Guitarricadelafuente: "Me han influenciado figuras como Labordeta, que defendía la tierra con la música, la televisión y la política"

BarcelonaÁlvaro Lafuente (Benicàssim, 1997), conocido artísticamente como Guitarricadelafuente, empezó compartiendo en YouTube canciones a voz y guitarra que invocaban tradiciones ancestrales con acento posmilenial. La viralidad hizo su magia, pero si destacó fue porque canción a canción fue perfilando una singularidad musical, y a la vez por la naturalidad con la que reivindica las raíces familiares de Cuevas de Cañart, el pueblo del Maestrazgo. El premio han sido millones de reproducciones de temas como Guantanamera y Agua y mezcal, conciertos con entradas agotadas y ahora, por fin, un debut discográfico titulado La cantera (Sony, 2022) y producido por Raül Fernandez Refree, el productor barcelonés con un historial que incluye trabajos para Rosalía, Niño de Elche, Cocanha y Rodrigo Cuevas, entre otros. La gira de presentación del disco pasará este verano por festivales como el Vida, el FIB, el Porta Ferrada y el Cerdanya Music Festival.

¿Estás instalado en Barcelona, verdad?

— Sí, desde hace dos años y medio. Estuve medio año en Madrid, pero como empecé a trabajar con Raül justo antes de la pandemia, me vine a Barcelona, y aquí sigo.

¿Cómo decidiste que Raül Fernandez produciría el disco?

— Tenía claro que lo quería hacer con él. Cuando nos conocimos no tenía ni la mitad de las canciones compuestas y la idea era crear un álbum a guitarra y voz. Pero pensé que era un camino demasiado fácil. Yo quería descubrir cosas nuevas y elegir un camino propio, y tener a Raül al lado era una oportunidad muy grande para experimentar y aprender cosas.

Si fueras Rosalía, podríais haber hecho Los ángeles y habéis hecho El mal querer.

— Si lo planteas así, sí [ríe].

A propósito de Rosalía: hiciste una versión de la versión de Catalina que hacía ella, y en algunas canciones del disco enmascaras la voz con otros acentos, un poco como lo hace ella.

— Es que no es lo mismo cuando canto una jota que cuando canto una canción argentina. Por ejemplo, si canto una canción de Jorge Cafrune, me sale de manera natural hacer la elle con acento argentino. Es una manera de enmascararte a ti mismo, como ponerte un pseudónimo: se trata de no representarte a ti mismo, sino representar una cosa que es tuya, pero que no eres tú. Mucha gente me pregunta si soy de Málaga, y no, yo soy aragonés.

¿Recuerdas qué músicas te marcaron cuando empezaste a cantar y a tocar la guitarra?

— Una cosa es lo que escuchaba porque lo tenía alrededor, y otra lo que escuchaba cuando empecé a tocar e interesarme por cierto tipo de música. Siempre me ha interesado la música tradicional, el folclore, y me ha llamado la atención la canción a guitarra y voz. Siempre me ha gustado mucho Manu Chao y tenía a Chavela Vargas como icono. Y creo que cuando empecé a cantar todas estas referencias que había escuchado y las que iba descubriendo se empezaron a juntar y a forjar un poco mi estilo. Es un cúmulo entre música actual contemporánea y música antigua.

Incorporas con naturalidad músicas de otras épocas a una estética musical actual.

— Mi generación ha dispuesto de muchos recursos para acceder a la música, y hemos podido descubrir artistas a los que antes no habríamos podido acceder tan fácilmente, porque no había tanta accesibilidad. Esto hace que tengamos más cultura musical del pasado, y nos permite contextualizar este conocimiento del pasado en el presente.

¿Tus canciones tienen un componente queer, no?

— Sí, sí que lo hay, y también en la parte visual. Todo el arte del disco lo ha hecho Pepo Moreno, que es un artista queer y su arte es completamente queer. También es a la narrativa del disco, sobre todo en Redondico (como los albaricoques), que viene de la jota que dice "Redondica, redondica, como los malacatones tienes la cara mañíca redondica y colorada y llena de pelusica". En vez de hablar de una mujer bonita y peludita, es hablar de un culo, que el albaricoque sea la imagen de un culo. Y también gracias al Pepo muchas de las imágenes que hay en las canciones se han podido plasmar y visualizar.

¿Agua y mezcal fue la canción que te dio la pista sobre cómo forjar tu personalidad musical?

