Barcelona para ser evacuadas en un acorazado británico. "Primero tenían que pasar la verja que estaba custodiada por la FAI", destaca Manonelles. Hubo una gran labor propagandística. La Generalitat abrió delegaciones en Londres, Bruselas y Estocolmo y organizó acciones en Estados Unidos y México. A menudo estas delegaciones también trabajaban de inteligencia y vigilaban, por ejemplo, los movimientos del pretendiente carlista Francesc Xavier de Borbó o las actividades de Francesc Cambó. La muestra pone de relieve hechos hasta ahora bastante desconocidos, como la creación de delegaciones en el exterior para fomentar las relaciones comerciales (precedente de las actuales delegaciones de Acción) o la existencia de organismos como la Junta de Relaciones Culturales (hasta cierto punto también precedente del actual Institut Ramon Llull). "Con esta exposición también descubrimos la figura de Rafael Closas, que fue secretario de relaciones exteriores de la Generalitat e hizo una labor invisible pero muy importante. Además, su familia nos ha cedido su archivo, que ha enriquecido mucho la muestra", detalla la directora del Archivo Nacional, Pilar Cuerva.
Otra herramienta de propaganda eran las visitas de personalidades, como la del intelectual francés André Malraux; Jawaharlal Nehru, uno de los principales líderes del movimiento independentista indio que en 1947 se convirtió en primer ministro del país, y el actor Errol Flynn. Entonces Flynn ya era toda una celebridad en Hollywood y, después de pasar por Barcelona, quiso ir al frente de Madrid. Le facilitaron el viaje, pero se difundió el falso rumor de que había sido herido y la Generalitat republicana le pidió que se marchara. Antes pasó por Barcelona para dejar constancia de su buen estado de salud. En medio de la guerra, la Generalitat también organizó la exposición de arte medieval más importante hecha nunca en el exterior: fue en París, en el Jeu de Paume.
Las fotografías de un agente de la CIA
Cuando los bombardeos fascistas se intensificaron en Barcelona, muchos consulados se trasladaron a distintas poblaciones del Maresme. El 26 de enero de 1939, cuando los republicanos ya habían perdido la guerra en Catalunya, nueve barcos de guerra se presentaron en las playas del Maresme para evacuar a sus ciudadanos. Hubo tensión entre las naves y la aviación franquista. Un operador de radio estadounidense, Frank de Cruz, que más tarde sería agente de la CIA, hizo un reportaje fotográfico excepcional que su hijo ha cedido al Archivo Nacional de Catalunya.