Obituario

Muere Martin Amis, el escritor que no conocía límites

Autor de 'Dinero' y 'Campos de Londres', ha sido uno de los grandes de la literatura inglesa

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Martin Amis, escritor

BarcelonaMartin Amis lo tuvo siempre claro: la literatura es un espacio de libertad. Y, a pesar de todas las polémicas que vivió, nunca dejó de pisar ningún terreno. Para él, no había nada acotado. El escritor británico, que nunca se mordió la lengua, ha muerto esta madrugada, mientras dormía, a los 73 años. Tenía un cáncer de esófago. Amis nació el 25 de agosto de 1949 en Oxford (Inglaterra) y desde siempre tuvo una mirada crítica y no muy optimista. "Nací cuatro días después de que Rusia probara su primera bomba atómica, el mundo había empeorado", escribió.

Su primera novela la publicó en 1973, con tan solo 24 años, poco tiempo después de licenciarse de Oxford. En El libro de Rachel (Anagrama) hacía sátira sobre el mundo de los libros a través de su protagonista, Charles, un crítico literario. No fue fácil, porque tenía la sombra de su padre, Kingsley Amis, uno de los escritores más importantes de su generación. A pesar de que Martin Amis siempre dijo que tenía una gran relación con su padre y se sentía muy cerca, desde el principio, tuvo una visión radicalmente diferente. Tanto en la literatura como en la política. Mientras su padre se fue volviendo cada vez más reaccionario, y fue un firme defensor de la Guerra de Vietnam, Martin era hijo de la generación que se hizo grande en los 60. No por eso dejó de tener una mirada crítica. En su siguiente libro, Niños muertos (Anagrama), hizo un retrato esperpéntico de algunas de las peculiaridades que marcaron los sesenta: la búsqueda del placer inmediato, el sexo y las drogas, o el culto a la fama.

En la década de los 80 y 90 escribió algunos de sus libros de más éxito, como Dinero (Anagrama), un libro donde el escritor desprende su malicia habitual. Su protagonista es John Self y está enganchado a prácticamente todos los vicios: alcohol, tabaco, comida basura, pornografía y, sobre todo, el dinero. Tiene éxito profesionalmente y se puede comprar todo lo que quiere, pero no entiende el mundo en el que vive. Campos de Londres (Empúries/Anagrama), una sátira apocalíptica y una crítica impecable de la sociedad del momento, es uno de sus otros grandes libros.

La vulnerabilidad de Amis

Cuando Amis empezó a dar clases en la Universidad de Manchester, en 2007, en una entrevista al diario The Guardian explicó cómo se podía sentir de vulnerable un escritor: "Una de las cosas que he aprendido de la ficción es que te abres de una manera que no haces con otros trabajos creativos. En la mayoría del arte exhibes un talento particular, hasta cierto punto también en la poesía, pero con la ficción no tan solo expones tu talento sino también todo tu ser, tanto desde el punto de vista social como psicológico o sexual, y en ningún momento eres tan vulnerable como cuando lo haces, y soy muy consciente de esto". Entonces tenía 57 años y explicó que tenía la necesidad de hacer algo diferente. Su padre también había dado clases en la universidad: "Como muy bien decía mi padre, hay un momento en el que piensas que las cosas ya no son como eran. Ha habido algún cambio social que ha cambiado la conciencia colectiva y tienes la sensación de que no lo ves". Esperaba que los alumnos lo ayudaran a encontrar el camino. Siete años antes, en 2000, había publicado Experiencia (LaButxaca/Anagrama), donde el escritor recuerda y explica cómo recuerda. Repasa su vida y sus fantasmas, que son su padre pero también su prima, que murió asesinada, y su relación con los grandes autores de su tiempo: desde Julian Barnes hasta Thomas Pynchon, pasando por lan McEwan. "La verdad está en la ficción", escribe Amis.

Dos años después publicó Koba el Temible (Anagrama) sobre los crímenes de Stalin y una crítica acérrima a la tolerancia de los intelectuales occidentales al comunismo. Más tarde vendrían novelas como La casa de los encuentros (Empúries/Anagrama), donde vuelve a reflexionar sobre el terror soviético en los Gulags, y La viuda embarazada (LaButxaca/Anagrama), donde habla de la revolución sexual y de las relaciones personales. Con el tiempo, el escritor no bajó la guardia y siguió incomodando a sus contemporáneos. Lo hizo con Lionel Asbo: El Estado de Inglaterra (Empúries/Anagrama), que sacudió a la sociedad británica por el terrible retrato que hizo, y con Zona de interés (Anagrama) donde trata el tema del Holocausto, sobre el cual ya había escrito en La flecha del tiempo (Anagrama). Lo hace desde una perspectiva atrevida: cede la palabra a los verdugos. Justamente el viernes se estrenó al Festival de Cine de Cannes The zone of interest, la película de Jonathan Glazer que adapta la novela de Amis.

En una entrevista al ARA sobre La zona de interés, Amis explicaba que no escribía novelas por ninguna razón concreta: "Mi cabeza funciona así. Comparto aquella sensación misteriosa que tienen otros autores y que les lleva a creer desde el subconsciente que tienen que explorar un tema concreto". Era un reto, no obstantez, escribir sobre el Holocausto: "Hay un momento en el.que te das cuenta de que estás escribiendo sobre aquello y te intimida. Te preguntes «¿Me saldré con la mía?»". Defendió la libertad: "Sempre tengo presente que lo primero que prohíben los regímenes dictatoriales es el sentido del humor. Se puede hacer más daño a uno de tus personajes ridiculizándolos que aplicando un castigo moral".

Desde dentro (Anagrama), donde explora experiencias y reflexiona sobre la escritura como el arte de narrar y dar sentido a la vida, es uno de sus últimos libros. 

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