— Agua y mezcal tiene este componente como muy antiguo, pero creo que Guantanamera muestra mejor lo que quería: muestra mi pueblo, Cuevas de Cañart, y Cuba.

Te decía esto de Agua y mezcal porque eres un cantautor que usa el reggaeton.

— De hecho, hay incluso una parte de rap. Agua y mezcal salió de un cúmulo de canciones, al final hay tres canciones en una. Sí que tiene el componente antiguo y a la vez el reggaeton está muy presente. Y Caballito tiene el verso "tumba la casa", que es de canción de reggaeton clásica.

Caballito es la que hiciste con Alizzz.

— Es la canción del disco que hace más tiempo que está escrita. Cuando salió Guantanamera, Caballito ya estaba escrita. Desde entonces es la que más versiones ha tenido. La grabamos con Raúl Pérez en el estudio La Mina; después con Raül [Refree]; después con Alizzz, que tiene el componente más rumbero, que le queda muy bien.

¿Te gusta Albert Pla?

— Sí, yo era muy fan de La Pandilla Voladora, cuando Albert Pla se juntaba con Muchachito, Tomasito… Sí, soy bastante fan suyo.

El disco se llama La cantera, en el sentido de plantel, los jóvenes que tomarán el relevo de los que había antes...

— Pero todavía no estamos relevando a nadie. Es más la intención de aprender del pasado para crear nuestro folclore actual. Como referentes tengo a personajes que tienen su propio mundo. Me considero un cantautor, y me inspiro en los cantautores y en figuras que me han influenciado como José Antonio Labordeta, que era alguien que defendía la tierra con la música, la televisión y la política.

¿Cómo es que no incluyes en el disco la versión de A mi manera?

— La había cantado muchas veces y surgió la posibilidad de grabarla cuando el disco ya estaba terminado. Es una canción que me encanta. La hicimos con Raül y quedó preciosa, pero no tenía ningún sentido meterla en el disco. De todas maneras, a raíz de A mi manera y después de acabar el disco, con Raül hemos visto que tenemos muchos frentes abiertos. Ha quedado la mesa llena de cosas y muchos caminos por abrir.

¿Uno de estos caminos sería el que apunta la última canción, A carta cabal?

— Cada canción te lleva a un lugar diferente, y me parece interesante ir hacia algo más experimental o contemporáneo como A carta cabal y después volver a A mi manera, que es casi como escuchar a mi tío el pureta.

¿Qué serías sin Cuevas de Cañart, sin aquel universo mítico que has construido a partir del pueblo de dónde es tu familia?

— En este álbum las Cuevas de Cañart son más un lugar imaginario que geográfico. Toda la historia transcurre allí, pero llevo todas las influencias de diferentes lugares para remezclarlas. Para mí Cuevas tiene un significado mucho más amplio, más allá del espacio físico, pero también ha tenido mucha importancia porque es donde empecé a cantar y tocar la guitarra, y es donde empecé a indagar en las músicas que sigo escuchando hoy. Y sobre todo es allí donde aprendí de la gente que tenía a mi alrededor, músicos como mi amigo Enrique [Sacristán], que tocaba entonces conmigo y que ahora hace las giras conmigo, y como mis tíos.

¿Sientes alguna responsabilidad respecto a Cuevas de Cañart, y a la vida en el contexto rural?

— Responsabilidad no, pero sí que creo que es importante poner en valor el mundo rural, o intentar hacer más accesible el mundo rural, igual que lo es la ciudad. Esta no es mi vida porque yo vivo en Barcelona, pero pienso que poner en valor este estilo de vida es hacer que los pueblos continúen teniendo vida.

La película Alcarràs también hace valer este estilo de vida amenazado. También utiliza una tonada tradicional sobre la lucha de clases, y tú en el disco incluyes detalles de canciones antifascistas como Jarama Valley.

— Sí, incluyo las canciones antifascistas porque son muy buenas y, por supuesto, porque tienen este componente reivindicativo. Este disco tiene una intención política, reivindicar no tanto los orígenes como el plantel, la futura generación que permitirá que esto salga adelante. También quiero imaginar que una familia pueda tener un buen trabajo en el pueblo, igual que puede tenerla en la ciudad. No es decir a la gente "venga, todos hacia el campo", sino que el pueblo pueda garantizar un estilo de vida digno.